El 10 de enero de 2001 Marcelina Meneses, mujer migrante, viajaba en la Línea Roca de la ex empresa Trenes Metropolitanos (TMR) para llevar a su hijo Josua de 10 meses al Hospital Finocchietto. Tras ser atacada por un grupo de pasajeros, fueron empujados del tren en movimiento, cayeron y murieron los dos antes de llegar a la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki (en ese entonces Avellaneda). Desde ese entonces, no hay responsables de los asesinatos y el caso continúa impune. Cada 10 de enero en memoria de Marcelina y su hijo se conmemora el Día de la Mujer migrante, con el fin de visibilizar que la violencia machista y racista matan.
El 10 de enero de 2001 Marcelina Meneses de nacionalidad boliviana, viajaba en la Línea Roca de la ex empresa Trenes Metropolitanos (TMR) para llevar a su hijo Josua de 10 meses al Hospital Finocchietto. Antes de llegar a la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, fue violentada con insultos xenofóbico por parte de algunos pasajeros. Luego fueron empujados del tren, cayeron y murieron los dos.
Julio Cesar Giménez, fue el único testigo de la causa y en su relato señaló que Marcelina estaba parada dirigiéndose a la puerta con el bebé en la espalda y cargada de bolsos (nadie le había dado el asiento en el trayecto). Acomodándose para enfilar a la salida rozó con los bolsos a un pasajero que le gritó “¡Boliviana de mierda! ¡No mirás cuando caminás!”. Giménez intervino en la discusión diciendo que tengan más cuidado ya que era una señora con un bebé. Y un segundo pasajero agregó “Qué defendés vos, si estos bolivianos son los que nos vienen a quitar trabajo. Igual que los paraguayos y los peruanos”, otros pasajeros se sumarona los insultos xenófobos.
Según el testigo apareció un guarda que avanzó hasta que escuchó la discusión y los insultos xenófobos y culpó a “los bolivianos” de “hacer quilombo siempre”.
Sobre el asesinato de Marcelina y Josua recordó que “Fue una cosa de segundos. Se había sumado otra gente. Hubo más insultos y escuchó que uno que estaba de ropa de Grafa le dice a un compañero: -¡Uy, Daniel, la puta que te parió, la empujaste!”
La empresa TMR desde el comienzo sostuvo que Meneses había sido rozada por el tren cuando caminaba por las vías.
“A Marcelina no la mataron por ser “extranjera”, la mataron por ser india y pobre, por tener rasgos indios, por llevar aguayo; ese fue su pecado. La mataron por ser culpable de tener identidad india, porque antes de ser migrantes somos indias”, expresaron agrupaciones feministas.
A 21 años del femicidio de Marcelina y su hijo Josua hoy se conmemora el Día de la Mujer migrante declarado por la Legislatura porteña.
“Hoy, como todos los días, debemos comprometernos a que las mujeres que deciden vivir en la Argentina, puedan gozar de sus derechos plenamente, sin miedos, con oportunidades, en libertad”.