“El narcotráfico nos calla antes de matarnos”

Lo dijo Nelson Santacruz, periodista y referente de La Poderosa en la villa 21-24. El martes 7 de febrero asesinaron a Nayla en medio de un tiroteo en la villa 1-11-14 de Bajo Flores. Santacruz pasó por el programa radial Estás muteadx y habló de la muerte de la niña de 4 años, el narcotráfico en los barrios populares y la responsabilidad de las fuerzas de seguridad y del Estado.

Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Julián Bouvier. Redacción: Gabriela Suárez López. Edición: Pedro Ramírez Otero. Foto: La Poderosa.

Una niña de 4 años juega en el pasillo de la 1-11-14 con otros niños y niñas y muere indefensa en medio de un tiroteo repentino pero habitual.

Nelson Santacruz, referente de La Poderosa en la villa 21-24 contó quién era Nayla, la niña asesinada en la balacera: “Su papá es un trabajador informal, uno que tira del carro todos los días. Y es una familia típica de nuestros barrios que no deja de laburar para buscar un mejor futuro para sus hijos. Nayla y sus otros cuatro hermanitos son quienes terminan de conformar la familia y esta semana, de las más de 30 balas, una le impactó a ella”. Este no es un hecho aislado, sino que forma parte de la cotidianeidad: “Todos los días impactan miles y miles de balas contra nuestros cuerpos, los cuerpos de las personas que vivimos en los barrios populares. Cuando fue el tiroteo, Nayla estaba jugando con otros niños. Son situaciones que uno a veces ve lejano, en conflictos de las favelas de Brasil, o de México, o en Colombia, pero que se está concretando cada vez más como una realidad terrible que genera que sigamos poniendo murales de nuestros muertos en nuestros pasillos, pero no una solución concreta”, dijo.

Medios tradicionales, política y narcotráfico

Para el referente de La Poderosa los medios hegemónicos no hacen foco en la problemática real. Al respecto, expresó: “Hay una forma, un manoseo periodístico que en general dirige la atención a particularizar o decir que es un caso aislado cada vez que suceden este tipo de cosas cuando nosotros queremos tener una lectura mucho más macro de la situación. Hay que aclarar que este tipo de temas no es algo sencillo. Nosotros, cuando hablamos de estos temas los vecinos y vecinas de los barrios populares, que estamos enmarcados incluso en organizaciones, nos exponemos. Es delicado lo que se puede decir o lo que no se puede decir sobre el narcotráfico que nos atraviesa en nuestra cotidianeidad en muchos sentidos. Pero lo que más deja en evidencia todo esto es la forma en la que el narcotráfico nos mata, porque antes de matarnos nos calla”.

Sobre la relación entre medios tradicionales, política y narcotráfico, Santacruz aclaró: “No hay un flujo de información en el periodismo que tiene mucha visibilidad. Me refiero al nivel de alcance que tienen muchos medios hegemónicos, no hay quien ponga esta problemática en agenda para que luego se transforme con políticas públicas integrales y urgentes para nosotros. Si los medios que tienen mucho alcance y los funcionarios en función, o los candidatos que más le gusten a cualquiera que esté escuchando no hacen algo serio con esto vamos a seguir avanzando hacia casos aún más terribles. Porque, sin ir muy lejos, Rosario es el ejemplo de ello, que es importante tenerlo en cuenta pero que no es el único. Allí el año pasado mataron a casi 300 personas como a Nayla y en un mes en la villa 20 de Lugano hubo al menos diez tiroteos también. En la villa 31 hubo cuatro tiroteos largos en un mes. El problema está en qué hace el Estado para remediar esto. No poniendo el foco en casos así como el de Nayla, diciendo que somos los villeros el problema de esto. Es una matriz que se podría sintetizar como una de las raíces del narcotráfico, una de las últimas consecuencias”.

Desde los medios que tienen mayor visibilidad se abordó el caso de Nayla como un hecho aislado y particular. Al respecto, el periodista planteó: “Trae a colación el no hablar de lo que realmente sucede, que no es algo particular sino que es algo macro. Y esto lo quiero hilar con que la muerte con una bala es la más directa, pero también es lidiar para resolver problemáticas de los comedores populares y totalmente trazado por muchos pibes y pibas que nos rodean y que están en situación de consumo. ¿Qué se hace con eso también? Como otra de las aristas terribles que nos atraviesan a las personas que vivimos en estos barrios. Hay casos de adolescentes que se suicidan, que estaban en situación de consumo, sin horizonte concreto. Porque las organizaciones no estamos dando abasto en cierto punto también como quienes de alguna forma podemos construir cooperativas de trabajo pero que no compiten con el mercado del narcotráfico”.

La injusta Justicia y el rol de las fuerzas de seguridad

Sobre la estigmatización y la doble vara de la Justicia, Nelson Santacruz explicó: “Nosotros venimos poniendo los muertos o los presos cuando los bancos donde el narcotráfico lava su dinero siguen impunes, a costillas de nuestra integridad física. Incluso las zonas liberadas de las fuerzas de seguridad son parte de la matriz. Y la Justicia que se encarga solamente de enjuiciar a los más débiles”.

El referente de La Poderosa en la villa 21-24 también afirmó que la situación en los barrios populares no se resuelve con más policía. “Pero sería interesante que sí se resuelva teniendo en cuenta que la policía que ya está labure bien. O sea, no más policías pero los que ya están que laburen bien y que hagan su trabajo. Nosotros somos conscientes de que por ejemplo estamos dando un taller en determinado barrio popular y empiezan los tiroteos y tenemos que escondernos. Y a la vez tenemos cinco o seis garitas alrededor. Ese tipo de tiroteos como el que se dio con Nayla no tienen muy alejadas las garitas de gendarmería o de cualquier otra fuerza de seguridad. Entonces existe una complicidad también que es necesario tener en cuenta y esa es la complicidad del Estado. No solamente de las fuerzas de seguridad, sino también de quienes por determinados motivos históricos empiezan a no priorizar esto, salvo en campaña y después los que nos quedamos somos nosotros, los vecinos y las vecinas totalmente expuestos. Si no salen para las fotos, para las propagandas de las elecciones, el narcotráfico deja de ser tema. Hay que eliminar un poco la hipocresía teniendo en cuenta a estos funcionarios que ponen la fotito para la campaña diciendo que poniendo más policías van a encargarse, con el eslogan de la guerra contra el narcotráfico. Es necesario comprender integralmente esta problemática. De las fuerzas de seguridad que están, que laburen y hagan bien su trabajo. Pero que el Estado pueda entender que en este contexto de casi 40 por ciento de pobreza en nuestro país, con cifras de UNICEF que dicen que un millón de niñas, niños y adolescentes no llegan a las cuatro comidas al día, hay muchas cosas que suceden y esta es la gran precarización social que nos atraviesa”, cerró.


Fuente: https://laretaguardia.com.ar/2023/02/el-narcotrafico-nos-calla-antes-de-matarnos.html

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