Los abogados denuncian la paralización de la causa que investiga su desaparición forzada. Por su parte, la madre, Cristina Castro, detalla las amenazas y el hostigamiento que recibe de la Policía. El más brutal y mafioso fue un dedo le dejaron en su lugar de trabajo.
Los fiscales que intervienen en la causa por la desaparición forzada de Facundo Astudillo Castro dijeron a la familia del joven que “están preparando” los llamados a indagatorias, pero aguardan la conclusión de uno de los peritajes de la investigación, el entrecruzamiento del contenido de más de 60 teléfonos policiales. “No queda nada por probar, están los mensajes, los GPS, las pericias, las pruebas duras y objetivas, pero el Estado sigue en deuda con Cristina y con nosotros como sociedad, falta este resultado, una prueba más que va a demostrar los movimientos entre los policías Curruhinca, Sosa y Flores, con González, Caminada y la UPPL (Unidad Policial de Prevención Local), es decir, la vinculación Villarino-Bahía Blanca”, dijo el abogado de la querella familiar Luciano Peretto. “Creemos que buscan establecer las circunstancias y los movimientos desde el día de la desaparición de Facundo hasta el 8 de mayo, cuando habrían descartado su cuerpo”, agregó. Por su parte, Cristina Castro dijo que “avanzan los ataques a nosotros, a los peritos y a los abogados, mi hijo se tuvo que ir del pueblo, todo por la paralización del expediente”. La mamá de Facundo denunció cotidianos seguimientos de la policía e intimidaciones tales como dejarle un dedo en el baño de su lugar de trabajo.
Luego de que el juez de la causa, Walter López Da Silva, autorizara en mayo la realización de este peritaje a cargo de la DATIP (Dirección de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal), que depende de la Procuración General, los fiscales del caso Iara Silvestre y Horacio Azzolín, junto a Alberto Gentili, titular Procuraduría de Violencia Institucional, recibirán el análisis del cruce de las líneas telefónicas de los cuatro policías que Facundo se cruzó en su camino el 30 de abril de 2020, en plena cuarentena, cuando salió hacia Bahía Blanca a dedo, al reencuentro de su novia. También serán analizados los de los uniformados de Pedro Luro, de Bahía Blanca, y el del ex policía Jorge Galarza, quien dijo haberlo visto en General Cerri cuando Facundo nunca habría salido de Teniente Origone.
Más allá del resultado del cruce de llamadas, la querella afirma que hay otros elementos probatorios. “Gracias a la intervención del doctor (Andrés) Heim y de la DATIP se pudo conseguir prueba de calidad y cantidad que nos permiten tener la certeza de que Facundo fue desaparecido por la Policía de la provincia de Buenos Aires”, explicó Leandro Aparicio, el otro abogado de Cristina Castro. “Hemos denunciado las maniobras de la municipalidad de Villarino con algunos supuestos periodistas por el segundo informe que mandaron, donde mágicamente desaparece el coche con los testigos volviendo desde Bahía. Atacan a Cristina, a nosotros, a los peritos, a los testigos. Ahora las últimas noticias serían que estos testigos mintieron, que se equivocaron de día”, anticipa el letrado. “Pero tenemos el teléfono con su ubicación activa, y coincide con la información de la DATIP, la hora que pasaron, el día y el lugar”, agrega Castro.
GPS y ropa rota
“Venimos a mostrar que la causa está impune, con una pausa para el desgaste, los vecinos nos preguntan casi como una deuda social, pero no tenemos imputados ni detenidos”, indicó Peretto. El abogado explicó que lograron “probar el día exacto de la desaparición de Facundo, el vehículo usado para descartar el cuerpo indicado por GPS, que está detenido 35 minutos en ese lugar, se va al lugar exacto donde después apareció la mochila, regresa a la UPPL de Bahía Blanca y se queda detenido 48 horas”. A criterio de la querella, buscaron “limpiar” ese patrullero, “pero no les salió tan bien porque en la pericia, auditada por la fiscalía, con testigos y la presencia de Gendarmería, aparece una piedra turmalina compatible con el colgante que tenía puesto Facundo”.
La aparición de la mochila, el 12 de septiembre, con la ropa que llevaba puesta Facundo cuando desapareció derribaría la teoría del presunto accidente. “Quienes abonan la idea alocada del accidente, en ese libro escrito por encargo, fantasean con que Facundo habría tenido tiempo de cambiarse, o habría entrado desnudo al agua”, afirmó Peretto. “La pericia que se hizo sobre su ropa dice específicamente que está dañada por un elemento cortante y un factor térmico, de adelante y no de atrás, por lo tanto esos daños se hicieron con el cuerpo adentro; si a esto le sumamos por las fotos y los testigos que ese día no tenía la ropa rota podemos deducir que fue torturado”, explicó.
Otro elemento probatorio son los movimientos de los teléfonos celulares de Facundo. El 1 de mayo se prende uno en Bahía Blanca, cercano a la UPPL donde estaba el patrullero involucrado en el descarte del cuerpo en el cangrejal de Villarino Viejo. “Después aparecen dentro de esa mochila, con el macabro dato de que el documento de Facundo, que lo tuvo la policía y nunca apareció, el mismo día de la aparición del cuerpo, el 15 de agosto de 2020, fue usado en Mar del Plata en una agencia Claro”, describió Peretto.
Respecto a la cantidad de imputados, Peretto manifestó que “esto es un entramado complejo de personas que tuvieron responsabilidad de sacar a Facundo de este plano, y crear un halo de impunidad con diferentes roles, la política, los medios, funcionarios judiciales y del ministerio Público Fiscal; el fallo de Casación que apartó a la jueza (Gabriela) Marrón dice que fue funcional deliberadamente, que tardó a propósito como si fuera la abogada de la policía”. Los abogados recordaron que ese fallo avaló todo lo actuado en la causa, incluido el hallazgo de pruebas, realizado con control de partes y la participación de la fiscalía y de Gendarmería.
En tanto, Margarita Jarque, de la querella de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), expresó: “En nuestro rol de Mecanismo de Prevención de la Tortura tenemos que visibilizar y condenar las conductas de las agencias policiales, la justicia provincial y las demoras de la justicia federal que no tienen en cuenta la perspectiva de las víctimas. Su dolor es irreparable, pero la verdad y la justicia pueden aliviar el sufrimiento. En este caso afirmamos que hay muchos elementos para avanzar en una imputación”.
Expediente Da Silva
El fiscal federal Gabriel González Da Silva investiga hechos conexos al expediente principal, tales como el filtrado de información, la publicación de noticias falaces para desviar la investigación, el encubrimiento de la magistrada y el fiscal intervinientes previamente y el rol del municipio de Villarino en maniobras de encubrimiento, según expuso Amnistía Internacional Argentina. El organismo recordó que la perito Virginia Creimer presentó una disidencia en el dictamen de autopsia, donde indicó que el cadáver tenía signos de “traumatismo vital antemortem”, y que por lo tanto “no podía descartarse la hipótesis de la participación de terceras personas”. Para Amnistía, “se encuentran acreditados todos los extremos probatorios de la desaparición seguida de muerte de Facundo, porque hay múltiples pruebas como pericias de teléfonos, GPS, testimonios, pericias sobre ropa y elementos del joven”.
Cristina Castro trabaja en la estación de servicio Shell de Pedro Luro. Quisiera poder tomar un café con amigas sin estar rodeada de policías. “El 22 de enero en el baño de hombres que suelo limpiar, dejaron un dedo, una falange de juguete, como el dedo que le faltaba al cuerpo de Facu”, contó en su breve paso por Buenos Aires, donde participó de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo y se reunió con familiares de violencia policial. “Los fiscales se enojan cuando los llamamos y les decimos ‘para cuándo’, el 6 de julio la fiscal me dijo ‘estamos preparando las indagatorias’. Necesito respuestas para seguir con mi vida, que mi hijo tenga justicia y descanse en paz”, pidió.
Fuente: https://adrianameyer.com.ar/tres-a-aparicion-del-cuerpo-de-facundo-astudillo-castro