Se trata de Julio Cordero, un hombre de la Dirección de Legales del Grupo Techint que había ido a representar a los empresarios al Congreso en el debate sobre la reducción de la jornada laboral. Se quedaría con la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales, un área estratégica para garantizar el funcionamiento de los sindicatos. Preocupación en Azopardo.
La información se viralizó ayer entre los dirigentes cegetistas: Julio Cordero, un hombre de confianza de Paolo Rocca, se quedaría con el control de la estratégica Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales (DNAS). Sería una más de las malas señales del gobierno libertario a la conducción gremial.
Cordero encabezaría entonces una de las áreas claves del ministerio. En esa la dirección se dirimen las disputas por encuadre sindical, se certifican autoridades, se otorgan de personerías gremiales, se inscribe a los nuevos gremios y se definen inspecciones a organizaciones gremiales. Una botonera que puede crear o desactivar conflictos.
La intención de los sindicatos era tener una persona de confianza con la que puedan tener diálogo fluido para evitar cualquier cortocircuito que interfiera en la vida interna. Todavía no hay certeza si harán un intento formal por conseguirlo.
Cordero es responsable del departamento jurídico del Grupo Techint y excoordinador del equipo de campaña de Patricia Bullrich en la materia. Ese ese rol se encargó del diseño de los planes de una posible reforma laboral para la excandidata presidencial.
En el pasado reciente Cordero se hizo tristemente célebre por la frase en la cual planteó que los trabajadores no tienen demasiado que hacer con el tiempo libre si se consigue la rebaja en la cantidad de horas de trabajo.
“Yo limito la jornada, entonces ustedes tienen que trabajar menos. ¿Para qué? O sea, está mal trabajar? ¿Estamos en contra del trabajo? ¿Para qué? ¿Para ir afuera a hacer qué?”, expresó ante el plenario de comisiones que trata una norma para modificar la carga horaria laboral legal.