“Las mentiras del nuevo presidente del Banco Nación, que está desesperado por privatizarlo”

El economista Claudio Lozano se refirió duramente a la campaña lanzada por el funcionario designado por Javier Milei al frente del Banco Nación, Daniel Tillard, quien “se relame con la posibilidad de volver a hacer un extraordinario negocio para unos pocos amigos, con la excusa de una ineficiencia del sector público”.

Compartimos el análisis de Claudio Lozano:

LAS MENTIRAS DEL NUEVO PRESIDENTE DEL BANCO NACIÓN, QUE ESTÁ DESESPERADO POR PRIVATIZARLO

El flamante nuevo Presidente del Banco de la Nación Argentina (BNA) inaugura su gestión realizando una serie de afirmaciones en la red social X (ex Twitter) cuyo principal sentido es crear las condiciones para la irresponsable privatización del Banco Nación.

En estos mensajes, señala suelto de cuerpo que “en los últimos años, el BNA no priorizó su objeto de canalizar los depósitos y transformarlos en préstamos a favor de las Pymes y las familias argentinas”.

Basándose en información del Balance a Septiembre del 2023, sostiene que “…las financiaciones a empresas y familias se redujeron a sólo 21,20% del activo total. Esto se debió a la política monetaria de los últimos años que impulsó a los bancos a invertir en LELIQS y títulos públicos, desplazando el desembolso de préstamos”

Sostiene además que “…en ese contexto, el BNA restringió préstamos y amasó un elevado nivel de liquidez. Las LELIQS, los títulos públicos y el efectivo representan el 88,03% de los depósitos”.

Envalentonado con las cifras prosigue su argumentación afirmando que “además, el BNA se evidencias deficiencias en las prácticas de crédito. El Banco registra indicadores de mora muy negativos. Los préstamos en situación irregular son el 7,40% del total y en los préstamos a las empresas la irregularidad es peor, alcanza el 11,70% del total.”

Satisfecho con sus datos, los dos mensajes que siguen son de neto contenido ideológico y aspiracional, “el reordenamiento económico de la Argentina generará un cambio sustancial en el negocio bancario. El desempeño del BNA deberá basarse en el aumento de los préstamos a favor de las pymes y las familias, y en optimizar su funcionamiento”.

Finalmente, todo cobra sentido con su mensaje final “La transformación en Sociedad Anónima es central para crecer, alcanzar eficiencia y mejorar la transparencia en la gestión del BNA”.

Así, con apenas 6 tweets, se pretende liquidar una institución de más de 120 años de historia económica en el desarrollo de nuestro país; que supo ser un instrumento para el desarrollo productivo, y que si bien es cierto que lejos está de detentar un funcionamiento óptimo, la solución no puede ser de ninguna manera transformarla en un negocio privado, repitiendo la fallida respuesta de las privatizaciones de los noventa.

Pero aún cuando indudablemente el BNA arrastra déficits relacionados con su misión, fundamentalmente por el contexto adverso en que está inserto, fruto de la fallida política macroeconómica del Gobierno del Frente de Todos, en particular con el cuadro recesivo e inflacionario en que derivó el Acuerdo con el FMI a la salida de la pandemia; la situación que en escasos 6 tweets señala el nuevo presidente de la institución, es deliberadamente falsa, parcial y tendenciosa.

En 3 de los 6 tweets señala que el BNA en los últimos años “no priorizó su objeto de canalizar los depósitos y transformarlos en préstamos a favor de las Pymes y las familias (tweet 1); al tiempo que “financiaciones a empresas y familias se redujeron..” (tweet 2) y finalmente que “el BNA restringió préstamos y amasó una liquidez” (tweet 3).El corazón del argumento es que el BNA en lugar de llevar adelante una política de préstamos al sector privado, los restringe al máximo posible, para quedárselo en una liquidez de la que se aprovecha el sector público.

Con independencia de no contar con la información de la que dispone el nuevo Presidente del Banco Central, y tampoco disponer de los datos del Balance a septiembre del 2023 (que dicho sea de paso, se trata siempre de un balance provisorio, y habrá que ver los números del balance anual), es absolutamente falso que esta imagen del BNA se corresponde con la de la gestión que se inicia en Enero del 2020, bajo la presidencia del Lic. Hecker, y de la que fui parte como Director, hasta mediados del 2022.

En ese lapso los créditos al sector privado del BNA no sólo no se redujeron, sino que se incrementaron, y lo hicieron en el contexto adverso de un BNA que la gestión de Cambiemos había descapitalizado y que se enfrentaba con una inédita e incierta pandemia por el COVID a nivel mundial, y que los trabajadores de la institución arriesgaron su propia salud, con tal de brindar el imprescindible apoyo crediticio que ese momento de extrema vulnerabilidad requería.

Nuestro informe de gestión, que el nuevo presidente puede consultar en las memorias del BNA, da cuenta que a Junio del 2022, el financiamiento a las empresas aumentó un 250% respecto a diciembre del 2019; que descontada la inflación del período, suponía un incremento del 140% real en el financiamiento a las empresas. TODO LO CONTRARIO DE LO QUE SOSTIENE EL NUEVO PRESIDENTE.

Dentro de este fuerte incremento de los préstamos que otorgaba el BNA en el contexto de la pandemia, a tasas 0 en muchos casos, y en otros con tasas de interés por debajo de las que ofrecían las eficientes sociedades anónimas que tanto parece deleitar el nuevo presidente; la prioridad la tuvo el sector productivo. En este caso los préstamos se multiplicaron por 7.

Un dato es contundente en afirmar la falsedad de la que parte el nuevo presidente de la institución. A mediados del 2022, los préstamos comerciales equivalían al 67% del total de las cartera de préstamos del BNA, cuando a finales del 2019 era de apenas el 33%. Y cabe aclarar que del total de préstamos comerciales, el 89% fueron dirigidas a PYMES, obviamente del sector privado. Política esta que fue el resultado de haber instituido un espacio concreto de participación para las pymes en el Banco.

El Consejo Consultivo de la Pequeña y Mediana Empresa en el BNA con la presencia de la totalidad de las Instituciones representativas del sector. Ámbito que promovió el despliegue en el territorio nacional de más de 40 Centros de Atención Pyme del BNA, cuyo sentido fue garantizar una atención especializada a las unidades económicas de menor tamaño tanto urbanas como rurales.

Las propias informaciones del sector financiero señalan que el Banco Nación encabezó el ranking de otorgamiento de préstamos al sector privado; incrementó su participación en el mercado del 13% que lo había dejado la gestión de Cambiemos, a un 20% a mediados del 2022.

Del mismo modo, las operaciones dirigidas a las familias vía préstamos personales se multiplicó por 7 respecto al 2019.

De todo lo cual resulta que en el período 2020 – 2022 consiguió 4,5 millones de nuevos clientes, entre nuevas empresas y nuevas familias, a las que la decidida política de asistencia financiera que llevó el Gobierno del Frente de Todos durante la pandemia, y con el sacrificio y la predisposición de los trabajadores del Banco Nación desplegados en todo el territorio del país con su red de más de 750 sucursales, fue la que permitió incrementar, y no disminuir, en un contexto sumamente adverso y delicado la asistencia financiera del Banco hacia el sector privado, que no es otro que hacia los propios argentinos.

Ni que hablar de la modernización llevada adelante por el BNA en esta etapa, que se tradujeron en iniciativas y productos concretos, líderes del mercado, como son el caso de la Billetera Digital BNA+ (que en poco tiempo se convirtió en la app con más usuarios y la más utilizada en todo el país); la articulación con otros bancos del sector privado como es el caso de BNA+ MODO, convirtiéndose en una exitosa experiencia de asociación con bancos privados para crear una plataforma de pago digital, así como las fructíferas experiencias de TIENDA BNA y BNA CONECTA, por nombrar sólo las iniciativas de eficiencia y transparencia en la gestión.

Todo lo contrario a la experiencia Macrista, donde la transparencia brillaba por su ausencia como la da cuenta el escándalo del fraudulento crédito a Vicentín (que aún investiga la Justicia), así como la política de vaciamiento y descapitalización que llevó adelante esa gestión.

No hay dudas, de que el afán privatizador que encara el nuevo gobierno, y del que plenamente concuerda el nuevo presidente del BNA, se relame con la posibilidad de volver a hacer un extraordinario negocio para unos pocos amigos, con la excusa de una ineficiencia del sector público, que en el caso del BNA, como los datos presentados lo demuestra y la propia experiencia durante la pandemia lo certifican, son absolutamente falso.

Claudio Lozano
Ex Director del BNA (período enero 2020 – agosto 2022)

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