En su discurso de homenaje a los caídos en Malvinas, el reciente 2 de abril, el Presidente Milei se refirió, entre otras cosas, a la figura del general Julio A. Roca como un hombre que consolidó la soberanía territorial, que fue el padre de la Argentina moderna, que dejó atrás “la tierra de bárbaros y pasamos a ser una tierra de oportunidades para millones de inmigrantes que llegaron para forjar su propio destino”.
En todo momento Milei alabó a la generación del ´80 y los conceptos de “orden, progreso y oportunidades.” Pero al mencionar la tierra de bárbaros, evidentemente se refirió al territorio que ocupaban los miles de integrantes de los pueblos Nación Mapuche Tehuelche que poblaban el Wall Mapu, por lo que el “desierto” que se vino hablando históricamente no fue tal. Si existió, y ahora se reflota el concepto sarmientino de civilización y barbarie.
No podemos dejar de sorprendernos como en pleno 2024, en donde se supone habíamos logrado dejar atrás estos pensamientos, se vuelve a reivindicar la campaña del desierto y por lo tanto el genocidio causado a los pueblos originarios de entonces.
Desde el Servicio Paz y Justicia, SERPAJ, que viene acompañando la defensa de los derechos indígenas, repudiamos estas expresiones, que fueron complementadas por el retiro del nombre del salón de “Pueblos Originarios” de la casa rosada.
Todo esto no hace más que contribuir con el racismo y la discriminación hacia los diferentes pueblos originarios, que habitan diferentes lugares de nuestro país y que día a día defienden sus territorios, en donde han vivido y se han desarrollado desde varias generaciones atrás.
Buenos Aires, 4 de abril de 2024.-