Durante 2024, diferentes organizaciones de Tigre se manifestaron contra las políticas de ajuste hacia la clase trabajadora que impulsa la gestión de Javier Milei e instalaron la Carpa contra el Hambre en la esquina de Ruta 9 y 197, Pacheco. Desde finales de agosto, viernes de por medio, integrantes de Organización Proyecto Uno, Unidxs por la Cultura, Bachillerato Popular Raíces, Opinión Socialista, FAR y Libres del Sur denunciaron la precarización, los tarifazos, las represiones hacia las y los jubilados, los ataques hacia la salud y la educación pública y los despidos en las fábricas de la zona. La Carpa fue una trinchera de resistencia desde donde compartieron una merienda mientras dialogaban con vecinas y vecinos sobre la construcción de alternativas frente a la crisis económica y social en los barrios. En conversación con militantes nos expresaron su balance de la experiencia y la continuidad de acciones en común.
La profundización de la crisis económica, extendida desde los últimos gobiernos, se tradujo en datos contundentes cuando a mediados de 2024 el INDEC informó que más de la mitad de los argentinos son pobres: 52,9% (24,8 millones de personas) y un 18,1% de la población se encuentra en niveles de indigencia, medidos en comparación con el mismo periodo de 2023. Otro dato demoledor del año pasado fue revelado a través de una encuesta de UNICEF, que indicó que en Argentina un millón de niños se van a dormir sin cenar.
En las barriadas de Tigre, en el norte del conurbano bonaerense, se siente cada vez más el avance de la pobreza e indigencia. Vecinas y vecinos de Las Tunas, Los Troncos, Delfino, por mencionar algunos barrios, en 2024 vivieron con dificultad llegar a fin de mes, buscando otro trabajo o “changuita” para llevar el plato de comida a sus mesas. Los comedores populares tuvieron mayor demanda, con la asistencia de más familias, pero cada vez más vacíos de recursos producto de la quita de políticas públicas. Los despidos en el Frigorífico Rioplatense, Volkswagen, Mondelez, Avon y recientemente Linde Praxair Pacheco añaden un panorama desfavorable, con trabajadores en la calle que luchan por su reincorporación. Según el último informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) de la Central de los Trabajadores de Argentina (CTA) el tremendo impacto laboral de las políticas de Javier Milei arrojó el dato de 187 mil puestos de trabajo asalariados formales perdidos. De esos empleos 124 mil se dieron en el sector privado y 43 mil en el Estado.
Frente a esa situación organizaciones sociales, partidos políticos, espacios culturales y educativos se convocaron en la Carpa contra el Hambre en la populosa esquina de la ex ruta 9, Avenida Constituyentes y la ruta 197, Avenida Hipólito Yrigoyen, General Pacheco, Tigre, con un par de gazebos a compartir mate cocido, bizcochuelos y pan casero a los transeúntes, la mayoría trabajadores que regresan a sus casas por ese paso céntrico, además de volantear y difundir las propuestas para construir de manera colectiva alternativas en este complejo escenario.
En conversación con militantes de esas organizaciones nos describieron cómo pegó la crisis en sus barrios o espacios de participación y de qué manera llevaron a cabo las actividades de la Carpa. “La propuesta vino de parte de Territorios en Lucha, –comienza a relatar Gaby del Frente Arde Rojo (FAR) – donde hay varias organizaciones que la realizaron en Ciudad de Buenos Aires. Nosotros la tomamos de ahí y dijimos, «che, ¿por qué no realizamos una acá en la zona Norte, ya que somos muchas organizaciones? Tenemos montones de problemáticas acá en la zona, cuesta un montón el viajar hasta CABA», ya que como la economía está mal para todos. Entonces nos fuimos contactando con las compas de Proyecto Uno, las compas de Raíces, las compas de Libres del Sur, lo llevamos al Espacio de Trabajadores de Zona Norte, y ahí coordinamos para hacer la Carpa contra el Hambre, que era llevar una merienda para compartir, algo calentito, un mate cocido, que fueron las primeras carpas. Después se cambió el mate cocido por el juguito frío, el agua fría, ya que vinieron los calores. Pero fue la decisión de hacerla acá en la zona Norte, a lo que las organizaciones dieron el ok, sostuvimos la carpa y nos encantó sostenerla”.
A esa propuesta se sumaron entonces el Bachillerato Popular Raíces, la Organización Proyecto Uno, Libres del Sur, Unidxs por la Cultura y Opinión Socialista para impulsar la Carpa los viernes cada quince días mediante reuniones y balances de sus actividades. Por allí también pasaron para apoyar o bien tomar el micrófono para denunciar la crisis el sindicato de docentes Suteba Tigre, la organización Comunidad MILPA (espacio de agroecología integrante del Movimiento Popular Los Pibes en UTEP), el Colectivo Reagrupando, el Colectivo de Artistas Independientes, además de trabajadores del Espacio de Trabajadores de Zona Norte (ETZN) y músicos de zona Norte.
Gaby se explaya acerca de la experiencia en los barrios donde su organización, el FAR, tiene centros comunitarios y comedores. “Tuvimos una finalización de 2023 muy triste al ver que ganó Milei, fue algo no esperado, pero ya veníamos con el miedo de los recortes de los recursos de Nación, que fue no recibir mercadería. Fue un golpe durísimo, además de la criminalización a muchos compañeros, perseguidos, vigilados. También fue un golpe durísimo repartir lo que era Potenciar Trabajo, ahora convertido en Volver al Trabajo y Acompañamiento Social, discriminando a las personas de 50 años o más que no pueden trabajar en un espacio, porque con 78 mil pesos que se cobra es un vuelto para el Estado. Nuestros espacios mayormente son a voluntad, trabajamos más por amor al espacio que por lo que se cobra. Fue reorganizarnos un montón en 2024, ya que hay que buscar más de una changuita para llegar a fin de mes y sostener nuestros hogares. Entonces nuestros espacios se fueron achicando un montón y fue difícil sostenerlo, ya que tenemos espacio de niñez, juventud, espacio de bachilleratos populares, el comedor abierto de lunes a viernes, más vecinos, vecinas, jubilades, jóvenes, niños, acercándose a buscar un táper de comida. Como el Gobierno nos estaba diciendo que la gente que cobra Volver al Trabajo o Acompañamiento Social éramos fantasmas, fue mostrarles que nuestros espacios no son fantasmas, que nuestros espacios están abiertos, que los mismos vecinos de la zona concurren a nuestros espacios. Entonces fue llevar la Carpa y sostenerla cada 15 días para mostrarle que no somos fantasmas. Perdón que lo vuelva a repetir, porque el año pasado fue muy llamativo que la gente se lleve mucho ese cuentito de que somos fantasmas. Nuestros vecinos apoyaron en las luchas locales con los reclamos Porque más allá de lo que es el Gobierno nacional, también tenemos los reclamos que son a los municipios de la zona. Porque el municipio de la zona de Tigre es uno de los municipios que más recibió plata siempre. Más allá de lo turístico, por parte de lo que es territorial está muy abandonado, y siempre tenemos que estar haciendo reclamos al municipio. Por eso entonces la Carpa fue para encontrarnos, para amucharnos, para escuchar a los vecinos, para que compañeros de las fábricas se acerquen a hacer sus reclamos, para acompañar las luchas locales y otros lugares, para denunciar todo lo que está sucediendo en este contexto que es una porquería y para seguir con esa llamita que se está apagando de a poquito pero con cada enojo la volvemos a encender. La Carpa es ese lugar donde cualquier vecino se puede acercar a denunciar, donde tenemos el micrófono abierto, donde estamos todos en la misma”.
Desde el Bachillerato Popular Raíces, Marga y Eugenia nos acercan su mirada de lo que ocurre en el barrio Las Tunas. “Como es sabido, en las barriadas es donde la crisis impacta de forma más rápida y feroz. Acarreamos una histórica deuda del Estado para con les trabajadores, empleados y desempleados, que frente al ajuste se agudiza aumentando en nuestros territorios la pobreza, la indigencia y todas aquellas desigualdades por las que combatimos., restringiendo nuestras dietas, nuestro acceso a la salud, educación, trabajo y vivienda digna. Desde la llegada de Milei a la presidencia se ve en nuestro barrio más gente yendo a los merenderos y comedores populares, más vecinos endeudados, para poder pagar servicios básicos como la luz y el agua, o trabajando más horas, en laburos súper precarios, lo cual lleva a que se pierda cualquier aspiración a querer completar sus estudios, o poder dedicar algún tiempo a lo que les guste, sólo se puede o deben trabajar, cartonear, carrear, para poder comer y pagar.”
Por su parte, Gonzalo, militante de Opinión Socialista, apunta que “desde que asumió el Gobierno de Milei que se dedicó a atacar los derechos y las condiciones de vida de los sectores populares y eso hizo que el conjunto de las organizaciones nos encontremos en la calle tratando de lograr la mayor unidad posible. Lamentablemente la CGT no estuvo a la altura porque convocó acciones aisladas y que no tendieron a unificar ni a hacer lo que hacía falta hacer para derrotar al gobierno Eso significó que tanto la Ley Base como otras leyes, decretos avanzaran y repercutieron sobre nuestras condiciones de vida utilizando el brazo represivo lograron en cierta forma ganar un poco las calles y hacer que haya un retroceso en la participación o en las medidas de lucha. Sin embargo, fueron surgiendo diferentes focos en todas las partes del país de organización, quizás distintas, con otras con otras características, otras maneras para seguir denunciando lo que hace este Gobierno. Uno de esos me parece que es la Carpa contra el Hambre que estuvo en esa situación y que logró unir varios sectores acá en la zona Norte en una actividad con puro contenido político y muy clara, con mucha aceptación en la gente que pasaba y que nos veía llevarla adelante”.
Marga y Eugenia resaltan que “las políticas de ajuste de este gobierno afectan tanto a los vecinos como a las organizaciones sociales que estamos inmersas en los barrios populares, las medidas antiderechos que pregona este Gobierno sólo afectan a la clase trabajadora. Por eso es qué decidimos participar activamente en contra de las mismas, y le pusimos el cuerpo a esta acción en conjunto con otras organizaciones del distrito, para visibilizar y denunciar el vaciamiento de nuestros espacios, así cómo abrir la acción para visibilizar y denunciar otros reclamos, cómo despidos y tarifazos.” En una de las intervenciones desde el Bachi Raíces profesores y estudiantes llevaron la propuesta de hacer un análisis a partir de las estadísticas del INDEC sobre los índices de indigencia y pobreza. “Esa semana habían salido esos números – señalan- consideramos un porcentaje de personas que no se encuentran en situación de pobreza, según el INDEC, pero aún así no tienen saldadas todas las necesidades que consideramos básicas. A estos datos que reflejan “pobreza” y, lo que llamamos, “casi pobreza” los pensamos de manera situada. ¿Dónde reside la pobreza?, nos preguntamos.”
Gonzalo, a modo de balance, concluye que “fue una buena experiencia y una experiencia que podría seguir desarrollándose en 2025, sobre todo en la experiencia de unir varias organizaciones, que la salida es por ahí, la salida es en unidad con las organizaciones que están dispuestas a luchar con lo que quieren enfrentar al gobierno. Hay que discutir cómo, pero hay que seguir garantizando la denuncia y las acciones en común para seguir enfrentando y ponerle freno a las políticas de hambre que desarrolla Milei y todos sus cómplices”
Gaby coincide, y apunta “ahora estamos con la propuesta de volver a juntarnos para ver cuándo arrancaríamos con las carpas de este año, porque seguimos teniendo denuncias y seguimos en problemáticas en los espacios, entonces para seguir denunciando, para seguir amuchándonos.”
Les militantes dejaron en claro que mientras continúen las políticas desfavorables para la clase trabajadora la Carpa seguirá firme y en pie.