El 20 de febrero pasado se realizaron cinco allanamientos en los que identificaron a tres personas como responsables del incendio de Atilio Viglione, una localidad en plena cordillera a 250km al sur de Esquel, que a mediados de enero consumió casi 5000 hectáreas. Según las investigaciones, el propietario del campo privado donde se inició el fuego, el “Establecimiento La Batea”, y sus dos empleados fueron los responsables. El fuego se habría prendido “con el aval y consentimiento del dueño de dicho establecimiento, a los fines de generar un aprovechamiento ganadero y de venta de leña”. Pero no son mapuche, entonces el bombardeo mediático cesó.
Por Infoterritorial.
El incendio desatado el 16 de febrero en la ruta provincial 34, conocida como el “Camino de los Rifleros”, en Trevelin (que ahora se desplazó al cerro Nahuelpan) se encuentra descontrolado y con una respuesta deficiente por parte de las autoridades provinciales de Chubut. Misma situación sucede con el iniciado el 19 de febrero a unos 45 kilómetros, en la zona de Ex Población Bustamante en el Parque Nacional Los Alerces.
En este contexto, el 20 de febrero pasado se realizaron cinco allanamientos en los que identificaron a tres personas como responsables del incendio de Atilio Viglione, una localidad en plena cordillera a 250km al sur de Esquel, que a mediados de enero consumió casi 5000 hectáreas. Según las investigaciones, el propietario del campo privado donde se inició el fuego, el “Establecimiento La Batea”, y sus dos empleados fueron los responsables. El fuego se habría prendido “con el aval y consentimiento del dueño de dicho establecimiento, a los fines de generar un aprovechamiento ganadero y de venta de leña”. Además, en los operativos se secuestraron armas de fuego y municiones de distintos calibres. También incautaron acelerantes, combustibles, teléfonos celulares de los implicados, calzados, señalaron medios locales que accedieron al informe de la División Policial de Investigaciones.
Doble vara
Pasó más de una semana del bombardeo mediático en el que el gobernador de Chubut, funcionarios nacionales, provinciales y representantes del Ministerio Público Fiscal (MPF) acusaron a integrantes de comunidades mapuche tehuelche como responsables de los incendios en la patagonia.
Es destacable la doble vara en el trato mediático y judicial hacia las personas sospechadas imputadas, teniendo en cuenta su “pertenencia étnica”, compromiso social o posicionamiento político.
Victoria Heredia Núñez, integrante de Lof Pillan Mahuiza, se encuentra privada de su libertad desde el 12 de febrero. Cumple arresto domiciliario acusada del incendio en la Estancia Amancay a pesar de haber presentado pruebas contundentes (mediante georreferenciación) que demuestran que los días previos y al momento de los hechos se encontraba en Corcovado, a unos 90 km.
Su identidad y fotos de su rostro fue replicado en todos los medios de comunicación posibles, dando por confirmada una hipótesis sesgada y sin respetarse la garantía de presunción de inocencia. Horas después de la audiencia en la que el Juez Jorge Criado ordenó su prisión preventiva, el gobernador junto a los fiscales y otros funcionarios realizó una conferencia. Allí acusó con nombres, apellidos e imágenes a personas que se encontrarían siendo investigadas por la supuesta responsabilidad en los incendios en la cordillera. Ninguna de ellas al día de hoy fueron notificadas de alguna imputación. Sin embargo, las afirmaciones fueron difundidas en todo el país.
Negocios que queman
Muy distinto es el trato respecto a las investigaciones del incendio desatado a mediados de enero en el Establecimiento La Batea, a pocos kilómetros de Atilio Viglione.
En este caso, el MPF a cargo de la Dra. Maria Bottini (la misma que investiga el incendio en la estancia Amancay) no solicitó , como sí lo hizo con Victoria Nuñez, la prisión preventiva. El Juez Penal Dr. Carlos Richeri, solamente dispuso la prohibición de salida del país para los involucrados.
Otro dato no menor: el centro de noticias del Ministerio Público fiscal de Chubut publicó con detalle los procedimientos, audiencias y conferencia de funcionarios sobre las acusaciones a integrantes y allegados del Pueblo Mapuche Tehuelche, pero hasta ahora, nada sobre las personas investigadas por los incendios que involucran propietarios con intereses privados y comerciales.
La comunidad Nahuelpan en peligro
La Comunidad Mapuche Tehuelche Nahuelpan se encuentra a 20 kilómetros de Esquel, fue una de las allanadas el 12 de febrero y señalada como parte de un plan “incendiar la patagonia”.
El domingo 16 de febrero se desató un incendio en un campo privado en una zona conocida como “Camino de los Rifleros”, en Trevelin. Durante los días siguientes el fuego continuó avanzando hasta llegar al cerro Nahuelpan. Al cierre de esta nota, el fuego linda con la comunidad que lleva el mismo nombre y ya arrasó con más de 2300 hectáreas.
Acusados sin pruebas de pertenecer a una organización terrorista, de tener un polígono de tiro en el territorio, de ser falsos mapuche, los integrantes de la histórica Lof se preguntan en un comunicado: “Dónde está ahora Torres para los incendios? Cuando el fuego se desató en Trevelin fue por un “descuido” en la chacra de un privado. Ahora que llegó al territorio mapuche de tehuelche Nahuelpan, no hay declaraciones del gobernador ante estos hechos. Pero sí las hubo con nombre y apellido para acusar a un peñi de producir otro incendio”
En este sentido, denunciaron públicamente que el gobernador Torres “solo viene para la Cordillera a hacer videítos de desinformación o ver cómo van sus negocios inmobiliarios en la zona de Laguna Carao. Su presencia sólo existe de manera virtual con las publicaciones pagadas por el estado provincial o sea plata de todos los chubutenses”.
La situación en Nahuelpan es desesperante, el trabajo del personal municipal y de Protección Civil no alcanza ante las rafagas de viento y falta de precipitaciones propias de la estación seca, pero potenciadas por el cambio climático tan negado por la gestión nacional.
Ante medios locales, la suboficial del Cuartel de Trevelin, Ayelén Garrido, expresó. “Estamos en dos frentes, uno en Nahuelpan y otro en el Parque Nacional. En este momento tenemos 21 personas en el campo y 15 más preparados para salir”.
Aylen Suarez, una integrante de la Lof Nahuelpan observa el incendio y se pregunta: “¿Quiénes somos al final? ¿Quiénes somos en este sistema hostil que nos quiere sumisos y esclavizados?. ¿Quiénes somos cuando nuestro reflejo nos enseña que la historia reencarna en los rasgos de nuestra piel? ¿Quiénes somos mientras lloran los espíritus, la naturaleza, ese viejo monte lleno de vida.? ¿Qué carajos somos? inalcanzables, inconscientes, egoístas. No somos nada, no somos nadie. Somos simples e inútiles mortales que vamos pisando este mundo sin cuidado, sin respeto. Somos sólo carne y hueso que cree que piensa, pero no lo hace. Somos incapaces de sentir la tristeza de la ñuke mapu, el enojo de los Ngen, somos incapaces de sentir las voces de los kuifikecheyem. ¿De qué nos sirve? ¿De qué nos sirve seguir acá? Sin compromiso, sin afecto, sin amor no somos nada, no somos nadie”
Los brigadistas: falta de personal y recursos
Hernán Mondino, brigadista del Parque Nacional Los Alerces, expresó su preocupación por la precarización y los bajos sueldos en el sector: “Nosotros hacemos lo que podemos con lo que tenemos. Los directivos no conocen el terreno, no saben que la falta de elementos mínimos puede hacer perder el trabajo de un día o que equivale a redoblar esfuerzos para cuidar las líneas construidas por la cordillera. No saben de subir los faldeos con mangas o motobombas, no saben de las piedras que ruedan cuesta abajo, ni de los árboles prendidos que se desploman, ni de la sed ni del hambre, porque tampoco comemos cuando queremos sino cuando podemos. No saben de arriesgar para que el fuego no nos gane, no saben de tensión cuando las cosas se ponen feas, no saben nada de las atoradas de humo, no saben de los dolores de rodilla, ni del olor a humo en las propias casas. No saben de levantarse al otro día y ver que el fuego consumió todo ese esfuerzo del día anterior. No saben nada de incendios”.
Actualmente unos 400 brigadistas componen la planta de trabajadores para combatir el fuego en todo el país. La situación se agravó con los últimos despidos y la renuncia de alrededor de 40 trabajadores debido a los bajos salarios, que no superan los $500.000 de básico. Estos puestos aún no han sido reemplazados.
La incertidumbre crece. Con la gestión anterior, los brigadistas renovaban contratos anuales, pero desde la asunción de Javier Milei y la designación de Cristian Larsen a la cabeza de la Administración de Parques Nacionales, sólo tienen una promesa verbal de contratos trimestrales. Ninguno de los brigadistas forma parte de la planta permanente del Estado.
En un contexto de crecientes incendios forestales en la Patagonia, el gobierno avanzó en el traspaso de la gestión del fuego al Ministerio de Seguridad Nacional, encabezado por Patricia Bullrich. Esta medida pone en duda la eficacia en la gestión de crisis ambientales y la protección de los bienes comunes naturales.
Criminalización
Simultáneamente, se ha observado una tendencia preocupante de criminalización de integrantes de pueblos indígenas y brigadistas autoconvocados. Un caso emblemático es el de Nicolás Heredia, detenido en Río Negro mientras participaba como voluntario en la mitigación de incendios. A pesar de la falta de pruebas contundentes, Heredia permanece en prisión preventiva, lo que ha generado indignación y denuncias de arbitrariedad en el sistema judicial.
Los empresarios que incendian libres, los defensores de los territorios presos
Recientemente, el ministro de justicia Mariano Cuneo Libarona publicó en la red x: “Nuestra propuesta de reforma del Código Penal endurece las penas para los terroristas que generan incendios intencionales, sin posibilidad de excarcelación en NINGÚN caso. Si el Congreso aprueba nuestro proyecto, los autoproclamados mapuches podrían ir hasta 25 años presos si continúan incendiando nuestra Patagonia.”
Nada menciona el ministro del gobierno negacionista del cambio climático acerca del caso del estanciero de Atilio Viglione o de los fuegos que se descontrolan accidentalmente, como sucedió en 2021 en Cuesta del Ternero, en el que las pericias demostraron que alrededor de 6.000 hectáreas fueron consumidas por un asado mal apagado, por ejemplo.
Estas acciones parecen responder a un mismo plan donde priman los intereses privados sobre la naturaleza. La criminalización de los pueblos indígenas y defensores ambientales; y la desarticulación de sistemas de manejo del fuego ponen en riesgo la preservación de los territorios y el medio ambiente. Mientras tanto, a quienes les corresponde elaborar políticas de prevención y combate del fuego, buscan chivos expiatorios.
Al cierre de esta nota la organización “No a la Mina” de Esquel alertó en redes sociales: “Mientras Tegid Evans, Secretario de Bosques de Chubut, se va de viaje a España”. Esto sucede mientras los brigadistas del Sistema Provincial de Manejo del Fuego denuncian que se intenta cambiar a último momento el lugar acordado para negociar paritarias, de Esquel a Rawson, a 600 kilómetros. “La propuesta debe ser tan miserable como la que le ofrecieron a los docentes, por eso nos quieren llevar a Rawson“, explicó un delegado desde el mismo incendio en Nahuelpan.
Como expresó Mondino: “Lo que me parece macabro y minucioso es el desarrollo y la estrategia de comunicación, para que los que son responsables pasen desapercibidos. Desde el 25 de diciembre, cuando se detectó el primer gran foco de incendio en Patagonia, se intentó tapar el humo con la mano”.
Nota publicada en https://infoterritorial.com.ar/incendios-en-chubut/
Edición: ANRed https://www.anred.org/incendios-identifican-responsables-pero-como-no-son-mapuche-el-gobierno-calla/