Como jurado de la categoría Indígenas, del concurso del X Encuentro Hispanoamericano de Cine y Video Documental Independiente, que organizó la asociación civil Contra el Silencio Todas las Voces, tuve la oportunidad de ver 18 documentales que participaron en esta importante reunión del ámbito cinematográfico. A partir de los criterios generales en cuanto a guion, fotografía, sonido, montaje, posproducción y realización, mi tarea consistió en escoger los trabajos que mejor plasmaran la realidad de los pueblos originarios en la actual etapa de mundialización capitalista; se debían distinguir aquellas obras fílmicas que atestiguaran e interpretaran procesos y luchas de las resistencias étnicas en favor de sus autonomías, autogobiernos, sistemas socio-culturales y cosmogónicos que refuerzan la sustentabilidad y defensa de la naturaleza, en el contexto de un proceso de recolonización de los territorios y la visible y observable crisis civilizatoria que, incluso, pone en riesgo la sobrevivencia misma de la especie humana.
La mayoría de los documentales presentados a concurso, procedentes de América Latina y otras regiones del planeta, resultaron impactantes porque muestran la uniformidad con que el sistema capitalista lleva su guerra de exterminio contra los pueblos, y, ciertamente, una buena parte de ellos cumplía con los criterios señalados, por lo que fue difícil decidir, concurso al fin, primeros lugares. Finalmente, el jurado integrado por Jaime Kuri, Liliana Cordero Marines y quien escribe emitió un veredicto de premiación al Mejor Documental del género, distinguiendo, además, con mención honorífica, a dos películas más.
El documental mexicano El maíz en tiempos de guerra, realizado por Alberto Cortés, se llevó el primer lugar. Constituye un excelente testimonio fílmico sobre el maíz y el mundo cultural que resiste y lo defiende contra los intentos corporativos por desaparecer a los actores socio-étnicos o pueblos campesinos que viven, trabajan y luchan por su preservación y, particularmente, en contra de los transgénicos y la apropiación corporativa de las semillas. “Defender la semilla es defender a todo Méxnb el documental. Presenta dos ejemplos de tierras recuperadas, uno en Chiapas, a partir del levantamiento zapatista de 1994, y otro, en la región wixárica. La narrativa incluye testimonios en torno a los esfuerzos de los pueblos en contra del crimen organizado, otra empresa capitalista más que invade territorios en busca de materia prima y fuerza de trabajo barata, así como también contra la minería. Resulta extraordinaria la forma en que se va describiendo todo el ciclo agrícola del maíz, proceso de preparación de la tierra, tumba, roza y quema, siembra, cuidado, cosecha y los múltiples usos como bebida y alimento.
Se concedió mención honorífica a un documental, también de factura nacional, Pies ligeros, de Juan Nuñch, que, acorde al Acta de Dictaminación, de modo entrañable y conmovedor muestra la resistencia cultural de los corredores pertenecientes a uno de los grupos indígenas más marginados, los rarámuris. La mirada del realizador nos introduce con sensibilidad a su mundo, en donde correr enormes distancias es parte de los rituales comunitarios
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Otra de las menciones correspondió al documental brasileño Martirio, producido por Vídeo nas Aldeias. Relata la historia y situación actual del pueblo guaraní en Matto Groso, Brasil; constituye un trabajo de largo aliento, impresionante por la integralidad del relato, siempre coherente y fluido, con base en una larga relación entre el realizador, Vincent Carrelli, y el pueblo investigado. El documental ofrece en detalle la invasión de los territorios, las luchas por su recuperación, la constante violencia del Estado, los procesos de asimilación forzada, incluso formas de esclavitud, las reservaciones o reducciones, los suicidios colectivos, los asesinatos masivos y selectivos, el papel de las guardias blancas, aparatos judiciales y de seguridad, en suma, el genocidio y etnocidio que sufre este pueblo. Paralelamente, se ofrece la riqueza del patrimonio cultural, cosmogónico y espiritual del pueblo guaraní, pese a la represión, la invisibilidad de la problemática indígena y el papel ambivalente de los organismos indigenistas. El filme presenta singulares escenas en las que se observa el racismo de legisladores y terratenientes integrados en organizaciones ruralistas
, que expresan sin reparo su odio anti-indígena. Este trabajo ofrece una visión sintética de la conflictiva relación sociedad, Estado brasileño y pueblos indígenas.
Contra el Silencio Todas las Voces AC realiza una excelente labor de concientización social al estimular la producción de documentales que fehacientemente muestran ese otro mundo que pretenden destruir las corporaciones de la muerte, con la complicidad de gobiernos neoliberales o neodesarrollistas.
Fuente: http://www.jornada.com.mx/2018/09/21/opinion/026a1pol