Los empresarios le deben al banco público más de 300 millones de dólares que fueron otorgados durante el macrismo y nunca devolvieron.
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El Banco Nación no acepta la última oferta de Vicentin y quiere que la empresa pase a ser mixta con participación estatal.
Los empresarios le deben al banco público más de 300 millones de dólares que fueron otorgados durante el macrismo y nunca devolvieron.
La información se conoció luego de la reunión que mantuvieron este lunes la Comisión de Seguimiento de Vicentin de la Cámara de Diputados de Santa Fe con Silvina Batakis, directora del Banco Nación. El objetivo del encuentro fue conocer qué posición tenía este organismo sobre el futuro de la empresa cerealera.
Tras el encuentro, los diputados informaron que para el Banco Nación la propuesta de Vicentin es inviable y que apuestan al salvataje de la empresa para avanzar en un modelo de empresa mixta.
En la previa al encuentro, el diputado provincial Carlos Del Frade dijo que la relación con el Banco durante el último tiempo por la investigación que se lleva adelante fue muy buena. “Eso generó que nos acercararamos a la Casa Rosada para acompañar una carta pidiéndole al gobierno nacional que atienda el tema Vicentin. Lamentablemente, no tuvimos respuesta”, describió en dialogó con Aire Libre.
“La gente del Banco Nación tenía claro que no podía aceptar ninguna de las propuestas que, en realidad, eran más extorsión de parte de Vicentin que otra cosa”, agregó.
A su vez, el legislador cuestionó la falta de iniciativa del gobierno nacional y la provincia de Santa Fe para recuperar el dinero que la empresa adeuda a la banca pública. “Tanto el gobierno nacional y provincial dan mucho que desear sobre este tema porque han entregado todo a las multinacionales y ese es me parece el contexto en el cual nos encontramos. Por eso los empresarios de Vicentin siguen libres, por eso siguen con el dinero fugado en paraísos fiscales”.
Por último, advirtió que el 1 de enero los y las trabajadoras de Vicentin no saben si van a continuar en sus puestos de trabajo. Según el periodista, hay “poca preocupación respecto a los 7 mil puestos de trabajo directo y más de 30 mil indirectos que corren riesgo”.
“El 1 de enero los trabajadores ya dejan de tener el trabajo que les encargaba Bunge a través del alquiler de su planta, de eso que llama trabajar a fasón, y eso genera mucha incertidumbre”, alertó.