
Las empleadas de casas particulares no están solas. Somos muchas
La doméstica, la chica que limpia, la que ayuda con los chicos, la cuidadora. Pocas veces se las nombra como trabajadoras aunque sean el 10 % del total de la fuerza laboral en nuestro país. Esa invisibilización del trabajo es tierra fértil para que se desconozcan sus derechos, y explica, en parte, que el 76,8 % no está registrada.
No es casual que el 97,9 % sean mujeres. No es casual que se invisibilice el trabajo de quienes garantizan los cuidados, la asistencia, la limpieza y la alimentación de millones de familias.
Son trabajadoras.
Esos condicionantes, sumado a la atomización del lugar de trabajo (cada laburante en un hogar distinto), los salarios más bajos de todo el país y el retraso en materia de derechos laborales, empujaron a la organización gremial. Y fue la presión...