La recesión también va a frenar la creación de puestos de trabajo en comercio y servicios. En el sector textil se perdieron 35.000 empleos desde la llegada de Cambiemos.
La crisis en la producción industrial servirá como ancla en el hundimiento del empleo registrado, según los pronósticos de los empresarios del sector. Afectados por la reducción del mercado interno y la apertura de las importaciones, los dueños de las fábricas anunciaron que mantendrán una política de reducción de personal ante la estanflación que se anunció para el próximo semestre. El efecto del ajuste ya golpeó a la construcción, que perdió 9.000 empleos en junio, mientras que el comercio y los servicios abandonaron el camino de la expansión laboral que había mostrado en la primera parte del año.
Los denominados sectores sensibles, que tienen una intensiva actividad tanto en la producción como en la generación de empleo, fueron los más afectados por la caída del mercado interno. A partir de esa situación se explican 45.000 de los 75.000 puestos de trabajo que perdió la industria desde la llegada de Cambiemos al Gobierno desde el 2015, según datos parciales de informes de cámaras asociadas a la UIA. El pronóstico podría superar para todo el 2018 los 100.000 empleos, según dejaron trascender algunas fuentes.
Sólo el sector textil, que sufrió una fuerte retracción por efecto de las importaciones, dejó en el camino a 35.000 trabajadores en todo el país. La escalada del dólar, que encareció la importación, y el stop de las compras en el exterior -con destinos como Chile o Miami- generaron otro escenario. Aunque los empresarios del sector descartaron que exista un proceso de recuperación del empleo. De hecho, se cree que aún la sangría podría mantenerse por el cierre de nuevos talleres.
La Cámara de la Industria del Calzado viene perdiendo socios mensualmente. La salida de fábricas significa la pérdida de puestos de trabajo para el sector, en donde consideraron que “la situación es muy delicada”. “Ahora salimos a vender la feria de enero para la temporada de invierno del año próximo y las expectativas son preocupantes debido específicamente a la baja del consumo y del poder adquisitivo de la población”, señaló una fuente de la entidad manufacturera.
En ambos casos, se frenó por el costo del dólar la importación pero la participación de los productos del exterior “sigue siendo muy alta”, según señalaron economistas de ambos rubros. Esa situación pronostica nuevas bajas en el mercado laboral de los sectores con mano de obra intensiva.
Existen distintos rubros industriales que alertaron por caída en la producción. También la situación es compleja en las regiones. En Córdoba, en donde el presidente Mauricio Macri debió enfrentar críticas de empresarios que lo respaldaron públicamente en las últimas dos elecciones, las expectativas de creación de empleo es, de manera alentadora, amesetada. Se espera una reducción mayor.
En Santa Fe, en el primer semestre del 2018 se logró el triste récord de empresas con planes preventivos de crisis por encima de las que hicieron ese trámite en todo el año pasado. “Es lógico que en los próximos meses haya una caída del empleo porque las fábricas no resisten la supuesta recuperación del año próximo”, advirtió el dueño de una pyme santafesina.
Un informe de ADIMRA señaló que los empresarios tomaron durante la primera parte del año medidas preventivas para enfrentar la contracción productiva en torno a la reducción laboral: el 37% de los empresarios indicaron que redujeron horas extras y un 14% señalaron una reducción de la jornada laboral. “En relación a las expectativas de empleo, el 37% de los empresarios espera una caída en la plantilla del personal de su empresa en el corto plazo, mientras que casi el 54% prevé que no habrá cambios sustanciales en los próximos tres meses”, señaló el informe.