“Pusimos como fecha tope el 1 de marzo para que el Gobierno de la Ciudad y Sbase llamen a licitación para la compra de nueva flota para el subte”, dijo el secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP), Roberto Pianelli.
Pianelli advirtió que si el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, conducido por Horacio Rodríguez Larreta, y la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) “no retiran los vagones contaminados con asbesto y no llaman a licitación para la compra de nuevas unidades, nos veremos obligados a tomar medidas”. El límite es el 1° de marzo, declaró Pianelli a la Agencia Télam.
Además, el gremialista se refirió a las demoras en los servicios de subte que se produjeron este martes y explicó que no se trató de medidas de fuerza, sino “de demoras por los procesos de quita del amianto (asbesto) que tiene que realizar Sbase” por orden judicial y que la empresa “no está cumpliendo”.
“Todo lo que es contacto o tocar materiales con amianto o asbesto, que es lo mismo, no lo estamos haciendo porque la ley lo prohíbe. Hemos tomado esta medida desde hace tiempo reclamando que no exista más ese veneno en las formaciones del Subte”, concluyó Pianelli.
El fallo ambiental
En enero, la jueza Elena Liberatori falló a favor del amparo ambiental promovido por el gremio junto a miles de usuarios para exigir “la desabestización completa y definitiva del subte”.
Liberatori conminó al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y a la empresa Metrovías a tomar muestras de vagones e instalaciones sospechosas de contener asbesto en el subterráneo y premetro porteño, dispuso “la prohibición de la manipulación o contacto con piezas, materiales, componentes o lugares con asbesto” y requirió el listado de trabajadores “que han desempeñado tareas en el ámbito del subte, en el período de 40 años previos a la promoción de la demanda”.
En los fundamentos de la sentencia, la jueza recordó que la Resolución 823/2001 del Ministerio de Salud de la Nación prohíbe “el uso de fibra de asbesto, siendo ésta una sustancia cancerígena comprobada por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer”.
Los CAF 5000 de la Línea B
En 2011 el Gobierno de la Ciudad, en ese momento conducido por Mauricio Macri, compró al Metro de Madrid 24 vagones CAF 5000. Las unidades eran tan viejas que eran “carne de chatarrería tras 32 años de traqueteo”, según consideró el periódico español El País en una nota sobre la operación. “El Metro de Madrid se frota las manos con los 4,2 millones de euros que ha sacado”, agregaba el matutino.
Mauricio Macri y el entonces presidente de Sbase, Juan Pablo Piccardo, viajaron a España y se ocuparon personalmente de la compra.
Al año siguiente, Sbase compró 12 unidades CAF 5000 más.
Por esta operación Piccardo fue denunciado por estafa al Estado en 2015, tres años antes de que el Metro de Madrid admitiera que los viejos coches, que presentaron múltiples fallas mecánicas en su vida porteña, además contenían asbesto.
Tras estallar el escándalo, el nuevo presidente de Sbase, Eduardo de Montmollin, cometió el error de reconocer ante la cadena estadounidense CNN que los manuales de los CAF 5000 decían que tenían asbesto. Intentó corregirse afirmando que al decidir la operación “asumieron” que el metro madrileño había retirado ese material y que, entonces, estaban en condiciones de poder vender los vagones.
Defensivamente, Larreta instruyó a Sbase a presentar una demanda, a su vez, contra el Metro de Madrid.
Asbesto también en la C y E
En mayo de 2018 desde la AGTSyP denunciaron la presencia de asbesto en otras líneas y formaciones. Así lo determinó un estudio del Departamento de Geología de la Universidad Nacional del Sur (UNS), con sede en Bahía Blanca, encargado por el gremio. El asbesto fue identificado en varios componentes de los trenes Mitsubishi de la línea B, Nagoya de la línea C, y CAF-GEE de la línea E.
Un año le llevó a las autoridades del Gobierno de la Ciudad, de Sbase y de Metrovías reconocer los resultados del estudio.
La primer respuesta oficial fue intentar el recambio de sólo los componentes con asbesto, lo cual fue rechazado por el gremio, que exigió el retiro de las unidades.