Mañana, en el marco de la Marcha de la Resistencia, el Encuentro Militante Cachito Fukman -junto a organismos y referentes de DDHH- llevará hasta la Casa Rosada las firmas que juntaron durante la campaña por la apertura de los archivos de 1974 a 1983. En una entrevista radial al medio Contrapuntos, Carlos Sueco Lordkipanidse, ex detenido-desaparecido, afirmó: “Hubo 600 Centros Clandestinos de Detención, ¿cuántos condenados hay? 600. Entonces, ¿qué? ¿Los Centros Clandestinos de Detención funcionaban con un solo tipo? El ocultamiento de los datos es la llave de toda esta cuestión”. Además señaló que se piden los archivos anteriores al inicio de la última dictadura militar porque “queremos saber la verdad de los miles de asesinados por todas las organizaciones parapoliciales y paramilitares que funcionaron durante el gobierno de Isabel y Lopez Rega”.
Mañana, 3 de diciembre y Día de la Marcha de la Resistencia, se realizará la entrega del petitorio dirigido al Presidente Alberto Fernández para exigir el acceso público a la totalidad de los archivos desde 1974 hasta 1983. Esta campaña fue impulsada por el Encuentro Militante Cachito Fukman y contó con el apoyo de Madres de Plaza de Mayo, referentes de DDHH -como Adolfo Pérez Esquivel, Celeste Lepratti y Sergio Maldonado-, y personalidades como el cantante León Gieco.
La convocatoria comenzará a las 14hs en Plaza de Mayo y será acompañada de manera virtual por las Madres, quienes estarán presentes a través de una pantalla gigante.
En diálogo con el programa radial Contrapuntos, Carlos Sueco Lordkipanidse, ex detenido-desaparecido e integrante del Encuentro Militante Cachito Fukman, manifestó: “Le pedimos al gobierno nacional la definitiva apertura de los archivos del año 1974 al 83, más el acceso público a esa información. Son los archivos que obran en poder del Estado. Para dar un ejemplo: semanas atrás se encontraron en las oficinas de la ex SIDE, actual AFI, un dossier con fotos y prontuarios de personas que eran buscadas en la dictadura, muchas están desaparecidas y otras lograron escapar. Eso acaba de aparecer ahora, a pesar de que se supone que las fuerzas del Estado las habían destruido. Sin embargo, ahí en la SIDE, que está enfrente a la Casa de Gobierno, aparece este archivo”.
En este sentido remarcó que “a pesar del paso del tiempo, de más de 40 años, de reclamar por la apertura de los archivos, los sucesivos gobiernos no han facilitado toda la información o no se han interesado en profundidad en buscar en todos los lugares que se pueda”. Y dio un ejemplo concreto de este Estado ausente: “en el 2019, nosotros, los sobrevivientes de la ESMA, logramos ubicar dos Centros Clandestinos de Detención que funcionaron en la zona norte de la Provincia de Buenos Aires. Uno de los dueños era uno de los represores, el capitán de navío Peyon. La famosa Quinta de Pacheco. Víctor Basterra, recientemente fallecido, lo denunció una y mil veces. Era cuestión de ponerse a buscar. Con el Google Earth, ubicamos la captura área, descartamos las que no podían ser, llegamos a la zona y el lugar está como estaba entonces”.
Para Lordkipanidse, “la apertura de los archivos nos va a conducir a una infinidad de informaciones respecto de lo acontecido con los 30.000 desaparecidos. Hay un elemento de suma importancia: en este momento, hay 300 detenidos-desaparecidos con vida, que son los hijos nacidos en cautiverio de nuestros compañeros y que todavía no han recuperado su identidad. Se han recuperado 175 de esos jóvenes; pero es histórico, comprobado, sabido, dicho por Abuelas de Plaza de Mayo, que la cantidad de niños fueron 500, para redondear. Falta recuperar 300, sacarlos de esa condición de detenidos-desaparecidos que preservan hasta hoy, a pesar de los 45 años trascurridos. No hay caso registrado que una fuerza armada, policial, de seguridad, haya ido a Abuelas y les haya dicho ‘Venimos a colaborar con esta causa y acá este chico que nosotros teníamos con identidad cambiada se lo venimos a entregar’. Nunca existió eso. Nunca ocurrió desde el Estado que se haya informado a Abuelas la ubicación de uno solo de los niños recuperados”.
El Sueco hizo además referencia a las fosas comunes: “Aparecen acá y allá, de golpe, fosas comunes en cementerios, donde aparecen montones de cadáveres apilados y resulta que son de la época de la dictadura. Eso, por lo menos, está en los archivos de los cementerios. Vos no vas a enterrar a las personas que mataste en el 76 en el año 84, entrada la democracia; por lo tanto tiene que haber un registro. Tiene que saberse en qué lugares del cementerio están las fosas comunes y ahí tiene que ir el Equipo de Antropología Forense e identificar. Pero si no tenés la información, no podés dar vuelta todo el cementerio para ver si encontrás restos óseos”.
Entre los distintos poderes de la última dictadura, Lordkipanidse mencionó a la Iglesia Católica: “cada uno de los chicos que fueron apropiados, los bautizó. No pueden decir que la Iglesia no lo sabía; que una de sus fieles, que jamás estuvo embarazada, de golpe vino con un bebé. En esa época, un certificado de nacimiento era falsificable”. Consultado por el poder empresarial, respondió: “y el poder político, y el poder militar… Por algo no abren los archivos. Hay intereses sucios detrás de todo esto. Todos los juicios de lesa humanidad contra los genocidas que se han desarrollado desde que se anularon las leyes hasta ahora dieron el resultado de un condenado por Centro Clandestino de Detención. Hubo 600 Centros Clandestinos de Detención en la Argentina, ¿cuántos condenados hay? 600. Entonces, ¿qué? ¿Los CCD funcionaban con un solo tipo? El ocultamiento de los datos es la llave de toda esta cuestión”.
La apertura de los archivos se pide además desde 1974, dos años antes del inicio de la última dictadura. “Queremos saber la verdad de los miles de asesinados por la Triple A, el Comando de Organización, la Concentración Nacional Universitaria (CNU), el Comando Libertadores de América, la Juventud Peronista República Argentina y todas las organizaciones parapoliciales y paramilitares que funcionaron durante el gobierno de Isabel y Lopez Rega”, aseveró Lordkipanidse y continuó: “se está llevando a cabo el juicio a la CNU y los máximos responsables se pasean libremente por la calle. Se cruzan con sus víctimas como si nada hubiese ocurrido. Falta saber adónde los llevaron, cuánto tiempo los tuvieron, en qué momento decidieron asesinarlos, en qué lugar tiraron los cuerpos. Todo eso falta saber. Por eso pedimos la apertura”.
Asimismo resaltó que “las Madres y las Abuelas vienen falleciendo por una cuestión de edad. Los sobrevivientes, lo mismo. Se va terminando la posibilidad de ingresar a esta verdad por el lado de los testimonios circundantes a las causas. La única alternativa si queremos saber qué es lo que pasó de verdad y que paguen su culpa aquellos que cometieron los delitos es que se abran los archivos”.
Fuente: https://www.anred.org/2020/12/02/la-apertura-de-los-archivos-nos-conducira-a-una-infinidad-de-informaciones-respecto-de-los-30-000-desaparecidos/