Luis Armando Espinoza era un trabajador rural tucumano de 31 años. Se cumple un año del hallazgo de su cuerpo sin vida en una zona de montaña, tras una semana de estar desaparecido, luego de ser golpeado junto a su hermano por efectivos policiales de la comisaría de Monteagudo. Apoyamos el reclamo de la familia por juicio y castigo a las fuerzas represivas.
Luis Espinoza, víctima de desaparición forzada y asesinato por parte de la policía
El viernes 15 de mayo de 2020 el país se encontraba en cuarentena con medidas de Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO) por la pandemia de COVID-19. Ese día se desarrolló un operativo, sin orden alguna, por parte de la policía tucumana de Simoca, en el paraje El Melcho donde se llevaba a cabo una carrera de caballos que infringía la cuarentena.
Cerca del predio estaba Luis Espinoza cabalgando junto a su hermano Juan. Nueve efectivos de la fuerza policial y un vigilante municipal interceptaron a los hermanos y según testimonios de testigos y vecinos a Luis le disparan por la espalda, cuando forcejeaba para liberar a Juan, terminando herido de bala en el pulmón izquierdo.
Luis fue subido a una camioneta particular de uno de los efectivos y no se supo más de él. La propia familia, con ayuda de vecinos y amigos comenzó su búsqueda, y al intentar dejar asentada la denuncia por desaparición la misma policía la rechazó, ya que debían esperar 72 horas.
Organizaciones de Derechos Humanos, sociales, estudiantiles, sindicales, entre varias, realizaron la denuncia por redes sociales, al tiempo que salieron a las calles en solidaridad con la familia, a reclamar la aparición con vida de Luis.
Luego de varios días de impunidad y encubrimiento policial y político, el cuerpo fue encontrado el 22 de mayo de 2020 en un acantilado en la localidad de La Banderita, en la provincia de Catamarca a 120 kilómetros de la comisaria donde estuvo retenido ilegalmente.
Se pudo saber, por los mismos policías que intervinieron en su desaparición, que utilizaron el auto del subcomisario Rubén Montenegro para trasladar el cuerpo de Luis al barranco en la frontera con Catamarca.
En aquel momento, desde el Encuentro Memoria Verdad y Justicia Tucumán declararon “como venimos denunciando desde que comenzó la cuarentena, los “abusos” policiales, que no son otra cosa que el permanente accionar de todas las policías provinciales y de la Federal y la Gendarmería, se hicieron más y más cotidianos. Así, hasta llegar a matar, pasaron de los golpes, a las humillaciones de los más pobres; de las balas de goma, a las de plomo; de las balas de plomo, a la DESAPARICIÓN FORZADA de un trabajador rural y de la desaparición forzada, directamente, al ASESINATO cometidos, en este caso, por la Policía de Tucumán.”
A Luis lo mató la policía
La condena social hacia las fuerzas represivas, que supuestamente intentaban garantizar el aislamiento social, fue contundente. A un año del hecho, y lamentablemente con más casos ocurridos, seguimos exigiendo desde las organizaciones territoriales el retiro de las fuerzas represivas de los barrios y el cese de la represión a los pobres.
Nos sumamos al reclamo de la familia, que pide juicio y prisión perpetua para los policías involucrados. Entendemos que debe extenderse a los responsables políticos, el ministro de Seguridad Claudio Maley y el gobernador Juan Manzur, quienes permitieron que la fuerza policial de Tucumán realizara un operativo sin una orden.
A un año de la desaparición forzada de Luis Espinoza seguida de muerte y el ocultamiento de su cadáver en otra provincia, la fiscalía elevó la causa por privación de la libertad y homicidio contra nueve policías. Esta es la nómina de ellos:
José Morales (oficial auxiliar)
Rubén Montenegro (subcomisario)
Miriam González (cabo)
René Ardiles (sargento)
Víctor Salinas (sargento)
Carlos Romano (cabo)
José Paz (cabo)
Gerardo González Rojas (agente)
Claudio Zelaya (cabo)
Fabio Santillán (vigilante municipal)
Juicio y castigo a los responsables de su desaparición y asesinato. El estado es responsable.
