Feletti quiere montar una red de informantes con delegados sindicales, organizaciones sociales e intendentes para suplir la falta de inspectores.
El Gobierno invitará a los sindicatos a participar de los controles de precios. Lo hará el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, a través de la habilitación de un canal de comunicación inmediata y como parte de la batería de medidas para garantizar el mayor cumplimiento de los congelamientos promovidos desde su asunción en el cargo. El funcionario espera sumar a los monitoreos a la dirigencia de los gremios así como a las organizaciones sociales y a los intendentes, en principio con un rol de informantes sin poderes delegados.
La convocatoria está en línea con el nuevo cariz societario que adquirió la CGT en la administración de Alberto Fernández tras la derrota electoral y, en particular, con la asunción del jefe de Gabinete, Juan Manzur. Cerca de Feletti, incluso, avisan que podrá darse participación preponderante a aquellos gremios de los rubros con particular sensibilidad en la problemática de los precios: por caso, el de Alimentación, que representa a los trabajadores de la industria, a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), presente en el sector de insumos difundidos como la chapa para las latas de conservas, y sobre todo Comercio, protagonista en el supermercadismo.
El rol de los sindicatos en la política antiinflacionaria fue mayormente esquivo en los últimos años. Apenas arrancó la gestión del Frente de Todos hubo un amague de participación de gremios en las inspecciones para colaborar en una cruzada que intentaba evitar una disparada de precios aunque la CGT finalmente desistió de hacerlo. El tema concita debates internos y varios dirigentes admiten que las negativas pasan por considerar que no se trata de una incumbencia de las organizaciones sindicales y que encarar una tarea de esa magnitud sólo terminaría por malquistarlos con los empresarios controlados.
En 2008 hubo una maniobra de organizaciones sociales afines al kirchnerismo de mostrarse en monitoreos en supermercados. El exresponsable de Comercio Interior Guillermo Moreno mantenía una relación fluida con los sindicatos a los que utilizaba como informantes oficiosos con miras a sumar elementos para presionar sobre los formadores de precios. Y en la gestión de Mauricio Macri no hubo siquiera intentos a pesar de la escalada inflacionaria que caracterizó la etapa.
Plan
El plan de Feletti para sostener los congelamientos y los controles sobre los valores de venta de los productos de la canasta básica contempla echar mano de la mayor cantidad de organizaciones alineadas con el Ejecutivo para hacer las veces, de mínima, de informantes. En el equipo del funcionario reconocen que la estructura propia de Comercio Interior carece del mínimo elemento humano capaz de velar por el cumplimiento de los acuerdos alcanzados con el sector privado así como de las normas a las que se obligará a los representantes de las cadenas de valor. De ahí que dan por sentado que se les pedirá ayuda a los sindicatos con presencia extendida en todo el país, a los jefes comunales cercanos al oficialismo y a los movimientos sociales.
Hasta ayer la intención no había sido expuesta a la CGT ni a los gremios potencialmente convocados. Sin embargo, los dirigentes daban por hecho un llamado inminente y anticipaban una respuesta favorable. En Comercio, cuyo caudal informativo está centrado en el último eslabón de la cadena de producción y venta, dijeron estar de acuerdo con el propósito y en ofrecer ayuda al Gobierno. De todos modos admitieron que un obstáculo en su caso será la escasa presencia del sindicato en los comercios de proximidad, en los supermercados chinos y en las cadenas zonales.