“El ajuste en el gasto público en $128.000 millones firmado por Massa y Manzur es un nuevo paso en el giro conservador de la actual gestión”, plantean desde la conducción nacional de ATE.
Compartimos el pronunciamiento:
Después de dos meses de un verdadero golpe de mercado que busca imponer una devaluación y una política económica al Gobierno resulta más que clara la decisión oficial de adoptar un giro verdaderamente conservador en la gestión como respuesta a esas presiones.
En efecto, los anuncios efectuados en la breve gestión de la ministra Batakis y las medidas tomadas desde que Sergio Massa asumió el Ministerio de Economía, refrendan este giro y lo profundizan. A partir de la decisión de cumplir con las imposiciones del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional y “corregir los desvíos” de las metas allí acordadas, la política oficial abraza los principios de una declarada ortodoxia. La decisión de “gastar solo lo que se recaude”, “congelamiento de vacantes”, “pagar el valor real por los servicios” y otras declaraciones que se repitieron en boca de la actual gestión, nos rememoran discursos de otras épocas.
En el mismo sentido, se aumentaron las tasas de interés a niveles cercanos al 90%, se aumentó la velocidad de devaluación que lleva adelante el Banco Central, y se está llevando adelante un verdadero tarifazo. Vale resaltar que este último supera con creses la quita de subsidios anunciada por el ex Ministro Guzmán. Compromisos todos asumidos en el memorándum de entendimiento con el organismo multilateral.
Pero como la voracidad del acreedor nunca alcanza y hay que cumplir con la meta anual de un déficit primario de 2,5% del PBI, el ministro Massa acaba de anunciar un “ordenamiento fiscal”, interesante eufemismo para no pronunciar la palabra ajuste que alcanza a 128.000 millones de pesos, dejando en claro el funcionario que todavía hay espacio para que cada ministerio haga “sintonía fina” en los gastos. Es decir el ajuste no termina acá.
Vale la pena repasar alguna de las podas anunciadas. A la cabeza marcha la reducción de más de 60.000 millones para el Fondo de Garantía Recíproca (FOGAR) y el Fondo de Desarrollo Productivo (FONDEP), líneas de crédito asignadas fundamentalmente al universo PyME.
Obviamente la combinación de tarifazos, tasas elevadas y devaluación sumada a la supresión del fomento del crédito no hacen más que profundizar un sendero de enfriamiento de la economía, receta de la ortodoxia para conseguir algún freno a la carrera de precios.
Además, recibe un recorte de 50.000 millones la partida destinada al PROCREAR que depende del Ministerio de Desarrollo y Hábitat Territorial, realmente no resiste análisis alguno achicar una partida que tiene como destino “mejorar las condiciones acceso al hábitat” tal lo enuncia el programa y la realidad que se vive en la materia.
También se reduce en 50.000 millones de pesos la partida del programa “Conectar Igualdad” justificándose la poda en la falta de dólares en las reservas para adquirir el equipamiento. Más allá de lo que correspondería analizar sobre las responsabilidades de la gestión en la administración del comercio exterior y los saldos en divisas, que no corresponde efectuar en este documento, sí podemos afirmar que achicar la brecha tecnológica de nuestros pibes y pibas más postergados debería ser una prioridad insoslayable. Por otra parte cabe preguntarse ¿No existe ninguna otra necesidad insatisfecha en materia educativa a la que asignar estos recursos? La poda directa de los mismos deja a las claras el objetivo ajustador.
El ministerio de Salud tuvo más suerte y solo sufre un recorte de 10.000 millones de las partidas destinadas a campañas de vacunación. La explicación dada argumenta que por razones geopolíticas no se adquirirán vacunas Sputnik a la que estaban destinados esos fondos, al tiempo que es suficiente el stock actual. Al igual que en el caso de educación nos surge una pregunta ¿todos los programas y establecimientos asistenciales que dependen del Ministerio nacional tiene satisfechas sus necesidades? Una reasignación seguramente hubiera sido mucho más productiva.
El ministerio de Transporte tiene un recorte de 10.000 millones, poda que no se entiende, no solo por las debilidades que la infraestructura en el área muestra, sino además por los constantes conflictos que se viven en la prestación del servicio de transporte de pasajeros por el no cumplimiento de la administración con los distinto grupos empresarios en materia de subsidios.
Por último el ministerio de Obras públicas verá recortadas sus partidas en 20.000 millones de pesos, lo que de acuerdo a la información de que se dispone provocará un retraso en el inicio de diversas obras.
Es evidente que las medidas anunciadas asfaltan el giro conservador al que hiciéramos referencia en las primeras líneas, cediendo al golpe de mercado y mostrando claramente que en el cumplimento de las metas acordadas con el FMI se está dispuestos a sacrificar las condiciones de vida de nuestro Pueblo, y eso es lo que tratan de demostrar en su próxima visita al organismo los funcionarios del gobierno nacional.