Se desarrolló la 9na Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil

En otra masiva movilización, familiares y seres queridos de centenares de víctimas de la represión institucional se movilizaron de Congreso a Plaza de Mayo. También se realizaron movilizaciones similares en distintas ciudades del país. A la gran cantidades de casos, algunos más conocidos que otros, se sumaron nuevos, algunos de ellos sucedidos en los últimos días.

Por Ramiro Giganti (ANRed). 

“Nosotras somos la voz de nuestros hijos, a ellos los callaron pero nosotras seguimos”, decía desde el micrófono Angélica, la madre de Jonathan “Kiki” Lezcano asesinado en 2009 al igual que su amigo Ezequiel Blanco, ambos fueron desparecidos y enterrados como NN hasta que meses después, por la búsqueda de sus seres queridos encontraron a sus cuerpos. “A mi hijo me lo mataron, lo asesinaron y me lo devolvieron en un cajón y nunca más lo pude ver. Como me hubiera gustado darte un último besito hijo, cuando me hubiera gustado decirte cuanto te amo”, fueron algunas de sus palabras más sentidas, entre el agradecimiento a todas las presentes.

“A 40 años de democracia, con distintos gobiernos el Estado nos viene masacrando. No dejemos afuera a la gendarmería y prefectura porque también reprimen, como en el caso del asesinato de Cutrera asesinado por el cabo Acosta, podemos dar un montón de nombres. El Estado pone muchísimo dinero en balas de goma y patrulleros para mantener el Status Quo, para tener millones de compañeros sin trabajo, millones de jóvenes cartoneando en las calles, o consumiendo paco y otras drogas peligrosas que destruyen vidas y familias. El estado pone muchísimo dinero en balas de goma y patrulleros, y pone mierda para ayudar a nuestros hijos y jóvenes que están en las calles. No nos olvidemos también que esta democracia, con todas las debilidades que tiene está en peligro, porque las amenazas son grandes. Lo que ha pasado a los compañeros de Jujuy es el ensayo general de las fuerzas de la represión, porque para apoyar los planes de ajuste y miseria del Fondo Monetario van a necesitar a muchos de estos hijos de puta uniformados. Hay miles de personas más que tienen hijos asesinados, tenemos que unirnos. Basta de gatillo fácil”, fueron algunas de las palabras de Oscar Escobar, padre de Camilo, asesinado por un presunto policía en un caso complejo y lleno de irregularidades en la investigación.

El acto fue extenso por la cantidad de casos que fueron expuestos. Las intervenciones fueron muchas, pero a su vez todas necesarias para visibilizar y escuchar a quienes tenían algo muy importante que decir. Desde las 7 víctimas fatales de la Masacre de Pergamino, a la otra masacre en San Miguel del Monte, desde familiares de víctimas de Cromañón hasta integrantes del 3er Malón de la Paz, o Alberto y Leo Santillán, padre y Hermano de Darío asesinado en la Masacre de Avellaneda en 2002, o Mónica Alegre, madre de Luciano Arruga, quien tomó la palabra ya en el final.

Pero también cada año se suman nuevas familias por los asesinatos que no cesan. Franco Nicolás Gonzales fue asesinado en marzo de este año. Tenía un retraso madurativo y desde chico se iba con los policías del barrio en Quilmes que a veces lo llevaban a pasear en el patrullero porque “quería ser policía”, pero lo que parecía un juego le terminó costando la vida. Los policías a veces le ponían un uniforme y lo paseaban mientras hacían operativos. Pocos días antes de su muerte ya no quería ir con los policías, de querer ser policía pasó a tenerles miedo. Sus familiares creen que lo pudieron haber usado para mandarlo al frente y que posiblemente haya visto algo que compromete a oficiales. A veces andaba con oficiales de la comisaría 7ma de Bernal Oeste, o en otra comisaria, que sus familiares no recuerdan con precisión.

El 5 de agosto, Juan Encina volvía de la estación tras haber acompañado a su novia a tomar el tren para ir a trabajar. Cuando volvía, a media cuadra de su casa un vecino, Jorge Montero, que es policía de la bonaerense con más de 30 años de carrera, le disparó a quemarropa y lo mató. El policía está detenido en una alcaldía pero pidió arresto domiciliario. Juan estuvo internado agonizando 5 días, y tras intervenciones quirúrgicas falleció. La familia espera que el Juez Ruiz dicte la condena el próximo 5 de septiembre. Montero dice no haber tenido intención de matarle que fue un error porque antes le quisieron robar desde otra moto y que su vecino, a quien conoce desde hace años, era apoyo de la moto anterior. Juan Encina tenía 30 años, trabajaba con un martillero público: hacia remates y entregas. Tenía una hija de 6 años que se quedó sin su padre. Su madre, Nora, perdió a su único hijo.

No había pasado una semana de ese episodio que terminó con la vida de Encina, y un nuevo episodio de violencia institucional se cobró la vida de Facundo Molares. Su nombre también estuvo presente en la movilización y fue mencionado en el documento consensuado por quienes convocaron a la movilización.

En el documento leído se hizo un llamado a la unidad y mientras se recordaban muchos de los casos también se puso foco en la cuestión de clase. “No hay muchos policías o empresarios presos. No hay narcos, pero si muchos pibes acusados de violar la ley de estupefacientes”, sentencia una parte del mismo.

Los casos son muchos mas que los mencionados, las fotos de rostros son interminables. En paralelo se desarrollaron movilizaciones en muchas otras ciudades con casos de esos territorios. Algunas fueron el viernes pasado, otras hoy, pero todas con casos que merecen ser difundidos, de pibas y pibes que deberían estar con vida.


Fuente: https://www.anred.org/2023/08/28/se-desarrollo-la-9na-marcha-nacional-contra-el-gatillo-facil/

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *