La semana pasada se dieron una serie de movilizaciones en reclamo de alimentos para los establecimientos comunitarios que realizan el servicio alimentario para millones de personas. Desde iniciada su gestión, la ministra de Capital Humano no ejecutó un solo peso en compra de comida, para peor se filtró en la prensa que parte de la indumentaria utilizada vale miles de dólares. ¿No hay plata?
El gobierno nacional, a través del Ministerio de Capital Humano, definió ajustar a quienes peor la están pasando, a aquellas familias que no consiguen llevar un plato de comida a su mesa. Al día de hoy no compró un solo paquete de fideos para proveer a los cinco mil comedores comunitarios que funcionan en el país desde hace años.
La política de la crueldad puede ser peor, la ministra Pettovello ya lo demostró. En los últimos días, varios periodistas narraron los valores que cuestan las carteras que la funcionaria suele llevar a sus giras y reuniones de trabajo. Se trata de un bolso Birkin que puede costar más de 40.000 euros en el mercado, es decir unos $ 45.800.000.
Desde el FOL nos permitimos calcular, al menos aproximadamente, cuántos comedores o viandas se podrían abastecer con los gastos ostentosos de una dirigencia que le suele plantear a la gente el “no hay plata” y que se ajusten los cinturones hasta que pase una tormenta sin fecha de vencimiento.
El cálculo es simple y los hicimos con los precios proporcionados por Coto con fecha del 14 de diciembre. Más allá de las estimaciones son números más elevados de los que se pueden conseguir con una compra mayorista o una licitación pública. Un menú sencillo, por ejemplo unos fideos con tuco (salsa de tomate, cebolla, morrón, zanahoria) para unas 100 personas costaría alrededor de $25.350.
Es decir, con lo que vale la cartera de Pettovello puede abastecerse el menú de un día para 180 mil personas. El número puede ser superior si se tiene en cuenta que el ministerio no provee a los comedores comunitarios de verduras y alimentos frescos.
En la Argentina de hoy las cuentas están claras, el ajuste debemos pagarlo los de abajo mientras los de arriba mantiene niveles de vida estrafalarios que poco tiene que ver con la pobreza e indigencia que viven millones de personas.