Santa Fe: Pullaro metió a la policía dentro de una planta de SanCor para frenar la protesta gremial

Metodología de la dictadura. En el marco de un largo conflicto por cobro de salarios adeudados, el Gobierno de Santa Fe decidió enviar fuerzas de seguridad al interior de la planta de Sunchales para hostigar a los trabajadores.

A pedido de la patronal de SanCor, el gobierno de la Provincia de Santa Fe, a cargo del radical Maximiliano Pullaro, decidió enviar fuerzas de seguridad al interior de la planta que la misma tiene en la localidad de Sunchales, en el marco de un extenso conflicto laboral que genera bloqueo de actividades.

La decisión de enviar fuerzas policiales fue confirmada a Télam por voceros de la cartera de Seguridad provincial, luego de que el ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social provincial, Roald Báscolo, asegurara tras una visita a la planta que no iban a permitir bloqueos por parte de distintas agrupaciones gremiales.

Desde el Cuerpo de Delegados de Atilra en SanCor, a través de una Carta Abierta enviada al gobernador Pullaro, denunciaron un “grave incumplimiento del deber de funcionario público e intento de sofocar el reclamo laboral” que lleva adelante el gremio en reclamo por la falta de pago de los salarios de los trabajadores.

“Denunciamos públicamente el incumplimiento del deber del funcionario público (del ministro de Trabajo santafesino), en tanto la Ley provincial 10.468/89 establece expresamente como obligación y función de su cartera”, explicaron los delegados de Atilra en SanCor respecto a la actuación oficial.

También desde el gremio se indicó que “Báscolo recorrió dos veces las plantas de Sunchales y Gálvez interiorizándose del conflicto laboral, pero no ha fiscalizado -como ordena le ley- el cumplimiento de la legislación laboral vigente y aplicable, controlando nuestros recibos legales de haberes y confrontándolos con la escala salarial vigente y aplicable en la actividad -con citación de nuestra entidad sindical-, a fin de determinar si la empresa abona correcta o incorrectamente nuestros haberes y dentro o fuera de los plazos establecidos por la Ley de Contrato de Trabajo y aplicar, en su caso, las sanciones legales pertinentes. Se trata de una omisión inexcusable, grosera y sustancial de las obligaciones a su cargo”, se expresó.

Contra la “extorsión” del ejercicio del derecho de huelga

Justificando el accionar represivo el ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social provincial, Roald “Coco” Báscolo, aseguró que en el gobierno de Maximiliano Pullaro “no permitiremos bloqueos o extorsiones”.

Roald Báscolo es un empresario de Reconquista, donde integró la comisión directiva del Centro Industrial y Comercial del Litoral Norte, de corta y rápida carrera política en el PRO desde donde llegó al cargo actual.

“Estamos en contra de todo lo que obstaculice trabajar o producir en la provincia”, continuó afirmando, utilizando la misma jerga que popularizó mediáticamente desde Infobae y La Nación el infausto Movimiento Empresarial Anti Bloqueo (MEAB), una fuerza de choque política-jurídica alumbrada hace algunos años por Patricia Bullrich y Florencia Arietto.

Justamente, el MEAB se apresuró a celebrar la medida de su camarada Báscolo: “Queremos agradecer al gobernador @maxipullaro por disponer a la policía en la planta, para evitar que los mafiosos sindicales maltraten a los trabajadores de Sancor que están deseando trabajar”, escribieron en su cuenta en Twitter/X.

Antecedentes antisindicales

SanCor Cooperativas Unidas Limitada, una importante empresa láctea argentina fundada en 1938, lleva ya largos años con problemas económicos y de deuda, y también de ataques a los derechos laborales y sindicales de sus trabajadores. El ataque a Atilra Rosario de diciembre de 2008, la filial más combativa del gremio en aquel momento, comenzó con un ataque a los trabajadores dentro de la propia planta, en aquel momento a cargo de personeros de la conducción nacional. Luego, SanCor cerraría el centro de distribución de Rosario, en buena medida con el objetivo de descabezar al activismo sindical que resistía en aquel establecimiento.

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