Salarios estancados, canasta básica de $ 986.586 y 2,7% de inflación

ECONOMIA I

Salarios estancados, una canasta básica de $986.586 en octubre y 2,7% de inflación

Mario Hernandez

 

El martes el Indec publicó los datos de salarios, y el poder de compra no recupera lo que se perdió con la devaluación de Luis Caputo. Se profundiza el derrumbe del poder adquisitivo de más de un 20% en relación a 2015. Pero el gobierno celebra una inflación del 2,7%.

 

El martes el Indec dio a conocer los datos de salarios de septiembre.

En el sector privado formal los salarios se recuperaron a partir de abril, pero esta suba fue insuficiente. El poder de compra de este sector se ubicó en septiembre un 1,5% debajo que su nivel de noviembre de 2023. Este es el sector de la clase trabajadora mejor pago y que tiene paritarias. Sin embargo, está un 24,8% por debajo de 2015 (septiembre 2024 versus octubre 2015).

En el sector público (de todos los niveles) el poder de compra del salario fue más fluctuante, pero no mostró esa recuperación parcial que se dio en el sector privado: en septiembre, el sector público, exhibió un desplome de 16,1% en relación a noviembre de 2023. La merma en relación a 2015 es de 40,6% (septiembre 2024 versus octubre 2015).

La caída del salario real para los sectores informales en septiembre fue de 49,7% en relación a octubre de 2016 (año en que comienza la serie del Indec).

Luis Campos, Coordinador del Observatorio del Derecho Social, señaló en la red social X, que “a partir de abril los salarios volvieron a crecer gracias a paritarias que miraban a la inflación pasada con un IPC que mostraba números decrecientes. Este fenómeno está llegando a su fin. En septiembre el aumento del salario real fue el más bajo desde entonces”.

Campos agregó que “en promedio, el salario real de los trabajadores registrados tiende a cristalizar una caída de casi el 10% en comparación con el promedio de 2022-2023 (- 25% contra fines de 2016). Volvamos al inicio, difícilmente vaya a haber recuperaciones significativas a partir de ahora”. El Gobierno quiere encorsetar los acuerdos salariales, pero hubo sectores como aceiteros que lograron romper el techo salarial. La libertad que pregona el Gobierno es solo para las patronales, mientras los salarios siguen perdiendo.

Según el Indec, un hogar de dos personas adultas y dos menores necesitó $ 986.586 para no ser pobre. Así, un hogar que cobra dos salarios mínimos ($543.142,44 en octubre) no cubrió la canasta de pobreza.

En tanto, una familia requirió $ 434.620 para no ser indigente en octubre, según el mismo informe del organismo.

La Canasta Básica Total (CBT) que se utiliza para determinar la línea de pobreza subió durante octubre 2,3% y aumentó en los últimos doce meses 185,7%. Se ubicó por debajo de la inflación.
En tanto, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que releva bienes de primera necesidad y establece la línea de indigencia aumentó 1,4% en octubre con respecto al mes anterior y la variación interanual llegó al 170,6%.

La canasta que elabora el Indec no termina de cubrir todas las necesidades de una familia para llegar a fin de mes; por ejemplo, excluye el gasto de alquiler. En tanto, la Junta Interna de Ate Indec estima una canasta de consumos mínimos que alcanzó los $1.514.208 en septiembre. Según los trabajadores del organismo, ningún trabajador debería ganar menos de esa suma.

Mientras trabajadores y jubilados no llegan a fin de mes y el poder de compra no se recupera, hay un “verano financiero” donde ganan unos pocos como las grandes empresas y los bancos. Las firmas más grandes que cotizan en la Bolsa de Comercio quintuplicaron sus ganancias en el último año, según un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP). Como confesó Javier Milei a los empresarios en la Unión Industrial Argentina (UIA): “Vinimos a achicar el Estado para agrandar el bolsillo a ustedes”.

Es necesario un aumento de emergencia para salarios, jubilaciones y programas sociales y la actualización automática frente a la inflación. Las conducciones sindicales como la CGT tienen que romper de inmediato la tregua que mantienen con el Gobierno y las patronales y convocar a un paro nacional y un plan de lucha para enfrentar el saqueo en curso.

 

La inflación de Milei acumuló 107% en diez meses

 

La inflación de octubre fue de 2,7%, según el índice de Precios al Consumidor (IPC) que publicó el martes el Indec y en los primeros diez meses del año acumula un incremento de 107%. Así, el acumulado de los últimos doce meses alcanzó 193%.

El informe del Indec detalla que “la división de mayor aumento en el mes fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (5,4%) por las subas en Alquiler de la vivienda y gastos conexos; Electricidad, gas y otros combustibles; y Suministro de agua, seguida de Prendas de vestir y calzado (4,4%)”, es decir hubo un fuerte impacto en los precios por los tarifazos y la suba de los alquileres, un golpe al bolsillo.

La inflación núcleo, que excluye los precios estacionales y regulados, fue de 2,9%, por debajo del 3,3% de octubre. Otra vez se registró una diferencia entre los precios de bienes (2,1%) y servicios (4,3%), donde estos aumentaron por encima del promedio general.

La elevada inflación acumulada en el año es la consecuencia de las primeras medidas que aplicó el Gobierno como la megadevaluación de diciembre de Luis Caputo. El poder de compra de los salarios, de las jubilaciones se desplomó bajo este Gobierno y aún no recuperan todo lo perdido. Llegar a fin de mes es una misión imposible.

El ajuste de Javier Milei y Luis Caputo frenó la economía, se derrumbaron la industria y la construcción, la pérdida salarial por la inflación provocó la caída del consumo, también se contrajo la recaudación.

El Gobierno asegura que la recesión terminó, pero todavía no hay datos oficiales que confirmen la recuperación de dos trimestres consecutivos. Según el Indec, la actividad económica acumuló en los primeros ocho meses del año (último dato disponible) una caída de 3,1% en relación al mismo período de 2023. El parate de la economía provocó un aumento de la pobreza (alcanzó al 52,9% de la población, casi 25 millones de personas), del desempleo y la desigualdad.

Son necesarias medidas como un aumento de emergencia para los trabajadores formales, informales, desocupados y jubilaciones y por la actualización automática frente a la inflación, nadie puede ganar menos de lo que cuesta la canasta básica (en octubre fue de $986.586).

 

Menos inflación, con menos gente comiendo: uno de cada cuatro jóvenes es indigente y seis de cada diez está desempleado

Por Eugenia Rodríguez

 

En la era libertaria, la juventud alcanza una tasa de pobreza del 62%, es decir, 10 puntos más que el promedio general. Peor aún, la indigencia crece a un ritmo más acelerado y en este grupo etario escaló 7% solo en seis meses.

“Estamos bajando la inflación casi sin costo” señaló el presidente de la Nación, Javier Milei, en el acto por los cien años de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). Sin embargo, una cuarta parte de la juventud en Argentina se cayó del sistema y vive en la indigencia, es decir, no cuenta con los ingresos necesarios para comer todos los días. Este registro, que tocó un nivel como nunca antes, se da en un marco donde la tasa de pobreza y de indigencia general de la sociedad superan el 50% y 18% respectivamente, y se duplica la cantidad trabajadores que pese a estar registrados no cubren una canasta básica. Además, 6 de cada 10 jóvenes se encuentra directamente desempleado.

Al respecto, a pesar de una inflación en octubre del 2,7%, lo cierto es que ello ocurre a costa de una recesión económica que impacta en el bolsillo de la población, se traduce en caídas de dos dígitos en el consumo masivo y en la alarmante realidad social de quienes ya no tienen de dónde rascar la olla. 

“La tasa de pobreza y la de indigencia presentan una tendencia al alza, con una mayor incidencia en los jóvenes que en la población total. Este segmento etario sufre la pobreza y la indigencia más que el promedio de la sociedad”, alertó un informe elaborado por el Centro de Estudios para la Recuperación Argentina (Centro RA) de la Universidad de Buenos Aires. Según advirtieron, actualmente la pobreza en la juventud aumentó a 62% y la indigencia alcanza casi al 25%.  A su vez, dentro de este grupo etario “la mayor vulnerabilidad corresponde a las mujeres jóvenes”.

Lo más pobres de los pobres

En el último año la pobreza creció un 43,3%, este dato alarmante es significativamente peor si se considera que las personas pobres indigentes se incrementaron 131%, dando cuenta de un empeoramiento generalizado de las condiciones económicas de la población. Esto implica que la indigencia crece a un ritmo más acelerado que la pobreza: un 11,4% del total de la población pasó de la situación de pobreza a un escalón aún peor, convirtiéndose en indigentes (no tienen siquiera lo suficiente para alimentos de subsistencia) tras el primer año de gestión de La Libertad Avanza. 

En esta coyuntura, son las y los jóvenes quienes más sufren la pobreza y la indigencia comparado con el promedio de la sociedad. Vale recordar que se trata de la población de 14 a 29 años (según define el relevamiento de la Encuesta Permanente de Hogares EPH-INDEC) y que representan un total de 7.258 millones de habitantes, de los que un 51% son varones y 49% son mujeres.

Al respecto, según un informe presentado por el Centro R.A. de la Facultad de Económicas de la UBA que visibiliza la crítica situación de la juventud en el país, “en todos estos años, la pobreza entre los jóvenes ha registrado valores significativos” al punto de que “aumentó a 62%, es decir, es 7% más alta que para la población en general”. Según los especialistas “la brecha entre jóvenes pobres y personas pobres nunca fue menor de seis puntos y actualmente aumenta afectando significativamente su capacidad para acumular capital humano y, en consecuencia, los ingresos de toda su vida laboral”.

En ese sentido, la situación es peor si se mira lo que sucede con la tasa de indigencia: uno de cada cuatro jóvenes de nuestro país es indigente y seis de cada diez se encuentra desempleado. Como consecuencia, la indigencia entre los jóvenes alcanzó a principios de año a casi al 25% de ese grupo etario que hoy no llega a cubrir las comidas diarias necesarias para la subsistencia. “En el caso de la indigencia el indicador resulta escalofriante”, analizaron desde el Centro R.A. y agregaron que “este grave indicador nunca observó una medición similar”. Los datos muestran, en consecuencia, que la indigencia en la juventud creció más de un 7% solo en los últimos seis meses. 

“De aquí en adelante todos los días vamos a estar un poco mejor que el día anterior. En vez de ser cada día más pobres, seremos cada día más ricos”, señaló el jefe de Estado en los festejos por el centenario de la CAC, sin embargo, las estadísticas oficiales muestran otra realidad: en Argentina hay 6.012.772 personas que viven en hogares indigentes, y unas 16.269.174 personas que viven en hogares pobres, los valores más altos en veinte años. 

En ese sentido, es clave mirar lo que sucede con la tasa de empleo que, en el caso del segmento joven, se mantiene en niveles relativamente bajos y con brechas de género sostenidas en el tiempo. “Las mujeres jóvenes presentan una tasa de empleo menor que los varones jóvenes, lo que refleja una brecha de género persistente en el mercado laboral que se ubica casi en 18 puntos” planteó el informe al que accedió este medio. El punto más alto lo sufrieron las mujeres jóvenes durante la pandemia cuando “de cada tres trabajadores solo una era mujer”.

Si bien las mujeres jóvenes vienen ganando terreno respecto a su presencia en el empleo, en la actualidad se observó que “nuevamente crece la sobrerrepresentación de los varones, y en el primer trimestre de 2024 había 1,5 varones jóvenes empleados sobre 1 mujer joven empleada”.

Asimismo, de acuerdo con un informe de la Fundación Tejido Urbano, entre 2 y 2,5 millones de personas de 25 a 34 años no tienen acceso a una vivienda en el país ya que “no cuentan con ingresos suficientes para mudarse o carecen de ahorros para cubrir los gastos asociados con la independencia”.

Pocas perspectivas de cambio

En el mundo, más de la mitad de las y los trabajadores jóvenes tiene empleo informal y el 33% vive en un país que no logra reducir la tasa de quienes no estudian y tampoco consiguen trabajo. Los datos globales fueron difundidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y revelan que la mayoría de las y los jóvenes de las regiones del mundo tienen cada vez más dificultad para encontrar un trabajo con plenos derechos y que las chances disminuyen a medida que se contrae el nivel de ingresos en sus respectivos países.

Tal es así que en los países de ingresos bajos o en crisis, solo uno de cada cinco jóvenes de entre 25 y 29 años consigue un puesto de trabajo remunerado. “Este panorama no ha cambiado mucho desde el comienzo del milenio, más allá de una ligera disminución de la proporción de jóvenes con un trabajo independiente y un aumento paralelo de la proporción de quienes trabajan en puestos de trabajo temporales, básicamente pasando de una forma de trabajo precario a otra”, alertó OIT. En tal marco, las proyecciones muestran que la tasa mundial de desempleo juvenil podría situarse en torno al 13% en el cierre de 2024. 

Como consecuencia del sostenimiento de esta problemática en el tiempo “muchos jóvenes de hoy se sienten estresados por la pérdida de empleo y la estabilidad laboral, el estado de la economía, la falta de movilidad social entre generaciones y sus perspectivas de una eventual independencia financiera”, indicó el organismo internacional del trabajo. Pese a este duro panorama y mientras a nivel global crece la preocupación por dicha problemática, el gobierno de Javier Milei puso en marcha una reforma laboral que, advierten especialistas, terminará por precarizar aún más el ingreso a un puesto, facilitar el despido arbitrario y legalizar el fraude laboral y la informalidad en el mundo del trabajo argentino.

 

El ajuste lo pagan los jubilados y las provincias

 

Así se desprende del informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) titulado “Análisis de la ejecución presupuestaria de la administración nacional”, que calculó una contracción interanual real de 29,7% del gasto primario y de 8,7% de los intereses hasta octubre.

En el transcurso de los primeros diez meses del año, la administración nacional alcanzó un superávit primario de $9,6 billones y un resultado positivo financiero -que computa el pago de intereses de la deuda- de $1,8 billones. El equilibrio de las cuentas públicas es la piedra basal sobre la que se asienta el programa económico de Milei.

Por el lado de los ingresos, las arcas del Estado central sufrieron una retracción de -5% respecto al mismo lapso del año anterior. La recaudación impositiva vinculada a la actividad económica mostró las mayores caídas cómo IVA (-9,2%) e créditos y débitos (-8,1%) mientras que los gravámenes ligados al comercio exterior exhibieron un crecimiento por encima de la inflación.

“Los gastos totales se contrajeron -27,7% interanual, con mayores bajas en gastos de capital (-77,5%) y transferencias a provincias (-76,9%). Las jubilaciones y pensiones (-18,9%) continúan representando el concepto que explica la mayor parte de la baja del gasto, aunque mes a mes vienen descontando dicha baja”, reza el estudio del OPC.

Los subsidios a la energía experimentaron una caída de -34,4% en términos reales mientras que las subvenciones al sistema de transporte público retrocedieron -38,9%. Al mismo tiempo, los gastos en bienes y servicios se vieron reducidos en -42,3%, las transferencias a las universidades anotaron una merma de -28,7% y las partidas destinadas a personal cayeron -19,6%.

A propósito de las jubilaciones y pensiones, los incrementos asociados a la Seguridad Social volvieron a crecer en octubre a un ritmo de 9,5% interanual real. No obstante, acumulan un retroceso de -11,5% en lo que va de 2024. Además, los analistas destacaron que el poder de compra de los haberes jubilatorios “registra en promedio (10 meses) una caída real de -23,3%, que disminuye a -16,9% en el caso de los haberes mínimos complementados con bonos”.

Al mismo tiempo, sumaron que la Prestación Alimentar, ex Tarjeta Alimentar, cayó -14,6% a/a real en el mismo período, a pesar de la suba del 137,5% en el valor de la prestación, que se extendió a familias con hijos de hasta 17 años desde septiembre.

“Las pautas salariales del sector público (incluidas las universidades) estuvieron por debajo de la inflación, con variantes de acuerdo al escalafón. Esto se vio reflejado en la comparación interanual de los gastos en personal y transferencias a universidades, que registraron caídas reales de -19,6% a/a y -28,7% a/a”, agregaron.

El titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Nadín Argañaraz, explicó que de cumplirse con el cierre fiscal 2024 previsto en el proyecto de ley de Presupuesto 2025, el gasto primario real terminaría el año con una caída real interanual del 26,7%, explicado en parte por un desplome de 16,3% en jubilaciones.

el gasto en jubilaciones le pone un piso de crecimiento del 2,2% real al gasto primario durante el año 2025 (se supone que el resto del gasto primario no crece)”, apuntó Argañaraz.

A la vez, el economista juzgó que, si la economía crece un 5% en 2025, como prevén el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, el ratio gasto primario/PBI se mantendrá prácticamente igual que en 2024 y lo mismo sucedería con el gasto en jubilaciones.

“Si por algún motivo la economía creciera un 3%, dado un crecimiento real del gasto en jubilaciones del 5,7%, el resto del gasto primario debería crecer un 2,4%, para mantener el mismo ratio gasto primario/PBI”, ilustró. Cabe destacar que las consultoras relevadas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) proyectaron un rebote de 3,6% para el año que viene, contrastando con las estimaciones del FMI.

Por último, el analista económico remarcó que “el crecimiento previsto para el gasto en jubilaciones será mayor en la medida que la inflación descienda a mayor ritmo a lo largo de los meses, como así también si en algún momento se decide incrementar el valor de bono de $70.000”.

 

Para empresarios la economía real está en recesión

 

El 84,2% de los empresarios afirma que la economía está en recesión o depresión. Los datos fueron relevados en la Encuesta Radar Pyme del 3° Trimestre del 2024 de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino -ENAC- y que contó con la participación de 400 empresas de 22 provincias.

Sin embargo, en el tercer trimestre del 2023, la industria trata de estabilizar su nivel de actividad que pasó del 50.3% en el 2° trimestre a un actual 57% en el 3° trimestre del 2024, también trata de estabilizar la situación del empleo. Se frenó la destrucción generalizada de puestos de trabajo en el sector, aunque siguen reduciéndose las horas extras.

La cantidad de pymes con ventas razonables han mejorado en términos generales, pasando de un 49,4% de las empresas en el 2° trimestre, a un actual 63,6% en el 3° trimestre del 2024 (de julio, agosto y septiembre). El mejor desempeño lo tuvo el sector de servicios, seguido de cerca por el industrial mientras que el comercio se mantiene detrás.

Si bien la recesión económica del primer semestre parece haber encontrado un piso, al cual el sector industrial pudo acomodarse, pasados ya 10 meses de gestión la “V corta” no se dio, y la “L” empieza a alargarse hasta el 2025. Si no hay inestabilidades macroeconómicas es probable que el escenario de depresión económica se aleje y se consolide en un estancamiento de la economía en este nivel. En caso turbulencias macroeconómicas el piso podría perforarse nuevamente y retomaríamos un esquema crítico para las pymes argentinas.

Opinión de las pymes

Si bien el tercer trimestre parece que la actividad económica encontró un piso debido a la estabilización fundamentalmente del tipo de cambio paralelo y de la inflación, todas situaciones temporalmente concatenadas al ingreso de dólares por el blanqueo de capitales, la opinión de los empresarios pymes sobre el devenir soslaya esta coyuntura apuntando a la cuestión de fondo. En particular un 73,6% de los empresarios considera que el ajuste lo están pagando pymes y trabajadores lo que representa una decepción de las principales promesas presidenciales.

Por otro lado, la opinión de los empresarios pymes se inclina hacia creer que la flexibilización laboral ayudará parcial o totalmente a las pymes (43,8%), soslayando el impacto que pueda tener en la matriz laboral, el nivel de empleo, en la pobreza y la indigencia, de alguna manera dando a entender que, si bien el ajuste es dirigido al sector pyme y a sus trabajadores, estos últimos se llevarán la carga más pesada de la política económica del gobierno nacional. Por otro lado, un 34,5% de los empresarios considera que ni ayudará ni perjudicará la flexibilización laboral a las pymes lo que habla de una reforma o que no se conoce o con bajo peso real.

Ventas

En el tercer trimestre del 2024, 6 de cada 10 empresas tuvo ventas razonables (+/-10% en unidades) destacando una mejora significativa en el sector industrial.

Un 38% de las empresas continúa con caídas de ventas en el 3° trimestre del 2024, sin embargo, se estabilizó respecto del primer semestre del año y parece haber encontrado un piso.

En términos sectoriales, las empresas industriales con ventas razonables se incrementaron un 23%, las comerciales un 13,9% y las de servicios un 7,21% respecto del 2° trimestre del 2023.

Capacidad utilizada

Respecto de la capacidad utilizada, el 52,3% de las empresas operaron el 3° trimestre del 2024 en situación de normalidad, es decir, al 60% o más de su capacidad total disponible.

El promedio de utilización de la capacidad de las empresas fue del 57,8%. Respecto del 2° trimestre del 2023, la subida es de 3,7%.

Cuando evaluamos el comportamiento de las industrias en particular el 55% de las empresas industriales operó en situación de normalidad, es decir, al 60% o más de su capacidad industrial disponible.

La capacidad industrial utilizada promedio está en 57%, lo que representa un incremento del 7% respecto del 2° trimestre del 2024 marcado un nivel de estancamiento del sector. Lo que expresa una recuperación del sector industrial destacada.

Rentabilidad

Solo 4 de cada 10 empresas, un 40,3%, tuvo rentabilidad positiva en el 3° trimestre del año 2024 recuperando terreno frente al trimestre anterior fue del 34,1%, es decir, un incremento de 6%.

Si tenemos en cuenta que un 16,3% manifestó que tuvo pérdidas en 3° trimestre del 2024, es notable la recuperación de terreno del sector empresarial pyme para estabilizar su economía a pesar de la recesión.

Empleo

En el 3° trimestre del año 2024, un 19,4% de las empresas redujo personal mientras que un 17,9% incorporó, frenándose la situación de despidos generalizados que veníamos arrastrando desde el primer semestre.

Para el último trimestre del año 2024, un 66% de las pymes piensa sostener el personal actual mientras que un 20% de las empresas piensa incorporar a su nómina trabajadores, lo que sostendría el nivel actual de empleo para el 2024.

 

Alimentos suben por la escalera, servicios por el ascensor y salarios al subsuelo

 

Según el relevamiento que desde el Índice Barrial de Precios (IBP) hacen todos los meses en los negocios de cercanía, una familia de dos adultos/as y dos hijos/as pequeños/as necesitó $414.923,16 para solventar sus necesidades básicas alimenticias, contra $398.562,21 de septiembre (+4,10%). Un año atrás, en octubre de 2023, la misma familia precisó $159.153,96, por lo que la variación llegó a 160,71% en un año.

Desde hace varios meses vienen mostrando que la inestabilidad y la consecuente incertidumbre, es la característica principal que atraviesan los presupuestos de los hogares de menores ingresos. En octubre, de la mano de fuertes incrementos de algunos de los productos de almacén, la canasta de alimentos volvió a acusar importantes subas. El almacén aumentó 8,86% (entre otros, polenta 36,36%; pan 13,64%; yogurt 18,18%; queso de rallar 13,45%; gaseosas 15,38%). La verdulería influida por algunas bajas (papas -16,67%; manzanas -4,55%; lechuga -11,76%) tuvo un descenso de 2,03%. Mientras los precios de las carnes permanecieron estables.

Los productos de almacén también lideran los aumentos anuales de precios (183%); seguidos por las frutas y verduras (171,82%) y las carnes (120,82%).

Los servicios y la Canasta Básica Total

“La política de tarifas de servicios implementada a partir de diciembre, que alterna eliminación de subsidios con desregulación, claramente está cambiando los precios relativos entre bienes y servicios, y en consecuencia la composición del gasto de los consumidores.

El reflejo inmediato de esta situación signada por incrementos permanentes de servicios indispensables e insustituibles para la vida cotidiana de las familias se expresa en el mayor aumento que en los últimos meses acusa las Canasta Básica Total (CBT) respecto a los valores de la Canasta Básica de Alimentos (CBA).

Así, mientras la Canasta de Alimentos (CBA) tuvo en octubre una suba mensual de 4,1% ; la Canasta Básica Total(CBT) que incluye además de los alimentos los servicios esenciales como tarifas, transporte y comunicación aumentó 4,57%.

Los salarios, los alimentos y los servicios

Pero es quizás en la comparación de los distintos rubros que componen el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que publica el INDEC todos los meses, con la variación del Índice de Salarios que también publica el mismo INDEC, donde se puede constatar la brecha entre los incrementos de los servicios regulados por el gobierno y los aumentos de sueldos que obtienen los asalariados de los diferentes sectores.

En la observación desagregada para el período que va de diciembre 2023 a julio 2024 (última publicación del Índice de Salarios del INDEC) se puede ver que los incrementos salariales a los trabajadores registrados (105%) y no registrados (98,5%), y a los empleados públicos (84,9%) cubren holgadamente las subas de los alimentos (76%), pero están lejos de equiparar los aumentos en los gastos de agua, electricidad, gas (161%), transporte (104,4%), y comunicación (143,7%).

Durante el presente año la llegada de las boletas a los domicilios de los hogares se ha convertido en una pesadilla mensual cada vez más difícil de absorber.

Si la misma observación de la variación desagregada entre los salarios, los alimentos y los servicios en el período de doce meses de julio 2023 a julio 2024 la brecha es proporcionalmente mayor, con el agravante de que en este caso las subas salariales tampoco cubren los aumentos de los alimentos.

Siempre según los registros del INDEC, los salarios de los trabajadores registrados en doce meses subieron 235%, los no registrados 178,9% y los empleados públicos 170%. Mientras los alimentos se incrementaron 275,8%, los servicios de agua, electricidad y gas 306,6%, el transporte aumentó 289,5%, y los gastos en comunicación se incrementaron 318,5%.

Como vienen explicando apoyados en una multiplicidad de datos, muchos de ellos sacados de las propias estadísticas oficiales, el ajuste principal sobre los presupuestos de los trabajadores y trabajadoras en los últimos meses viene la mano de las subas que el propio gobierno impulsa en los servicios regulados que controla.

Y no hay ningún indicio que esta orientación del oficialismo vaya a variar en el próximo período.

 

Entre Edenor y Edesur ganaron casi $300.000 millones en los primeros 9 meses del año

 

El lunes 11 de noviembre, Edenor publicó su balance contable correspondiente al tercer trimestre de 2024 donde informa “mejora en los resultados”. Según un informe en el portal de noticias La Nación, “las compañías de electricidad obtienen el margen de distribución más alto en 22 años”. Así la empresa privatizada de energía aumentó, esta relación de ingresos – costo de energía, un 53% real en estos primeros 9 meses del año, en relación al mismo período de 2023.

La empresa que dirigen los empresarios Daniel Vila, José Luis Manzano y Mauricio Filiberti reportó un resultado neto de $235.069 millones en los primeros 9 meses del año. Impulsados por el fuerte aumento en los “ingresos por el servicio”, es decir por el pago de las boletas por los usuarios. En el tercer trimestre alcanzaron los $555.788 millones, un incremento de más del 30% real en relación al tercer trimestre de 2023. Según indica la misma empresa en sus estados contables “esto se debió principalmente al impacto del ajuste de las tarifas de febrero 2024 (319,2%) y los ajustes mensuales posteriores de Agosto (3%) y Septiembre (3%).”

En el acumulado de los 9 primeros meses del año, la empresa registra ingresos por más de $1,4 billones, un 75% más que los costos de compra de energía. Una brecha que amplió a su favor, cuando el año pasado esta relación implicaba un 51% más, los ingresos que percibió por parte de los usuarios en relación a los costos de compra.

Edenor, es la mayor distribuidora de electricidad de Argentina en términos de número de clientes y electricidad vendida. La empresa aumentó un 44% real interanual sus ganancias en los primeros 9 meses del año a pesar de haber caído un 4% la demanda de energía eléctrica (GWh) por parte de los usuarios. Por otro lado, las inversiones si bien crecieron con respecto al año pasado, éstas no fueron al mismo ritmo que el incremento de sus ganancias.

En cuanto a Edesur, la otra gran distribuidora de energía eléctrica en el AMBA, reportó ganancias por $59.937 millones en los primeros 9 meses del año. Los ingresos por su parte fueron de casi 1 billón de pesos, un incremento real del 19% en relación al mismo período del año pasado, a pesar de haber caído la demanda de luz por parte de los usuarios un 1% en este lapso de tiempo.

Por su parte el EBITDA (el resultado operativo final de la empresa, sin los elementos financieros), creció un 133% real interanual en los primeros 9 meses del año, impulsado por el crecimiento de los ingresos. ¿Y las inversiones? Cayeron un 2% interanual en relación al año pasado, pasando de $130.435 millones en 2023 a $128.423 en 2024. La empresa sin embargo reporta haber mejorado un 14% la calidad del servicio,

Edesur es responsable de la distribución eléctrica en gran parte de la Ciudad de Buenos Aires y 12 partidos de la Provincia de Buenos Aires. Su principal accionaria es Enel que dirige mayoritariamente el estado italiano. Esta empresa había amenazado a fines del año pasado el abandono del país, pero tras la victoria de Milei y luego de reuniones de su CEO con el ministro Caputo, la empresa decidió quedarse, avizoraba jugosas ganancias.

Un informe oficial de CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) remitido al ex secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, anunció 4 meses antes de que empiece el verano que puede haber cortes programados por las “altas temperaturas” y la falta de energía, debido a la falta de inversión en la generación y distribución.

Milei dice que los empresarios son benefactores sociales y que hay que privatizar todo, pero estas empresas han amasado fortuna a costa de cobrar tarifas altísimas a los usuarios o vivir de los subsidios o condonación de deudas del Estado, mientras mantienen un servicio de mala calidad.

Por medio de la resolución 294/24 del 1° de octubre del área energética, el Gobierno reconoció que el estado de situación del servicio eléctrico es mucho más complicado del que se había estimado anteriormente. La evaluación oficial advirtió que, en el transporte de energía, por falta de inversiones “el 40% de las instalaciones agotaron su vida útil por no haber realizado la reposición de la capacidad funcional perdida, planteando un alto riesgo operativo que afecta a los usuarios y a la escasa oferta de generación existente con un alto grado de vulnerabilidad ante contingencias simples”.

Un estudio del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), que depende de la UBA y el Conicet determinó que el peso del salario (de los registrados con más de 1 año de antigüedad) en relación a las tarifas públicas energéticas es más alto aún que durante el gobierno de Macri.

La Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio de Economía viene de imputar a 95 empresas eléctricas por haber incluido en las facturas “tasas o cargos ajenos al contrato entre el proveedor y el consumidor”. A pesar de la fuerte desregulación en el control del Estado por parte del Gobierno de Milei, pareciera que no alcanza a saciar la sed de ganancia de las empresas privatizadas.

La bronca contra las privatizadas se extiende a lo largo y ancho del país y en el verano, ante la degradación de las condiciones de vida, los cortes de luz pueden ser más nafta al fuego. Es necesario que esto se exprese con urgencia en las calles, para frenar los tarifazos y evitar los cortes. Sumado a debatir la única salida viable: la nacionalización de los servicios públicos bajo gestión de trabajadores, usuarios y técnicos.

 

Fuentes: El Destape, Resumen Latinoamericano, La Izquierda Diario, ENAC, Red Eco Alternativo, ISEPCI

 

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