Este viernes 2 de mayo en La Casa del Pueblo de Lanús, una treintena de compañeres se reunieron a ver y debatir con sobrevivientes de aquella época el documental Parapolicial Negro, que relata la historia delictiva de dos de los responsables de la Triple A más cercanos a José López Rega, la impunidad y saña de sus crímenes, y el cinismo con el que la esposa de uno de ellos negaba todo, a la par que dejaba entrever que Isabel Martinez de Perón (aún viva y amiga de la vicepresidenta Victoria Villarruel), sí conoce los detalles de dichas acciones.
Por Luna Roja.
Fueron panelistas y abrieron el debate Nora Saldúa, militante del PST y sobreviviente de la masacre de La Plata y Rodolfo Giardino, militante del PRT.
Nora abrió el debate dando el contexto político del que el documental en gran medida carece, encuadrando en el proceso de ascenso de lucha de clases la vuelta de Perón. El auge de lucha de clases del Cordobazo en adelante había tirado abajo la dictadura y levantado la proscripción del peronismo, a la vez que en miles de fábricas se recuperaban comisiones internas y cuerpos de delegados.

Ante ese escenario, el General apenas llegado a Argentina, el 1ro de octubre de 1973 firma un documento reservado (Robles, 15/10/23) en el que pone en marcha la represión parapolicial que luego es reafirmada a su muerte por los decretos de aniquilamiento de la subversión de 1975, en su momento secretos, que ponen en marcha el Operativo Independencia y respaldan todo el accionar parapolicial desplegado. La compañera relató además la Masacre de La Plata de septiembre de 1975 donde se asesinó a 5 militantes del PST y apenas saberse de la aparición de los cuerpos en Ensenada, a 3 compañeros/as más que se disponían a volantear denunciando el hecho.
A continuación Rodolfo Giardino comentó su propio recorrido como integrante de la Compañía de Monte Ramón Rosa Giménez del PRT-ERP, habiendo sido apresado en 1974 en el intento de copar un cuartel del ejército en Catamarca. Como comentó el compañero, recibió la orden de “salvar la vida” de un compañero gravemente herido llevándolo a un hospital, donde era sabido sería detenido. Fueron miembros de la Triple A quienes lo torturaron, Villar, mostrando los vasos comunicantes entre represión estatal y paraestatal. El compañero enfatizó así mismo, el contexto ya señalado por Nora Saldúa.

Luego al abrirse el debate intervinieron otros compañeros de aquella época que habían asistido a la actividad, lográndose algo quizás impensado hace una década o dos que es el debate político fraterno entre ex compañeros del PRT y del PST, así como el debate intergeneracional entre compañeros que asisten a las marchas de jubilados todos los miércoles, y otres por ejemplo despedidos de Shell contando el conflicto que atraviesan, la Asamblea Autoconvocada Lanús Resiste, o la comisión Vecines Justicia por Campomar.
Entre los compañeros de mayor edad Daniel De Santis hizo una intervención política donde recordó su rol como delegado de Propulsora Siderúrgica, destacó que el exilio de López Rega fue gracias a las coordinadoras interfabriles y que quizás mientras el PRT llamaba en marzo del 76 “Argentinos a las armas”, el tenor de muchos contactos obreros que iban interpelando era el de “agacharse y dejar pasar el guadañazo”, algo quizás imposible para miles de militantes revolucionaries que ya habían pasado obligades a la clandestinidad; pero que demostraba no sólo que la clase obrera no estaba derrotada, sino que tenía sus propias lecturas políticas. De hecho cabe recordar (Pozzi, 1988) que durante toda la dictadura se produjeron conflictos obreros de mayor o menor intensidad y fue la propia movilización popular después del entusiasmo y posterior desilusión ante la guerra de Malvinas, la que volteó a la dictadura e instauró la democracia.

A continuación el compañero Eduardo Castellano, ex PST de Tucumán, comentó sobre la propia estructura armada indispensable para llevar adelante en aquella época siquiera asambleas en la universidad, en una época en la que la violencia no sólo provenía de la derecha peronista (y su brazo paraestatal, CNU, CDO, Comando Libertadores de América, JPerra), sino también del muy arraigado macartismo presente en Montoneros, que incluso suscitó diálogos entre las direcciones del PST y del PRT para instar a Mario Firmenich a cesar las hostilidades. El compañero tuvo que exiliarse de Tucumán hacia Quilmes donde cayó detenido pasando 4 meses en El Infierno, Avellaneda entre otros centros clandestino.
El compañero declaró en la CONADEP, en el juicio a Etchecolatz y recientemente en el juicio Brigadas, teniendo la suerte de contar con un oído y una memoria excelente y acusando a decenas de genocidas, que por supuesto no todos fueron condenados en relación a sus crímenes. Según recuerda, los guardias del Infierno, pensaban que ese era un centro clandestino exclusivamente de exterminio, y al no contar con su supervivencia hablaban de más: por eso pudo dar cuenta de cómo administraban trasladando a “la maternidad” (el pozo de Banfield) a las detenidas que llevaban a término su embarazo, y además escuchó más de una vez entre estos sicarios a sueldo hablar con miedo de “los guerrilleros”, y echarse en cara que ante el menor apriete ellos se entregaban unos a otros, mientras que “los guerrilleros” no cantaban a sus compañeros.
Como señalaba el documental, y señalaron varios compañeros, la Triple A no era una organización piramidal, sino más bien se dividía por zonas y tipo de objetivos (sindical, universitario/académico, etc) el asesinato de listados de nombres que les pasaba su autoridad política, la derecha peronista. Por eso, cuando el Rodrigazo, las coordinadoras interfabriles que funcionaron durante 25 días seguidos, no sólo hicieron renunciar a Celestino Rodrigo, sino también a López Rega, ministro del interior y responsable de la Triple A, como se muestra en el documental. Sin embargo, los crímenes de la triple A continuaron, siendo la misma finalmente infiltrada por la policía y el ejército hasta que éste se decidió ejercer el poder sin mediaciones a partir del 24 de marzo de 1976.
En ese recorrido en democracia y bajo un gobierno peronista la Masacre de La Plata no sería la única masacre a cargo de grupos parapoliciales: la primera fue la Masacre de Ezeiza con la que Perón recibió a la juventud de izquierda respaldado por la cúpula de lo que sería la Triple A. Otro caso emblemático sería la Masacre de Pacheco, el 29 de mayo de 1974 que tendría por objetivo un local en ese distrito del PST.
El debate discurrió por diversos lugares, en particular por las continuidades y rupturas del poder político y de la organización revolucionaria de izquierda en las últimas décadas. Claramente la izquierda ha sufrido una ruptura generacional de la que fue muy difícil reponerse, y de la que recién en actividades como esta se comienzan a poner balances en común entre corrientes que grandes franjas del activismo se pasaron décadas oponiendo como irreconciliables: PST y PRT.
Así mismo, se pudo ver en el ciclo de luchas iniciado en el 2001 el rechazo al neoliberalismo de amplias franjas de la sociedad, aunque, como marcara un compañero: 7 años de dictadura y 42 de democracia para que las masas buscando rechazar lo anterior por caminos que resta bastante discutir para entender sin hacer análisis simplistas terminen votando a Milei. Un Milei cuyo surgimiento “de la nada” no es para nada ingenuo, después de todo, como recordó el compañero Hernán Ouviña el símbolo de la motosierra que se pasa de las manos de Milei a las de Elon Musk no lo inventó el primero, sino que es el símbolo de la violencia parapolicial en Colombia.
Y hoy hemos normalizado el genocidio de Palestina, y el genocidio a cuentagotas o no tanto en América Latina (México lleva 40000 desaparecidos en los últimos años). Será que no entendemos estos procesos como análogos a los del Plan Cóndor porque no están ideologizados en perseguir al enemigo comunista sino a otros sujetos que, como recordó otra compañera, son aquellos sectores pobres que más acostumbrades están a la violencia policial y que más dispuestxs están a pasar a primera línea, como se vio en Chile…
¿Qué papel juega la propia agenda de la democracia en invisibilizar todas estas continuidades? ¿Qué papel juega el bozal mediático que las misma con su aparataje legal y la hiperexposición de las redes sociales le impone a amplias franjas de militantes revolucionaries? ¿Qué papel paralizante juega el que nos muestren lo inmenso de la represión antes de salir de casa… o para que no nos animemos a salir de casa? Como dijo una compañera, todes sentimos miedo de luchar, y lo transitamos. No es el miedo lo que nos paraliza, es la impotencia, y la misma se supera saliendo de la soledad de la pantalla y buscando organizarse.
Este fructífero debate lo organizó la Campaña por la Expropiación de la Comisaría 3ra de V. Alsina para un Espacio de Memoria en Lanús. Nuestro distrito no tiene un espacio de Memoria, y tiene 400 desaparecidos y varios centros clandestinos sin investigar, incluso dos (Campomar y Fabricaciones Militares) cuyo reconocimiento es resistido por sectores políticos del distrito a pesar de las numerosas pruebas (ex detenidos, hallazgos de huesos, etc) que cajonea en La Plata y en Comodoro Py la justicia burguesa.
El único Centro Clandestino de Detención señalizado en el distrito por el Estado es la Comisaría 3ra. Reconocido pero jamás investigado pese a que por allí pasaron Nilda Eloy, compañera de Jorge Julio López, les sobrevivientes de la Noche de los lápices y el joven Pablo Miguez homenajeado con una escultura en el Río de la Plata. Así como pedimos en general la apertura de los archivos de 1974 a 1983 de todas las dependencias policiales, del ejército, estatales y eclesiásticas, pedimos la desafectación de la Comisaría 3ra que aun funciona allí y la reconversión en un espacio de memoria de raíz comunitaria que defienda los DDHH de ayer y de hoy.
Pedimos su adhesión. Si esta nota y nuestra campaña les parece interesante comunícate con nosotres vía el ig: @xlacomisaria3ra
Notas:
Pozzi, Pablo (1988). Oposición Obrera a la dictadura (1976-1982), Editorial Contrapunto, Buenos Aires
Robles, Andrea (15 de octubre del 2023). 50 años del “documento reservado” de Perón: Rucci, la triple A y la “guerra al marxismo”. La izquierda Diario, Semanario. Disponible en: https://www.laizquierdadiario.com/50-anos-del-documento-reservado-de-Peron-Rucci-la-Triple-A-y-la-guerra-al-marxismo