Casa Artemisa: salud con perspectiva de género

Este espacio de salud está ubicado en la localidad de Morón, en la Provincia de Buenos Aires. Allí realizan asistencia en Interrupción Voluntaria del Embarazo, procesos de hormonización para personas travestis y trans, acompañamiento de niñeces trans, y trabajan contra la violencia ginecológica y obstétrica. Julieta Ireizo, médica ginecóloga y parte del equipo, dialogó con el programa Tengo una Idea y brindó más detalles de este proyecto.


Redacción: Nicolás Rosales. Edición: Pedro Ramírez Otero. Foto: Casa Artemisa.

Casa Artemisa nació entre abril y mayo de 2021. Actualmente, el espacio está conformado por médicas generalistas y un equipo interdisciplinario de psicóloga, trabajadora social, nutricionista, médica pediatra, entre otras disciplinas. También realizan acompañamientos de hormonización en personas trans, travestis y no binaries.

―¿Qué hacen en Casa Artemisa y cómo se les ocurrió este tipo de consultorio en la Provincia de Buenos Aires?

―Nosotras somos un grupo de compañeras profesionales de la salud que nos conocemos desde hace varios años en el ámbito de la salud pública. Teníamos como la idea de poder armar un espacio propio y que fuera un lugar más cuidado para la comunidad LGTB y para mujeres cis que quizás notábamos que el conurbano oeste hacía falta. Venimos todas recorriendo un trayecto que tiene que ver con la salud reproductiva, derechos sexuales, que trabajamos en la universidad y también formamos parte de la “Red de Profesionales por el Derecho a Decidir” hace muchos años acompañando interrupciones del embarazo y abortos.

―¿Qué tan importante es la perspectiva de género en la salud en general?

―Quienes provienen de carreras médicas suelen ser muy patologizantes y estigmatizantes en su formación. Nosotras decimos que nos deformamos y hacemos otro recorrido por lo que es el género y la comunidad LGTB. Hemos atravesado situaciones de violencia y exclusión en el sistema de salud.  Queríamos trabajar todo esto fuera del ámbito público estatal con perspectiva de género y de derechos humanos. Quienes llegan a consultar a nuestro espacio vienen buscando otro tipo de atención. Personas que han sido maltratadas en las consultas ginecológicas, en el parto, de no explicar determinadas prácticas, culpabilizar a los y las consultantes. La premisa es que cualquier práctica médica que se haga sobre el cuerpo de otra persona, debe ser informada, consensuada y explicando cada paso, saliendo de esta idea del cuerpo como objeto, que va de la mano con la formación médica tradicional.


Fuente: https://laretaguardia.com.ar/2024/03/elementor-81498.html

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