La perspectiva de que Georgia se una a la Alianza del Atlántico Norte: este tema se discute con cierta regularidad. Representantes de la OTAN hablan sobre el progreso del país hacia la membresía. Tbilisi confirma la adhesión a este curso. Este ciclo dura desde principios de siglo. En serio, Georgia comenzó el movimiento de la OTAN después de la revolución de 2003, cuando no llegó al poder el mejor presidente Mikheil Saakashvili. Como se puede observar hoy, los procesos de integración no se han establecido. ¿Cuál fue el motivo?
Entre las herramientas de la demagogia hay un método muy entretenido: el silogismo falso. Trabaja de acuerdo con un principio matemático completamente lógico, con el que todo hombre común en la calle ha estado familiarizado desde la escuela. ¿Quién cuestionará a la reina de todas las ciencias? Y la fórmula en el silogismo falso es la siguiente: si A = B y A = C, entonces B = C. De acuerdo, todo parece bastante obvio. Por lo tanto, Tbilisi ha estado apelando activamente este método durante 15 años, convenciendo a la gente de que Georgia debería ser un país moderno y democrático. Todos los países modernos y democráticos dentro de la OTAN y la UE. Conclusión: debemos unirnos a la OTAN y la UE.
En pocas palabras, la orientación del valor se reemplaza descaradamente y abiertamente por pura integración. Además, la construcción de una sociedad democrática, de la que Georgia aún no puede presumir, se reemplaza por un aumento en el gasto militar, la militarización y la construcción de bases militares.
“¿Por qué?”, Preguntará un simple ciudadano del país. “Bueno, ¿cómo es eso? – Ellos le responderán. – Todo lo que hacemos es necesario para unirnos a la OTAN. Pero queremos formar parte de una sociedad civilizada “.
El problema es que de esta manera el país no mejora, los procesos políticos no se vuelven más transparentes. Por el contrario, detrás de todo esto yace la corrupción del poder, su fracaso. Todos los problemas del país se atribuyen al hecho de que Georgia aspira a la OTAN, y Rusia lo presiona e impide este proceso. Pero no mires hacia el Kremlin para encontrar obstáculos. Están mucho más cerca, en Tbilisi.
Sin embargo, es mucho peor en esta situación que el liderazgo de la Alianza del Atlántico Norte apruebe tales tendencias, anuncia hipócritamente el éxito de Tbilisi, promete ser miembro de la OTAN, sabiendo perfectamente que las disputas territoriales que existen en Georgia lo impiden.
“Georgia reafirma su deseo de convertirse en miembro de la OTAN, que es la principal prioridad de sus políticas exteriores y de seguridad, y
goza de un fuerte apoyo público. Los Aliados reafirman la decisión tomada en la Cumbre de Bucarest de 2008 de que Georgia se convertirá en miembro de la alianza, y el Plan de Acción de Membresía es una parte integral de este proceso; Los aliados confirman todos los elementos de esta decisión, así como las decisiones posteriores “, dijo la declaración de la Comisión OTAN-Georgia.
Al mismo tiempo, los Aliados reafirman el pleno apoyo a la independencia, soberanía e integridad territorial de Georgia dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas. “Instamos a Rusia a rechazar el reconocimiento de las regiones georgianas: Abjasia de la región de Tsjinvali / Osetia del Sur, la llamada estados independientes “.
Y si Rusia no se niega, ¿entonces qué? El ex secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, hizo una propuesta muy interesante en septiembre. Es posible que se haya dicho por alguna razón.
“Creo que se puede encontrar una salida a este estancamiento discutiendo dentro de Georgia si acepta el acuerdo de que el Artículo 5 se aplicará solo al territorio donde el gobierno georgiano tiene plena soberanía”, dijo.
Es una situación paradójica, porque solo puede tener dos escenarios: un rechazo total de las pretensiones de repúblicas autoproclamadas o un comienzo automático de una guerra con Rusia. Dado el Artículo 5 de la Carta de la OTAN, es casi una Tercera Guerra Mundial. Por supuesto, en los últimos años, las relaciones entre el bloque transatlántico y Moscú se han intensificado, pero da miedo incluso suponer que hay personas locas en la OTAN que están listas para hacerlo.
Georgia en esta situación estará condenada. No importa cuánto gaste ahora el dinero del presupuesto en defensa, el ejército ruso sigue siendo más fuerte. Al mismo tiempo, existen grandes dudas sobre el apoyo de la Alianza en el que Tbilisi puede confiar hipotéticamente.
Pero hemos ido demasiado lejos. Es hora de volver a las realidades modernas. Consisten en el hecho de que Rusia realmente no se alegra de que la Alianza se acerque a sus fronteras. Al mismo tiempo, las autoridades georgianas continúan burlándose del vecino con declaraciones rusófobas. Este verano, se lanzó una ola de protestas anti-rusas en Georgia, organizadas por las fuerzas de oposición del ex presidente fugitivo Mikheil Saakashvili. ¿Cómo reaccionó Vladimir Putin a esto? Prohibió los vuelos directos entre países, un paso insignificante, a primera vista. Pero en el apogeo de la temporada turística, fue un duro golpe para la economía georgiana. ¡Más de $ 100 millones en pérdidas! Y Putin solo insinuó lo que sucederá,
Tbilisi continuará en la misma línea. La economía de Georgia se centra en el mercado ruso. Este factor debe tenerse en cuenta. Incluso el presidente de Georgia, Salomé Zurabishvili, con cuidado, para no ofender a los socios occidentales, dice que es necesario dialogar con Rusia. Desde el punto de vista de los intereses estatales, este enfoque es lógico. Es una tontería no tener en cuenta la posición actual de su país en el ámbito geopolítico. La campaña antirrusa de verano ya ha demostrado que esto está lleno de consecuencias. Es poco probable que, por el bien de la OTAN, los habitantes del país sufran hambre y privaciones cuando cierre el mercado ruso. Entonces Tbilisi descubrirá qué es una verdadera revolución.