La mujer, oriunda de Fraile Pintado, fue fundadora del Consejo de Organizaciones Aborígenes de Jujuy y logró la reivindicación del pueblo ava guaraní.
22/05/2020
Cuando el otoñal mes de mayo desojaba en el calendario del tiempo su día 22, una infausta noticia enlutaba el corazón de los pueblos originarios, ante la partida de la máxima líder y guía espiritual del pueblo guaraní, la campinta Gloria Estela Pérez. Hoy se recuerda el décimo quinto aniversario de su fallecimiento de una gran mujer que, tras una histórica lucha, logró reivindicar a su pueblo y se constituyó en fundadora del Consejo de Organizaciones Aborígenes de Jujuy (COAJ)
Gloria Pérez, había nacido el día 2 de diciembre de 1952 en la comunidad guaraní de Fraile Pintado en el departamento Ledesma. El despertar de su juventud, la encontró levantando en alto la bandera de su amado pueblo, transformándose en la iniciadora de un proceso en pos del reconocimiento del pueblo ava guaraní. Trabajó incansablemente en la búsqueda de herramientas que les permitió recuperar las tierras y territorio usurpados, reconociendo que la lucha sería larga y difícil.
Con estos conceptos la definen y la recuerdan integrantes de la comunidad guaraní de San Pedro y La Esperanza, reiterando el agradecimiento a su “cuña campinta guazu”, quien además bregó por la formación y capacitación de los jóvenes, con la premisa de que serían ellos los que continuarían con la lucha y le darían continuidad al proceso. Para hacer posible la proyección y la permanencia en el tiempo de su pueblo, no dudó en brindarle los medios, conformando cuadros dirigenciales con jóvenes idóneos en diferentes temáticas, como identidad, cultura, salud, educación y política.
Fue reconocida a nivel nacional e internacional por su trayectoria en la política indígena, logrando que se realizara la reforma de la Constitución Nacional, en el año 1994, y en donde se estableció que los pueblos originarios son preexistentes al Estado argentino.
Hoy la comunidad ava guaraní, recuerda a la luchadora incansable e indiscutida líder espiritual, que supo trasmitir su sabiduría a las generaciones, que hoy realzan las banderas del “ñandereko”.