Licencia para quemar: una historia sin fin en el delta
Las quemas nunca paran en esta tierra de sauces, juncos, canales y arroyos. Pero es mucho más que humo lo que ocurre en el delta del río Paraná, uno de los más grandes del mundo. Empresarios del agro y la urbanización de lujo convirtieron los humedales en una sociedad anónima, mientras los funcionarios se arrojan las brasas unos a otros. El delta, hogar de unas doce millones de personas y una profusa biodiversidad, serpentea a lo largo de 320 kilómetros desde Diamante, en Entre Ríos, pasando por Santa Fe hasta la desembocadura en el Río de la Plata, en territorio bonaerense. “Incendios hubo casi siempre”, confirma el naturalista santafesino César Massi. Con su colega Enrique Sierra, de San Pedro, identificó con precisión los focos que quemaron miles de hectáreas las...