En otro paso importante de nuestra autodeterminación, el domingo 2 de septiembre comenzamos la construcción de un Taller que tendrá como principal objetivo el desarrollo cultural y económico de la Comunidad.
El nuevo espacio centralizará los trabajos en diversos oficios como la cestería, la alfarería, la carpintería y otras, por lo que profundizará algunas de nuestras prácticas tradicionales. También será una herramienta para expandir el mensaje y la identidad de Punta Querandí hacia afuera, transmitiendo los valores de la comunidad: el respeto a los ancestros y a la naturaleza, la reconstrucción de la historia desde el punto de vista de los pueblos originarios y las demandas por el cumplimiento de nuestros derechos culturales y territoriales en la Buenos Aires contemporánea.
En febrero anunciamos como nuestros próximos objetivos la ampliación del Museo para abrir una biblioteca, la inauguración del Monumento al Yaguareté y la construcción de una Maloka (vivienda colectiva). Con los dos primeros proyectos ya consumados y el tercero en proceso avanzado, damos inicio otro desafío.
La nueva construcción estará ubicada entre el gallinero y el Museo Autónomo de Gestión Indígena, sobre el territorio tradicional de la Comunidad, el cual sufre dos juicios de desalojo por parte del empresario ultracatólico Jorge O’Reilly, responsable con su firma EIDICO de la construcción de barrios privados en miles de hectáreas de la región.
A su vez, la creación de este nuevo espacio brindará un mayor orden al territorio, al tener un lugar específico para las herramientas, materiales y algunas pequeñas maquinarias.
Desde hace una década, Punta Querandí es sede de diversas enseñanzas con materiales naturales como la totora, el junco, la arcilla, la paja brava, las cañas o las maderas. Ahora es el tiempo ir del aprendizaje a la generación de trabajo. “Estamos dando este paso porque los saberes están, necesitábamos un espacio donde poder transformarlos en algo productivo para la Comunidad”, señala Soledad ‘Jasuka’ Roa del Consejo de Mujeres.
La construcción del Taller será colectiva, con la coordinación de Alberto Aguirre del Pueblo Qom y miembro de Punta Querandí, quien transmitirá sus conocimientos para levantar cabañas de madera en palafito (como el Museo).
Alberto coincide con Sole: “Nos vimos en la necesidad de crear un espacio físico donde desarrollar algunos micro emprendimientos destinados a generar recursos económicos para Punta Querandí por medio de nuestros saberes”.
En el Taller se va a producir un trabajo colectivo para sustentar la Comunidad y el territorio, pero Jasuka aclara: “No es sólo una necesidad económica sino también de producir memoria, historia, identidad a través de las distintas tradiciones, oficios y materiales”. Dicho de otro modo, esta producción será parte de nuestra resistencia cultural y dará más fortaleza a Punta Querandí.
DERECHO AL DESARROLLO Y LA AUTODETERMINACIÓN
Los distintos espacios señalizados y construidos en el territorio de Punta Querandí hablan de su desarrollo como Comunidad Indígena. La parte espiritual se ha consolidado a través de la Apacheta y el Opy; mientras que con la Maloka se recupera una arquitectura ancestral. Otros sectores tienen que ver con el sustento alimenticio (huerta, vivero, gallinero, horno de barro) y otras instalaciones son de uso diario como el Salón Comunitario Cacique Manuá, la cocina, el quincho, los baños y el tanque de agua potable. Mientras que el área educativo y de reconstrucción histórica son abordados desde el Museo Autónomo de Gestión Indígena y la Biblioteca de Pueblos Originarios y Descolonización, que suma ejemplares cada semana con nuevas donaciones.
La construcción del Taller es otro paso con el que ejercemos el derecho a la “libre determinación” de los Pueblos Originarios en lo que respecta al “desarrollo económico, social y cultural” (Declaración de la ONU sobre Derechos Indígenas).
Fuente: https://puntaquerandi.com/2018/09/15/la-comunidad-de-punta-querandi-comenzo-a-levantar-su-taller/