Gremios y empresarios discuten los alcances del DNU.
La miniserie del bono de fin de año también incluye a los sindicatos que no accedieron a su reapertura paritaria 2018. Desde ya el pago adicional, en modalidad y cifras, está lejos de coronarse en los valores de años atrás para el sector privado e incluso el DNU habilitante expresa que puede ser absorbido como monto de la renegociación salarial. Para citar un caso testigo en paritaria referencia la UOM de Antonio Caló aspira a llegar al 40% para el corriente y hasta el momento, según expresaron desde esa organización a BAE Negocios, no se contempló la posible efectivización del bono como parte de la reapertura.
En la vereda empresaria metalúrgica consideran al bono como “inviable” y lo expresaron en números, “dicho pago representaría el 15% del salario inicial de un trabajador metalúrgico”. Con lo cual el final de cualquier negociación más que con final abierto aparece como incierto. La pulseada salarial docente bonaerense no es menor, están a punto de cerrar el año lectivo sin haber acordado la mejora, con lo cual el pago adicional suena a utopía. De hecho según confirmaron los sindicatos de maestros y profesores de la Provincia de Buenos Aires, se debatía anoche en ese foro decretar una nueva medida de fuerza para antes de fin de mes.
Para sumar otro caso representativo el Sindicato de Alimentación que Rodolfo Daer reclama que las patronales abonen en noviembre la última cuota del 6% del acuerdo salarial prevista recién para enero próximo. También aquí el adicional extraordinario devalúa su calificativo de “obligatorio”. Hasta la semana que viene están bajo conciliación obligatoria, intermedio del plan de lucha de ese gremio.
Entre los abogados laboralistas se consideró de mínima “objetable” la redacción del DNU, pero recomendaron prestar atención a una parte del texto donde se determinó que empresarios y organizaciones sindicales podrán establecer que con el importe del bono “se computen hasta dicho monto, a cuenta de las sumas que se pacten en concepto de revisión salarial de la pauta correspondiente a la negociación colectiva de 2018”.
En esa línea el letrado Luis Roa remarcó que el DNU “no dice cuáles son los parámetros para definir la crisis o la declinación productiva, ni que procedimientos utilizar (el decreto 328/88, el Procedimiento preventivo de crisis), con el debido derecho a la información” toda una señal que el abogado estimó que para el mundo de trabajo y de la política laboral/salarial del Ejecutivo “no puede sorprender ni a propios o extraños”.
Para sustentar en comparación directa un tiempo no lejano en el pasado el portal infogremiales.com recordó los valores de bonos acordados en 2014. Esa nómina incluyó a los Aceiteros con $11.740; Bancarios $7.500; Petroleros $6.000 y Peajes con $5.200) para citar algunos casos. Es obvio considerar que para ese año el nivel de paritarias respecto de la inflación, amén del cuestionado Indec del gobierno anterior, la diferencia de acuerdos salariales con el presente puede medirse en un valor tangible en cuanto a protestas y movilizaciones, muchas de ellas sustentadas contra el Impuesto al Sueldo, calificación que los sindicatos aplican a la quita salarial por Ganancias. Nada es casual, para la cumbre de los sindicatos transportistas de la CATT que deliberarán hoy en La Fraternidad, el bono y Ganancias serán tópicos de un debate que se presume de alta sensación térmica, lejos de un paro pero con ejecución de asambleas en lugares de trabajo.