El próximo 18 de febrero será la fecha donde se vence el plazo de suspensión de la resolución 246/18 del Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires, según informó la ONG Naturaleza de Derechos. Esto significa abrir las puertas al uso de agrotóxicos para fumigaciones en zonas cercanas a escuelas rurales, viviendas, reservas naturales, arroyos y lagunas a cero metros de distancia.
Por Federico Paterno.
Hace pocos días el medio digital Chacabuco en Red denunció como una vecina advirtió que fumigaron a pocos metros de su vivienda: tengo una nena de 12 años, que es alérgica y un bebé de 50 días, y eso es tóxico, manifestó. Desde la Campaña Paren de Fumigarnos, informaron que los vecinos del paraje La Porteña, en la ciudad de Tandil, confirmaron a través de una denuncia establecida por fumigar con agrotóxicos en el sitio lindero entre la Escuela 33 “Guillermo Enrique Hudson”, y un potrero. Esta fumigación violó la ordenanza asunto 219/11, artículo 7, la cual establece la prohibición de agrotóxicos a 150 metros de distancia de las escuelas. “Hubo denuncias anteriores. Yo misma lo hice hace nueve años, cuando mi hijo ingresó a esta escuela, como otros padres, pero no hubo grandes cambios desde el Municipio. Nos enteramos de que en Tandil todas las escuelas rurales son fumigadas”, aseguró una de las vecinas denunciantes al medio periodístico de Tandil El Eco.
Estos son sólo algunos de los ejemplos que demuestran la violación de una ordenanza que mantiene un mínimo resguardo ante las fumigaciones con venenos que matan, y producen enfermedades letales como el cáncer. En el año 2019 AMGER, el sindicato docente de Entre Ríos, advirtió que son 1023 las escuelas en riesgo de ser fumigadas en la provincia. De esta cantidad de instituciones educativas, mas del 80% ya fueron fumigadas con agrotóxicos. Ana zabaloy murió en junio del año pasado a causa de las fumigaciones que padeció en la ciudad de San Antonio de Areco, de donde era oriunda ella, con el cargo de directora de la escuela número 11 de la ciudad. En una de las entrevistas que ANCAP logró tener con ella, explicó: “Una mañana en pleno horario escolar fumigaron con 2,4 D pegadito a la escuela. Lo inhalé accidentalmente saliendo a la puerta de la escuela, estuve con la cara paralizada varios días y con problemas respiratorios que me duraron meses. Esto fue una toma de conciencia de la realidad muy fuerte”. Es importante aclarar que el 2,4D es ácido diclorofenoxiacético, es un agrotóxico utilizado en reemplazo del glifosato, pero ha sido prohibido en varios lugares del mundo, y la OMS lo ha colocado en la categoría 2B, como posible cancerígeno en humanos, afecta el hígado y puede generar trastornos en la reproducción y malformaciones congénitas.
Medardo Ávila Vázquez es pediatra e integrante de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, hace muchos años viene advirtiendo a través de informes y relevamientos lo grave y peligroso del uso de agrotóxicos en lugares poblados. Sin ir mas lejos los últimos datos de la ONG Naturaleza de Derechos revela, que a nivel nacional la exposición a estos venenos letales es de 11,9 litros por persona y por año. No obstante esto, en las zonas agrícolas estos números son mas altos, debido a la mayor exposición que tienen a las fumigaciones. Cuando hablamos de exposición a los agrotóxicos, significa que es una población expuesta a sufrir cánceres, malformaciones congénitas, muerte al nacer, abortos espontáneos, hipertensión del embarazo, hipotiroidismo, asma, trastornos del espectro autista, enfermedades neurológicas como Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple y depresión. El último encuentro de Pueblos Fumigados en la provincia de Córdoba en el 2019 indicó “Los 4.200.000 hectáreas de soja y los 2.300.000 de maíz reciben fumigaciones que suman más de 97 millones de litros de agrotóxicos por año. Que, como es de público conocimiento, menos del 15% de esos venenos quedan en el lote donde se aplicaron y el resto contamina el ambiente donde vivimos todos. Que esos casi cien millones de litros de agrotóxicos significan una carga de exposición de 27 litros para cada habitante de nuestra provincia (Córdoba), cuando en todo el país la carga de exposición es de 11 litros”.
Las escuelas fumigadas son un problema sin solución, los gobiernos cambian y las fumigaciones continúan. La organización Docentes por la Vida denunció en 2019 “Los sentimientos de angustia, miedo, impotencia, bronca, soledad, etc. se repiten una y otra vez. Hasta cuando podremos soportar tantas injusticias!!! Cuándo se dará cuenta el pueblo entero de que nos están matando lentamente. Que no habrá futuro para nuestros hijos si no frenamos YA esta bomba química!! Está demostrado con cientos de estudios científicos las gravísimas consecuencias para la salud que traen los agrotóxicos”, este relato es de una docente de la EP n°10 de la localidad de Alta Vista distrito de Saavedra. Cabe destacar que este lugar cuenta con una ordenanza donde no se puede fumigar a menos de 500 mts.
Según datos recientes del periodista Patricio Eleisegui, el gobierno de la provincia que conduce Axel Kicillof plantea continuar la suspensión de la resolución que permite fumigaciones, ya advertidas en esta nota. El gobierno no piensa en la derogación, sólo en ampliar el tiempo de suspensión. Lo que convierte a esta decisión en un parche para frenar los reclamos que se podrían acercar. No obstante, no hay un cambio de fondo que habilite a pensar que es otro el eje de pensamiento respecto a las fumigaciones que envenenan a poblaciones enteras y matan a niños y niñas con enfermedades que las mismas provocan.
Según informó la Red Agroforestal Chaco Argentina: Los datos estadísticos posicionan a la Argentina como el país con más ingreso de glifosato. Se estima que por año ingresan 500 millones de litros/kilogramos del agroquímico que afecta directa e indirectamente a 13 millones de personas. En aquellas provincias con un índice de mayor fumigación (como Salta), se calculan 15 litros/kilogramos por persona por año.
La resolución que vence en pocas semanas, tiene consecuencias graves sobre las viviendas, escuelas, arroyos, lagunas, etc. Será decisión del nuevo gobierno ver que cauce tomar frente a las enfermedades tempranas en niños y niñas de las escuelas rurales. La responsabilidad es política y no se puede eludir. Las fumigaciones se siguen cobrando vidas.