El 1 de julio de 2019 Matías Iberra fue encontrado muerto y golpeado en la Comisaría Segunda de Merlo. La investigación judicial no avanzó en determinar qué le ocurrió.
Un año después de que Matías Iberra fue encontrado muerto y golpeado en la Comisaría 2da de Merlo, la investigación judicial no avanzó en esclarecer los hechos ni dio respuesta a sus familiares sobre las circunstancias que rodearon su muerte.
La noche del 26 de junio de 2019 Matías fue increpado por dos personas en una plaza del centro de la localidad de Merlo, Provincia de Buenos Aires. Lo acusaban de haber hurtado, junto con otras personas, un equipo de mate. Los denunciantes le sacaron su mochila y se dirigieron a la Comisaría Primera de la zona. Matías, que estaba en situación de calle, los siguió. La policía no encontró entre las pertenencias de Matías los elementos supuestamente hurtados. A pesar de ello, lo demoraron, el fiscal pidió su detención y el juez la convalidó. Le dictaron la prisión preventiva por no tener domicilio fijo.
El 1 de julio Matías apareció muerto en otra comisaría, la Segunda de Merlo. Estaba también golpeado. Pocas horas antes había sido trasladado allí desde la Comisaría Primera. Los efectivos policiales dejaron constancia de que al recibirlo ya había sido golpeado. Sin embargo, un certificado médico efectuado unas horas antes decía que no tenía lesiones visibles. No se alertó a ninguna autoridad de lo ocurrido, ni de las inconsistencias de la documentación. Las comisarías primera y segunda de Merlo fueron allanadas recién el 5 de julio, cuatro días después de los hechos.
El CELS interviene en la causa acompañando a les hermanes de Matías que al día de hoy no saben qué ha ocurrido con él, ya que transcurrido un año la investigación judicial ha avanzado muy poco.
La muerte de Matías ocurrió en medio de la crisis del sistema de encierro de la Provincia de Buenos Aires. El uso de la privación de la libertad como única respuesta a conflictos y violencias derivadas de la exclusión social y la pobreza condujo a un incremento acelerado de la cantidad de detenides.
La tasa de encarcelamiento provincial es de casi 300 personas privadas de la libertad cada 100 mil habitantes, una cifra superior a la media nacional (que es de 213 cada 100 mil).
En un sistema de encierro con una infraestructura vetusta y colapsada, la situación de las comisarías ya era es especialmente crítica al momento de la muerte de Matías, y en este tiempo empeoró aún más al alcanzar en mayo de este año la cantidad de 4700 personas presas en dependencias policiales, el pico histórico desde que en 2005. La Comisaría Primera de Merlo, con capacidad declarada para albergar de forma transitoria a 21 personas, tenía 50 detenidos en mayo de este año, mientras que la Segunda, con capacidad para 5 personas, tenía 28.
Mientras este sistema de encierro, declarado ilegal por distintas instancias judiciales, persiste, las muertes como la de Matías son tramitadas como consecuencias no deseadas, cuando en realidad son muertes anunciadas. En este aniversario acompañamos a les hermanes y familiares de Matías.