La aparición de un nuevo testigo sacudió la modorra de la causa que debería investigar la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado, que se encuentra paralizada. Una persona dice haber escuchado que “habían detenido un hippie”. Que le estaban sacando la información de quiénes eran los que estaban con él y finalmente se les había ido la mano. Sergio Maldonado pasó por el programa Oral y Público y en una extensa entrevista reflexionó acerca de cómo hacer para cambiar a la Justicia.
Entrevista: Fernando Tebele. Redacción: Nicolás Rosales.
—¿Cuándo fue que te enteraste sobre el nuevo testigo?
—Digamos que no lo puedo decir específicamente porque sería parte de lo que está en la causa. Pero sí fue hace un tiempo, y en verdad también con mucho cuidado y tratando de que se tomen los recaudos, porque en realidad al no haber juez, también hay que tener las garantías. No es que uno se puede presentar en una comisaría y hacer una denuncia, sino que hay que hacerla dentro de un lugar en el cual hubo que agarrar y contactar al fiscal y que se ocupara de tomar la declaración para que esté volcado en el expediente. Por suerte eso se pudo lograr, también con ese temor de lo siempre peligroso que es atestiguar o decir algo., Sorteado todo eso, se pudo lograr ese testimonio, que es muy válido, importante. Ahora está en manos de que le llegue a Lleral (Gustavo, el último juez que tuvo la causa) y obviamente no va a hacer nada. Habrá que esperar a que la Corte Suprema se expida con un juez que eso hace más de dos años que está detenido. Esos son los pasos a seguir.
Es medio como esperanzador por un lado. Pero también triste que no tengamos un juez y que no se pueda estar investigando algo que pasó hace casi cinco años. Y esto una vez más, digamos que el recorrido es el de la mayoría de los familiares. Esto de salir a buscar pruebas primero, después se lo encuentra, y después tratar de saber qué pasó, buscando justicia. Siempre los que tenemos que estar activando somos los familiares.
Siempre el Estado está ausente desde toda índole, desde todos los sectores y eso es una constante que en algún momento se debería cortar. Justamente ustedes como que siempre estuvieron militando mucho lo de Luciano Arruga. Bueno, lo de las similitudes: esto de salir a buscarlo, de que lo niegan, de que aparezca mucho tiempo después. Que los dos cuerpos aparezcan el 17 de octubre… no son cosas casuales, está como armado, todo preparado, todo es una manera de con una total impunidad y el único que lo puede hacer es el Estado, que tiene todas esas herramientas para poder hacerlo. Ahora estamos con este testimonio que es importante, pero pasan los días, y también genera más incertidumbre porque ya cada día se va perdiendo más. Por momentos es eso: que a veces hay que festejar algo. Aparece alguien y aporta un montón de datos, nombres y situaciones, horarios, días. Ya se tiene que poner a investigar esto. O por lo menos avanzar, porque parece que si hacemos el recorrido primero Santiago no estaba. Buscando videos y cosas que atestiguan que Santiago estaba ahí. Gendarmería no ingresó, después que ingresó, que no llegó al río, que los uniformados no habían entrado. Después se comprueba que habían entrado, etc. Todo el tiempo tenés que estar dando explicaciones y aportando datos cuando en realidad aportás uno e igual es como si nada. Eso también es muy desgastante.
—Además, cuando aparecen los datos surgen las preguntas como si tuvieran que responderlas ustedes, como por ejemplo: ¿por qué aparece cinco años después? Bueno, por todas estas cosas aparecen los testigos cinco años después. Justamente porque ustedes están diciendo allí en el comunicado que la persona que atestiguó lo hizo ante el fiscal Federico Baquioni hace semanas atrás. Así que presumimos que pasó más de una semana. ¿Saben que haya tomado alguna medida?
—El día martes que salió esto, yo en realidad, antes de salir a los medios, quería primero esperar a que saliera un comunicado o algo de la fiscalía, o que notificaran a Verónica (Heredia), que es la abogada. Bueno, me comuniqué con el fiscal, le mandé un mensaje. Me dijo que al otro día, el miércoles, que le iba a pasar a Verónica Heredia, que es la abogada. Eso no pasó. Hoy (el jueves) supuestamente lo pasaron. Y Otranto (Guido, juez de Esquel) está cargo porque es el juez. Que también tiene todas estas cosas la Justicia, es el juez que recusamos y como es el juez que está más cerca a donde está el fiscal es el que tiene que tomar lo que le pasa el fiscal y no puede ser parte porque fue recusado, o sea que se lo tiene que remitir a Lleral. Lo va a tener ahí, tampoco puede hacer nada porque en realidad está la causa paralizada hace 26 meses en la Corte Suprema a la espera de que se asigne un juez, así que lo que corresponde es que la Corte se expida de una vez para que esto se pueda empezar a dar una investigación con todo lo que aportó, que es importante.
—De lo que podamos aportar a la gente que está ansiosa por saber, son estos datos que ya se dieron, no podemos aportar nada más. Este tipo dice que escuchó estos diálogos. Si querés repetir las cosas más salientes, parece importante.
—Hay un montón de cosas, pero también al no ser público todavía es como que hay cosas que no se pueden mencionar. Y esto también tiene que ver con que vos cuando nombrás a alguien, de hecho acá sería más o menos si lo pienso en voz alta, cuando pasó lo de Echazu (gendarme, principal sospechoso) que todos los nombraban, entonces se presenta y quiere participar: ‘quiero que me periten la herida’, y se metió en la causa. Pasa lo de la causa de espionaje y apareció Gonzalo Cané. Siempre se te meten y te empiezan a embarrar la cosa y tienen acceso a la parte judicial y en este caso no sucedería eso. Pero digamos que tengo que ser cuidadoso porque en realidad tiene que haber una investigación. Entonces también no nombrar personas tiene que ver con otro tipo de cosas que van en la parte judicial. Una cosa es lo que se dice mediáticamente y otra es lo que se vuelca en el expediente. O sea, mediáticamente pueden salir y decir: ah sos vos solo, como dicen muchos políticos, y todo lo están en funciones. Ahora en el expediente es otra cosa. A veces esto de decir no tiene mucho sentido, porque por ahí es si es como medio para la tribuna, pero también en el expediente juega en contra. Es lo que a veces tenemos que ir aprendiendo con pruebas y errores que vamos teniendo. Pero en fin, lo que puedo reforzar de la persona que declara que
dice que escuchó a un grupo de gendarmes decir que habían detenido a un hippie, que lo habían llevado al puesto que tiene Gendarmería allá en la estancia de Benetton. Que le estaban sacando información para ver con quiénes estaba y quiénes eran las personas que estaban también ahí. Y después, al tiempo, no especifica días o meses, sino al tiempo, escucha a un grupo comentar que se les había ido, que se les había ido la mano y una serie más de situaciones que pone en lugares con nombres, horarios, todo muy detallado.
Que eso cuando se empieza a engarzar toda esta causa tiene un sentido. También que un gendarme de alto rango, como para no nombrar a quien, se comunicaba directamente, le pasaba el reporte Bullrich. Con lo cual Bullrich estaba al tanto desde el primer día de lo que iba sucediendo. Así es como que hay varios puntos que todo lo que refuerza es que hubo una desaparición forzada. Estuvo la detención. Estuvo la negación por parte del Estado, sabiendo que estaban en conocimiento de que Santiago estaba ahí. Y también lo que escucha en algún momento es que tienen que mover el cuerpo. Son datos muy específicos y cosas que tienen que ver con todo lo que fue pasando. Porque si recordamos que el 5 de agosto, 12 agosto y 18 de septiembre se hizo un rastrillaje y aparece en el mismo lugar el 17 de octubre. No es ninguna cosa tirada de los pelos, sino que tiene un sentido todo.
—¿Es un testigo de identidad reservada, o ustedes están tomando la precaución de no ponerle nombre para cuidarlo? ¿La justicia lo está protegiendo?
—No tiene identidad reservada, declaró con nombre y todo. Lo que pasa es que por una cuestión de respeto y de cuidado no se puede mencionar hasta que la parte judicial no se expida sobre esto.
—Seguramente aparecerá algún periodista carroñero de esos que ensuciaron la cancha todo el tiempo en la historia de Santiago y harán circular su nombre más que seguro en los próximos días, porque así manejan las cosas . Por eso te preguntaba…
—Cuando vos estabas diciendo esto, de cuando aparecen testigos o testimonios después de un tiempo, de hecho en los casos de lesa es algo común y a veces se cuestiona, pero incluso yo mismo al principio que por ahí enojaba con gente, para que diga y haga algo. Después empiezo a entender esto de los tiempos que se tienen en otros casos, sobre todo de abuso, de violencia de género, que muchas mujeres se animan a denunciar mucho tiempo después. Y acá me empecé a acordar, justamente hablando con otro medio, de lo que pasó en su momento con un testigo, que hubo una declaración, que era un testigo protegido en ese momento y después sale Bullrich y da a conocer el nombre que era Ariel Garzi. Entonces eso también era una bajada de línea y una posición tomada del gobierno de: “che, si vos declaras te van a conocer en todos lados”, y era una forma de no cuidarte. Eso también tiene que ver con la falta de protección y de cuidado de las personas cuando van a declarar. Así que por eso también es entendible a veces que uno se toma un tiempo, y que no es el mismo tiempo que tenemos los familiares, que queremos todo inmediato. Porque cada día que pasa, es cada día que nos alejamos… Pero bueno, hay que respetar también los tiempos y los silencios o las ganas de hablar de las personas que también terminan de algùn modo siendo víctimas. Lo veo de un lado como más compasivo, más humano. No todos podemos pensar lo mismo, yo lo interpreto de esa manera ahora, hace cuatro años y medio atrás lo veía diferente y recuerdo cuando apareció el testimonio de Nicasio Luna. Me enoje un montón porque digo, estuvo 20 días paseándose con una guitarra payando por la Patagonia y nosotros estábamos pidiendo por todos lados la aparición con vida de Santiago, y no fue capaz de salir a hablar. O sea, en ese momento me enojaba. Después entiendo, cuando él vuelve a Chile y sale y habla y era todo un testimonio. Bueno, el tiempo también hace que por ahí vayamos madurando o cambiando la forma de pensar y siendo un poco más compasivos en algunas cosas, o por lo menos entendiendo. Te puede tocar, te puede llevar por el lado de enojarte más o estar más tranquilo. No todos tenemos el mismo temple.
—Quiero preguntarte por un segundo testimonio que apareció esta semana, que circuló una entrevista que hicieron en Radio Nacional, allí en Esquel. Y bueno, entiendo que ese es un testimonio que todavía no se ha judicializado. Es solo una entrevista…
Yo lo escuché, o sea… no quiero opinar ni a favor ni en contra. Lo único que te puedo decir es que yo no me puedo focalizar en algo que sale justamente en la parte mediática. No puedo seguir eso y dejar de lado lo que ya está volcado judicialmente. Si este testimonio y esta persona que salió a hablar se presenta ante la justicia y lo dice ahí, bueno, ahí empezaremos a tomarlo diferente. No quiero que esto desvíe la atención de lo otro, que es más puntual y hay una declaración firme, es mi manera de verlo. O sea, estoy agradecido, sino sería contradictorio esto de cuestionar o decir algo. Pero no quiero que las miradas vayan para un lugar, cuando en realidad estamos en algo que es más concreto. Lo que aportan específicamente y está volcado en una causa, tiene que ver justamente con lo de la desaparición de Santiago, ¿lo otro suma?, por supuesto, pero yo lo voy a considerar cuando esté volcado a la parte judicial.
—Hubo una manifestación aquí en Buenos Aires en contra de la justicia o pidiendo reformas en la Justicia… Vos has sufrido la inacción de la Justicia, o más que la inacción, la acción encubridora de la Justicia. Y a la vez, ahora le tenés que pedir que accione, ¿cómo manejás esa contradicciòn?
—Es algo horrible. Porque estar pidiendo todo el tiempo, rogándole a alguien que se caga en todo. Esto te genera mucha impotencia. Te dan ganas de agarrar una topadora e ir y demoler el Palacio de Justicia, la Corte Suprema, tribunales, todo, o el nombre que le queramos poner al cuadrado ese que está ahí en Talcahuano, obviamente con todos adentro. Es lo que hay… Como también yo veo que al bajar los brazos, también es desalentador a los otros casos que no tienen tanta visibilidad. Entonces aparece una persona que declara después de tanto tiempo: está buenísimo. Es como un mérito a la lucha que venimos teniendo con Verónica dele, dele y dele. Que por más que no se mueva nada judicialmente, estamos todo el tiempo viendo qué hacer de armando un grupo de personas independientes, haciendo charlas, dando vuelta, presentando escritos. La Corte no te da bola y bueno, hacemos una concentración como el año pasado en octubre y hacemos presentaciones y pedimos un pronto despacho y no te dan bola.
Es como que llega un momento que es todo para cansarte, pero también digo que no me voy a cansar. Te voy a pedir 18.000 veces, lo único que tengo es romperte las pelotas. Bueno, te voy a romper las pelotas todos los días hasta que me muera, que es lo único que tengo. Y sabiendo que todos los que están ahí en algún momento van a tener que hacer algo, es una etapa…. Después vendrá otra de agotamiento y decir bueno, listo… Yo ya estoy en la etapa de que la verdad no tengo ganas de ir a manifestarme en la Corte porque ya lo hicimos. Me parece que hay que ir subiendo la escala.
Si vamos te hacemos un día, dos o tres y no pasa nada… Ya es como que todas esas marchas, las concentraciones… Recuerdo la primera que hubo en los últimos tiempos que fue en apoyo a Ramos Padilla y seríamos 200 personas más o menos. La misma gente de la Justicia decía que esto es histórico, nunca ha habido tanta gente a apoyar a un juez. Estábamos con Norita. Había varios referentes y gente que simplemente se acercó y eso como: “Mirá que bueno esto” , parecìa que venía algo mejor. Después se empezaron manifestaciones en la Corte. Yo creo que eso ya está, pero no, digo que no hay que ir más, hay que ir pero no un rato, hay que estar una semana y bloquearle la puerta, hacerle. O sea, hay que empezar a agitarla diferente. Y no quiero que suene como agitador, pero me parece que es otra manera de decir: “Che, sabés qué?, La Justicia nos corresponde a todos y a todas”. Tomémosla. ¿Por qué hay que estar pidiendo y robándole a gente que nos mira de arriba y falta que nos escupa? Ya se empiezan a naturalizar las cosas. Cuando ya los desaparecidos pasan a ser moneda corriente, como en Colombia… Se naturalizó la desaparición forzada. Se naturalizó que nadie reclame, ¿para qué voy a reclamar si no pasa nada? Bueno, es lo que están tratando de lograr acá, que nos vayamos cansando. Y de hecho me hago la autocrítica. Soy uno de esos que también ya se empieza a cansar de pedirle. Lo digo así, obviamente que al otro día sigo pidiéndole, pero digo bueno, ¿cuál es el paso a seguir? Porque si no siempre estamos haciendo lo mismo, siempre vamos y pedimos y golpeamos la puerta y no pasa nada. En algún momento tenemos que cambiar eso, ir por otro lado. Ahora, solo no se puede, la lucha es colectiva. Tal vez varias familias que están escuchando están haciendo lo mismo, decir bueno, listo, juntémonos, vamos y nos instalamos en la Corte Suprema y que cierren la puerta. Nos quedaremos ahí hasta que en algún momento toquen la causa. Yo creo que sería un buen momento para empezar ese tipo de cosas, porque ya lo otro está como “viene una vez más, dos horas, hablan, dicen un par de cosas y se van”.
—Queda naturalizado.
—O volver a los escraches que tuvo HIJOS en su momento. Ir y escrachar a los jueces. El año pasado cuando vino Bullrich a Bariloche, fuimos con cuatro o cinco amigos más a escrachar a Bullrich, pero no era un escrache, era mirarla a la cara y ver qué tenía para decir. Nada…. Tuvo que bajar la mirada y se tuvo que ir. Hay que generar eso y decir como que todos estos tipos son los dueños de nuestras vidas. Porque todo muy lindo con que no hagan nada en la Justicia, pero sí nos afecta en nuestra salud, nuestros proyectos, nuestros sueños, afecta en la vida diaria de todos los seres humanos que estamos involucrados en esto, y el que no también, porque hay gente que acompaña y se ve totalmente defraudada porque esto no va para ningún lado. Bueno, me parece que es hora de que empecemos a cambiar. Lo digo a modo de catarsis por ahí, pero me parece que hay que ver de qué manera podemos construir justicia.