La colimba de Morales

Academias premilitares jujeñas para formar niños en el maltrato y la obediencia.

Formación militar desde la infancia, el modelo del caudillo radical. Imagen: captura de video de la academia premilitar “General Álvarez Prado”.

La imagen y los audios retrotraen a los años anteriores al asesinato del soldado Omar Carrasco en 1994. Pero los gritos y los malos tratos no se originan esta vez en Neuquén sino en academias premilitares para niños y jóvenes habilitadas por el radical Gerardo Morales en Jujuy.

Uno de los casos más polémicos es el de la academia “General Álvarez Prado”, que funciona en San Salvador, Perico, Palpalá y Tilcara, y que recibe desde niños de siete años hasta jóvenes de 23 para enseñarles “orden cerrado, defensa personal, preparación física, búsqueda y rescate, y adiestramiento canino”, entre otros saberes.

Algunos padres preocupados por el tono lacerante de los instructores recurrieron en queja ante las autoridades locales y federales. Los niños aprenden a llevarse la mano derecha flexionada a la sien y a obedecer a hombres adultos uniformados que los tratan como soldados mayores (ver video aquí). Los niños responden al “instructor”, que viste íntegramente de verde oliva como en el Ejército.

Los cuestionables “aprendizajes” de los menores incluyen preparación física en situaciones de hostigamiento y maltrato, que evidencian actos de violencia infantil y vulneran los derechos del niño.

Las instituciones privadas, presuntamente propiedad de ex policías, cuentan con el aval del Ministerio de Educación de Jujuy. Estos hechos se producen en el marco de una fortísima militarización de la Policía y el Poder Judicial provincial en su faceta represiva. Al cierre de esta edición, continuaban abiertas más de 160 causas contra simples ciudadanas y ciudadanos jujeños que salieron a protestar contra la reforma constitucional provincial los días 17 y 20 de junio, o simplemente pasaban por la calle y culminaron con multas de más de 2 millones de pesos y acusaciones con una pena máxima de 25 años de prisión por parte del Ministerio Público de la Acusación.

El caso del abogado Alberto Nallar resulta paradigmático: sigue preso en su domicilio, acusado de sedición. La imputación se basa en que fue a explicar los fundamentos de la Constitución de la República Argentina a comunidades de pueblos originarios en los cortes de rutas que llevan más de 40 días sin solución.

En la noche del martes 25 una nutrida columna de pueblos originarios partió desde La Puna hacia Buenos Aires para reclamar a la Corte Suprema de Justicia que declare la inconstitucionalidad de la reforma exprés de la Constitución de Jujuy, que viola la Carta Magna de la Nación y sus derechos sobre el agua y las tierras que habitan. Se trata del tercer Malón de la Paz y transcurre en una instancia de peligroso fomento mediático de la narrativa del odio supremacista blanco.

El lunes 24 un turista furioso insultó a mujeres de pueblos originarios en una ruta cerca de Purmamarca (ver video aquí). Los casos de violencia se precipitan con el paso de las horas y los cortes en las rutas 9, 52 y 40 que van rumbo a Bolivia y Chile.

Los canales de noticias y portales vinculados a Mauricio Macri hablan sobre “las pérdidas en el turismo por los cortes de rutas”, pero no profundizan sobre el empoderamiento del Ejecutivo provincial por encima de los derechos adquiridos de las comunidades preexistes a 1816.

¿Cuánto vale un ojo humano? ¿2.500 millones de pesos? ¿Se paga un ojo con la pérdida de las ganancias de los hoteles? Tres jóvenes jujeños han perdido uno de sus ojos a causa de la balas de goma que disparó la Policía de Morales y hay decenas de denuncias por violaciones de los derechos humanos, torturas en comisarías y penales, con allanamientos de madrugada y agentes de civil efectuando golpizas a jóvenes discapacitados, acusados de estrago agravado y todo tipo de imputaciones punitivas.

Ley y circo

Gerardo Morales llamó a una sesión especial de la Legislatura jujeña para aprobar la ley 6.351 que ratifica los títulos de propiedad de unas 70 comunidades indígenas registradas por escribanos públicos entre 2003 y 2006, bajo el gobierno de Néstor Kirchner. El acto sucedió en la mañana del miércoles 26 y el tratamiento no duró ni 15 minutos. Morales solo entregó siete títulos de propiedad a comunidades de pueblos preexistentes durante sus dos mandatos de gobierno, desde fines de 2015.

El legislador radical Alberto Bernis y el justicialista Rubén Rivarola coincidieron en sus intervenciones. Bernis dijo que “se acaban los cortes de rutas con el verso de que le vamos a quitar las tierras a las comunidades” y Rivarola se quejó porque tardó “más de una hora para llegar a Palpalá”.

Entre los amnistiados del PJ jujeño por el ministro Aníbal Fernández y el intendente Gustavo Menéndez, los interventores designados por Alberto Fernández, hay sujetos “con olor a bosta de vaca”, en palabras de Evita. Son los mismos personajes que tienen medios de comunicación propios, radios AM y FM, portales de noticias, diarios en papel, empresas de construcción y recolección de residuos con contratos de la UCR, que proclaman mano dura y habilitaron la persecución contra Milagro Sala hace más de 2.700 días con la excusa de la paz y el orden, junto a Morales y su lógica de supresión de los otros. Claro que “el sueño de la razón produce monstruos”, como dijo Francisco de Goya, y el Ejecutivo y el Legislativo Nacional deben tragarse los sapos de la razón.

Alienados

El filósofo y sociólogo francés Jean Baudrillard pensó el tiempo y su fugacidad. “La materia retrasa el paso del tiempo. Con mayor precisión, el tiempo, en la superficie de un cuerpo muy denso, parece ir a marcha lenta. Esta masa, esta materia inerte de lo social, no resulta de la falta de intercambios, de información y de comunicación; resulta, por el contrario, de la multiplicación y de la saturación de intercambios, de información, etcétera. Nace de la híper densidad de las ciudades, de las mercancías, de los mensajes, de los circuitos. Es el astro frío de lo social, y en los alrededores de esta masa la historia se enfría (…) Acabará por detenerse, por extinguirse, como la luz y el tiempo en las inmediaciones de una masa infinitamente densa”.

El año 2000 tuvo lugar y el final de la historia no se produjo, pero sí la alienación de millones de seres humanos consumidos en esta era de la hegemonía de la tecnificación informática y deshumanizante.

La vida de Hermógenes Cayo duró 60 años. Murió de neumonía en la región de Miraflores de la Candelaria, Jujuy, en 1969. El documentalista Jorge Prelorán llevó al cine la historia de Cayo y su familia: era un artesano de la madera que tallaba vírgenes y cuidaba sus ovejas para sobrevivir en la soledad de la Puna.

Su diario personal sobre el primer Malón de la Paz en 1946 produce un golpe en el esternón. La Biblioteca Nacional publicó Los diarios del Malón de la Paz con prólogo del investigador Marcelo Valko. “Ni bien me levanto voy a hacer los tejidos para la casa porque para vender no alcanza”, contaba Cayo a Prelorán. Su mujer se preguntaba ante la cámara: “¿Hijos? Hijos son estos que tengo aquí…  No falta qué hacer aquí… No hay carne, cocinamos maíz pelado, eso es lo que se come en la Puna. ¡Antonita, basta! No hagas tanta bulla, a ver si juegas más calladita”. Antes de morirse, Hermógenes llamó “infames malverosos” a quienes no cumplieron con su palabra y abandonaron a su pueblo bajo el yugo de los terratenientes de Jujuy.

El tercer Malón de la Paz llegará a la Plaza de Tribunales el martes 1º de agosto, Día de la Madre Tierra. Nuestros hermanos los indios recorrerán 1.000 kilómetros una vez más con el fin de reclamar por sus derechos ancestrales.

Desde el ascenso de Morales en 2015 se promocionan en Jujuy las academias premilitares que maltratan a niños y jóvenes con actos aberrantes. El diario El Tribuno, del ex jerarca del PJ local Rivarola, publicita becas en Tilcara con este copete: “Niños y jóvenes de la villa turística, Huacalera y Maimará iniciaron el camino de la educación castrense”.

Manuel Álvarez Prado era un hacendado rural que luchó contra los españoles y se hizo fuerte en la región de la Quebrada de Humahuaca bajo el mando de Martín Miguel de Güemes. Murió el 29 de abril de 1836 en Tilcara, después de que Jujuy se separara de Salta.

Héctor Tizón contó en su novela Fuego en Casabindo la oralidad andina sobre la búsqueda del Diablo en la Puna. El relato se centra en un tiempo cercano al 14 de enero de 1875, durante la batalla de Quera, cuando los terratenientes jujeños masacraron a los kollas que reclamaban la devolución de las tierras de sus familiares. Según los patrones del campo, aquello fue una venganza por la derrota que habían sufrido ante los indios en Abra de la Cruz en el combate de Cochinoca, el 3 de diciembre de 1874. Tizón mezcla las voces de vivos y muertos y un soldado asesinado en combate vuelve a buscar a su matador. Es el resultado del odio después de la muerte.

La madre del teniente Mario Augusto Bertonasco había sido una cautiva indígena de su padre, un criminal de la avanzada de Roca en la Patagonia y Chaco. Bertonasco (h) fue el enviado de Perón para encauzar y conducir aquel primer Malón de la Paz de 1946, donde aparece Hermógenes Cayo en Miraflores de La Candelaria con su Virgen de Copacabana. El Ejército jamás le perdonó a Bertonasco su amistad con las comunidades originarias de Jujuy. El teniente tuvo cierta responsabilidad: se promocionó como “líder del Malón” y mandó a hacer una bandera que lo presentaba como “Apóstol del Indio”, con tarjetas de presentación y todo. Al menos no fundó una academia premilitar para niños.


Fuente: https://www.elcohetealaluna.com/la-colimba-de-morales/

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *