Buen Vivir y descolonialidad
Crítica al desarrollo y la racionalidad instrumentales
Coordinador Boris Marañón Pimentel.
México: UNAM, Instituto de Investigaciones Económicas, 2014.
267 páginas
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ÍNDICE
Introducción …………… 9
Aspectos teóricos
CAPÍTULO 1
Crisis global y descolonialidad del poder: la emergencia de una racionalidad liberadora y solidaria ……. 21
Boris Marañón Pimentel
CAPÍTULO 2
Hacia la racionalidad liberadora en los movimientos sociales. Identidades y discontinuidades en un mundo donde quepan muchos mundos ……. 61
Carla Beatriz Zamora Lomelí
CAPÍTULO 3
Comunidad y capital: un trazo general deuna historia antagónica …….. 79
Sergio Tischler y Mina Lorena Navarro
CAPÍTULO 4
La reciprocidad como lazo social fundamental entre las personas y con la naturaleza en una propuesta de transformación societal ….. 99
Dania López Córdova
CAPÍTULO 5
Kawsay (Buen Vivir) y afirmación cultural: Pratec-Naca, un paradigma alternativo en los Andes ……. 121
Tirso Gonzales
Del discurso a la práctica: la simiente de una racionalidad liberadora y solidaria
CAPÍTULO 6
Comunalidad y gestión social de los recursos naturales en la Sierra Norte de Oaxaca ………………………………………… 143
José Gasca Zamora
CAPÍTULO 7
Comunidades Campesinas en Camino: una apuesta indígena campesina para desarrollar una economía solidaria y fraterna entre los hombres y con la tierra ……. 165
Bartolomé Contreras, Enrique Zárate, Gerardo Pacheco, Sergio Vásquez, Rosendo Montiel y Leónides Oliva
CAPÍTULO8
Unidad, Desarrollo y Compromiso, Undeco: el cooperativismo como opción de educación y transformación social desde lo local ….. 181
Marín Rubio López y Blanca Rubio Pacheco
CAPÍTULO 9
Economías solidarias y educación intercultural ……….. 195
Mario Bladimir Monroy Gómez (coord.)
CAPÍTULO 10
Contribuciones desde la gestión social del hábitatpara una racionalidad liberadora: el caso de laCooperativa de Vivienda Palo Alto …….. 213
Ninett Torres Villarreal
CAPÍTULO 11
Cooperativa de Trabajadores Democráticosde Occidente (Tradoc, ex Euzkadi): cogestiónen una empresa recuperada por sus trabajadores …………. 233
Sarya Luna Broda
Glosario ………… 253
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INTRODUCCIÓN
Ante el malestar de la vida en el capitalismo expresado no solo en materia económica, social y ambiental, sino también en la creciente pérdida de sentido respecto de las ideas/imágenes fundamentales del mismo (Estado, democracia representativa, mercado, acumulación privada, familia patriarcal, interés individual egoísta, entre otros), la discusión respecto de las racionalidades, se ubica como un asunto de suma relevancia. Esta revisión requiere, en primer término, explorar los fundamentos del conocimiento científico, positivo-eurocéntrico, y plantear sus limitaciones para dar cuenta de los problemas de la realidad social contemporánea, como el desempleo estructural y la creciente destrucción de la naturaleza, entre otros.
El euro-centrismo, con sus pretensiones de universalidad y de único conocimiento válido, legitima el poder del capital y naturaliza los procesos sociales, lo que clausura la posibilidad de pensar en la transformación social más allá de los límites que impone el capitalismo. Asimismo, las múltiples separaciones –incluidas las disciplinarias–, impiden ver la compleja trama de relaciones de poder que se teje en las diversas dimensiones de la vida social y, en esa medida, las posibilidades de transformación societal.De ahí la necesidad de acercarse a formas de conocimiento crítico, que contribuyan a entender la compleja realidad social ya prefigurar –a partir de diversas prácticas ya en curso– una sociedad donde los individuos sean libres y socialmente iguales, es decir, que tengan un lugar igual en las relaciones sociales de poder, de manera que desaparezcan las jerarquías sociales que por siglos se han legitimado y “naturalizado” a partir de ciertas diferencias biológicas (patriarcalismo) y supuestas diferencias biológicas (racismo); donde se reconozcan las especificidades históricas de cada espacio/tiempo, por ejemplo, las herencias coloniales de América Latina y se planteen alternativas acordes con las características y problemas de dichos espacios/tiempos, que surjan desde la interculturalidad o la ecología de saberes, en palabras de Boaventura de Sousa; donde la naturaleza deje de ser considerada como un instrumento y mercantilizada, recupere su derecho a la conservación y la reparación, y se legitimen otras formas de pensarla y relacionarse con ella.
En síntesis, se trata de un proyecto de sociedad donde se posicione la liberación sobre la dominación y la explotación humana y la recuperación del vínculo relacional con la naturaleza como intereses históricos; y para la construcción de dicho proyecto, se requiere un conocimiento crítico que ayude a visualizar las diversas experiencias que, en la práctica, van prefigurando dicha sociedad.
En ese sentido, las reflexiones desplegadas en este libro se hacen desde una perspectiva epistemológica y teórica particular: la colonialidad/descolonialidad del poder, sobre todo desde los aportes de uno de sus fundadores, el sociólogo peruano Aníbal Quijano. Es desde esta propuesta que se discuten las principales categorías del libro. Con el título “Buen vivir y descolonialidad. Crítica al desarrollo y la racionalidad instrumentales”, se quiere indagar sobre las condiciones de emergencia de un nuevo imaginario histórico anticapitalista, un horizonte de sentido histórico, caracterizado por una subjetividad basada en la reciprocidad y por una nueva racionalidad liberadora (de la explotación y dominación) y solidaria (entre las personas y con la naturaleza), expresada en cada acción social personal y colectiva. En ese sentido, el Buen Vivir, propuesta surgida de manera reciente en América Latina por la resistencia al despojo y la irracionalidad del capitalismo, se despliega como una alternativa que puede contribuir a restablecer un lazo relacional entre las personas y con la naturaleza, basado en la solidaridad y la reciprocidad.
El Buen Vivir, utopía que va teniendo lugar en las prácticas sociales o nuevo horizonte de sentido, trata de articular dos herencias culturales, expresadas en una nueva racionalidad liberadora y solidaria: por un lado, la razón histórica de la modernidad, con sus promesas de libertad, igualdad social y bienestar, y por otro, la razón “india” prehispánica, vinculada con la reciprocidad, la solidaridad social y el trabajo colectivo.
Este nuevo imaginario está asociado, pues, a una razón alternativa, la razón instrumental, la cual fundamenta las acciones sociales privilegiando criterios de eficiencia, acumulación de ganancias e interés personal, sin considerar el bienestar de las personas y la naturaleza. Se trata entonces de establecer en qué medida una racionalidad liberadora y solidaria puede establecer las bases de una sociedad alternativa basada en la reciprocidad y en la búsqueda del bienestar de las personas y de la naturaleza; de reconocer los aportes discursivos y prácticos tanto de movimientos sociales como de experiencias y organizaciones de trabajo colectivo orientadas al Buen Vivir , lo que supone la igualdad en las relaciones entre sexos, la reciprocidad en las relaciones de trabajo, el autogobierno en las relaciones de autoridad, el cuidado de la naturaleza y la interculturalidad o diálogo de saberes.
La crisis ambiental es fruto del predominio de una racionalidad económica instrumental que ha fundamentado la acción productiva, al regir las decisiones básicas de la producción (qué, cómo, cuánto y para quién producir) ha conducido, por un lado, como ya se mencionó, a una situación límite en términos ambientales, colocando en riesgo la existencia misma de la vida humana y, por otro, hacia el crecimiento de las desigualdades económicas y sociales, y la concentración del poder político. Las organizaciones basadas en el trabajo colectivo, tratan de alcanzar su reproducción social con base en una racionalidad distinta a la racionalidad económica instrumental, a partir de relaciones de reciprocidad, igualdad social, democracia directa y respeto por la naturaleza.
Al mismo tiempo, dichas organizaciones productivas presentan una tensión entre dos racionalidades, la reciprocidad, por un lado y, por otro, las relaciones mercantiles (venta de fuerza de trabajo, venta de productos y/o servicios), pero la primera tiende a ser la dominante al orientar las actividades a la búsqueda del bienestar colectivo. Se trata de discutir acerca de los elementos teóricos implicados en la racionalidad alternativa y de cómo dicha racionalidad se va reflejando en la vida cotidiana, ¿cómo se procesa esa nueva racionalidad en la vida cotidiana, con qué contradicciones y avances? En ese sentido, la presente obra busca, por un a parte contribuir en la construcción de una propuesta analítica desde una perspectiva crítica, la colonialidad/descolonialidad del poder, que permita estudiar el problema planteado y, por otra, realizar estudios de caso con el fin de conocer en qué medida los discursos y prácticas de las organizaciones productivas y movimientos sociales se asocian a las racionalidades liberadoras-solidarias y pueden constituirse en alternativas de vida ante la degradación de la naturaleza y los problemas de crecimiento de la marginalidad social y la concentración de la riqueza y el poder político.
Esta obra se divide en dos grandes apartados. En el primero diversos autores realizan planteamientos teóricos acerca de las formas solidarias de existencia, sus tensiones y sus potencialidades. Boris Marañón Pimentel plantea la necesidad de discutir alternativas que tengan como base la solidaridad entre las personas y con la naturaleza, a partir de una racionalidad liberadora y solidaria distinta a la racionalidad instrumental imperante, ya que en esta etapa en la que se agudiza el desempleo estructural y se consolidan tanto la financiarización del capital y la hiper tecnocratización de la racionalidad instrumental, el poder capitalista busca ampliar su dominio y las bases de la acumulación por medio del despojo, expandiendo de modo creciente la explotación irracional de la naturaleza, causando desequilibrios irreversibles en los ecosistemas y despojando a los pueblos indígenas de sus territorios y sus medios de reproducción.
Asimismo, plantea que la discusión de estas alternativas implica hacer una revisión crítica de la forma en que se construye el conocimiento y las relaciones de poder que dicho conocimiento legitima, así como apostar por perspectivas críticas que posibiliten la construcción de alternativas que trasciendan el capitalismo. Así, este primer capítulo, que fue eje de las reuniones preparatorias del libro, proporciona algunos elementos teórico-metodológicos que articulan las distintas contribuciones.
Por su parte, Carla Beatriz Zamora Lomelí plantea una discusión teórica sobre las corrientes que estudian los movimientos sociales y la acción colectiva, para proponer una visión cercana a la realidad latinoamericana, donde se reconozcan las relaciones de dominio-subordinación que prevalecen en una sociedad estratificada, así como cuestiones sobre la resistencia de los grupos dominados y la construcción de alternativas frente al capital.
Se enfatiza la construcción del sujeto para el fortalecimiento de los movimientos sociales, agentes que dibujan el rumbo de otros horizontes mediante el planteamiento de una racionalidad liberadora y solidaria contrapuesta a la racionalidad instrumental económica.
Sergio Tischler y Mina Lorena Navarro analizan algunas características de la lucha de los movimientos socioambientales –ecologismo popular– que adoptan una subjetividad comunitaria como arma de resistencia contra el despojo. Parten del supuesto de que el proceso de totalización de la vida social propio del capital requiere, para existir, un tipo de comunidad antitética de las formas tradicionales de comunidad basada en una supuesta emancipación del “individuo” y la consagración del ciudadano, pero al mismo tiempo, de manera contradictoria, no puede reproducirse sin la comunidad humana, aunque tienda a destruirla. Es por ello que el horizonte de futuro de la comunidad humana negada en la comunidad abstracta del capital se constituye en una relación de resistencia contra el despojo, contra la mercancía, que aparece como la síntesis del proceso límite de lo común, que niega la actividad cooperativa productora de lo común.
También se plantean algunas críticas a la gramática del despojo y a la instrumentación de la naturaleza, transformándola en meros recursos, lo que obtura y deslegitima otras maneras de habitarla y pensarse en y con ella, y la despoja de su posibilidad de autoconservación y regeneración.
Dania López Córdova señala que ante la crisis civilizatoria por la que atravesamos, resultado de la irracionalidad del capitalismo, se perfilan nuevos proyectos sociales que rechazan las relaciones de dominación y explotación impuestas por el capitalismo y plantean la búsqueda del bienestar colectivo, el autogobierno y el respeto a la naturaleza, donde la reciprocidad sea la relación social básica. En ese sentido, en su trabajo realiza una discusión teórica de la categoría de reciprocidad, señalando que la misma vuelve a emerger y se expande como resultado de las tendencias recientes del capitalismo, por lo que se trata de una novedad sociológica que puede contribuir a la construcción de una sociedad basada en la reciprocidad.
Para Tirso Gonzales existe una escasez significativa de estudios sobre la viabilidad y contribución de las culturas agrícolas indígenas andinas y sus sistemas de conocimiento para enfrentar, desde una perspectiva comunitaria de base, temas claves locales y a la vez globales. Kawsay y afirmación cultural en los Andes Peruanos, es un paradigma emergente que se funda en la cosmovisión andina vigente en los Andes y la descolonización, por lo que el autor revisa los fundamentos de la cosmovisión andina y luego presenta una estrategia actual de suficiencia alimentaria y conservación de la biodiversidad en un contexto de cambio climático. Ello se ilustra con la experiencia de más de 26 años del colectivo Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas-Núcleos de Afirmación Cultural Andina en los Andes del Perú (Pratec-Naca), que busca producir un mundo culturalmente diverso y tiene como misión recuperar y revitalizar la crianza agrícola y del ganado y las prácticas agrícolas de los pueblos originarios andino-amazónicos, como parte de un proceso de afirmación cultural cuyo último objetivo es la regeneración del Kawsay (la vida toda).
Asimismo, el autor busca contribuir al diálogo de conocimientos y a llenar al vacío de paradigmas alternativos al euro-americano de desarrollo dominante, propuesto e implementado en la América Latina rural durante las últimas siete décadas. En el segundo apartado del libro se reúnen investigaciones alrededor de experiencias concretas que tienen elementos de una racionalidad liberadora y solidaria y que apuntan al Buen Vivir ya la descolonialidad del poder. José Gasca Zamora analiza la gestión social de los recursos naturales en poblaciones de origen indígena en el estado de Oaxaca, caracterizada por resignificar la relación social con la naturaleza y entre sus pobladores. Por un lado, la propiedad social de la tierra y los bosques ha redefinido el acceso, uso y usufructo de recursos naturales y, por otro, el intercambio de dones ha resignificado el trabajo como un bien social más que como mercancía, favoreciendo con ello formas de reciprocidad social que no solo reafirman sus prácticas históricas de gobierno comunal, sino que también estructuran nuevos ejes articuladores de organización social, política y económica.
Por su parte, la organización Comunidades Campesinas en Camino lleva a cabo un ejercicio colectivo de análisis de su experiencia, que desde 1995 se constituyó en sociedad de solidaridad social, impulsada por la Pastoral Social de la Iglesia, teniendo como objetivo central la apropiación integral del proceso productivo por parte de sus socios. El trabajo de esta sociedad ha implicado la defensa y cuidado de la tierra, así como el manejo, conservación y aprovechamiento sustentable de sus bienes naturales. El carácter orgánico-agroecológico de sus productos y la venta sin intermediarios, aunados a su organización social de tipos solidario, hacen de esta experiencia un ejemplo a seguir en la región del Istmo de Tehuantepec, también en el estado de Oaxaca.
En su estudio sobre la cooperativa Unidad, Desarrollo y Compromiso (Undeco), Marín Rubio López y Blanca Rubio Pacheco presentan los rasgos centrales de una experiencia de organización popular original, basada en el cooperativismo histórico, integral y autónomo, que a partir de las finanzas, el consumo y la producción va perfilando una opción solidaria que busca desarrollar, en la vida cotidiana, una opción no solo económica, sino de vida, de otra sociedad. Undeco pretende además enraizar, territorializar sus actividades en la comunidad por medio de un proyecto cooperativo autogestionario que trata de superar las relaciones sociales y la racionalidad misma de la sociedad capitalista.
En su oportunidad, Mario Bladimir Monroy Gómez, del Grupo Cooperativo Jade y la Unión de Cooperativas Ñöñho de San Ildefonso, señala, en colaboración con otros participantes de estas iniciativas, que han generado proyectos cooperativos y de “economías solidarias” partiendo de las potencialidades de las personas y no de sus carencias, y que se trata de experiencias colectivas antisistémicas, aun cuando sus participantes no tengan aún una idea cabal de ello.
A partir de esos proyectos se ha identificado la necesidad de un proyecto educativo que refuerce y acompañe la producción, reconociendo que el conocimiento por el conocimiento mismo carece de asideros y solo cobra relevancia y significado cuando se pone en contexto y sirve para transformar la realidad. En ese sentido, se creó la licenciatura en “Emprendimientos en Economías Solidarias”, la cual es pionera en México y se imparte en el Instituto Intercultural Ñöñho, A.C., el cual se encuentra en la comunidad indígena Ñhöñho (otomí) de San Ildefonso Tultepec, municipio de Amealco, Querétaro. Señala además que la interculturalidad abre la posibilidad de un diálogo de saberes y conocimientos para que las relaciones entre las culturas con respecto a la cultura dominante sean diferentes, basadas en el respeto, en un plano de igualdad, y mutuamente enriquecedoras tanto para las personas como para las culturas que entran en contacto.
Por su parte, en su análisis sobre la cooperativa de vivienda Unión de Palo Alto, en la Ciudad de México, Ninett Torres Villarreal plantea que las tensiones entre la racionalidad instrumental capitalista y las racionalidades liberadoras se manifiestan no solo en la organización social del trabajo, sino también en la organización social del espacio, que evidencia el proceso de exclusión en sociedades asalariadas mediante el despojo y apropiación privada de bienes colectivos. Por ello, la gestión social del hábitat puede ser vista como una lucha social por acceder al ejercicio de la ciudadanía, dado que pone en juego la materialidad que posibilita su ejercicio, evidenciando tanto la asimetría del poder implícita en la falta de acceso a los bienes y servicios que la sociedad produce, como la invalidez de las instituciones que en teoría son las responsables de garantizar dicho acceso. La autora estudia la subjetividad o matriz de sentidos de actores implicados en un proyecto de gestión social del hábitat en la Ciudad de México, con el fin de identificar los cambios en las subjetividades que posibilitan o dificultan la conformación de racionalidades alternativas, señalando que en la medida en que sus gestores se atrevieron a cerrar la brecha hacia la pobreza, debieron modificar su subjetividad de trabajadores asalariados, circunscrita a una moralidad que los sujetaba a la obediencia y conformidad con sus limitaciones materiales.
Para Sarya Luna Broda el predomino de la relación capital-salario ha pasado por un proceso de crisis de centralidad, acompañado de la emergencia de otras formas de producción, de organización del trabajo y de los recursos que se han ido articulando, acordes con el actual patrón de reproducción capitalista, del que la Cooperativa Tradoc, en El Salto, Jalisco, es una vívida expresión. En este contexto, la recuperación de empresas por sus trabajadores (ERT) representa la lucha contra el desempleo, que deriva en procesos de autogestión laboral e implica la disputa por el reconocimiento de las formas laborales legítimas y de la identidad de los trabajadores, en las que están en juego formas económicas, jurídicas, políticas, subjetivas, culturales y simbólicas propias del campo laboral y en las que hay una ruptura con la forma hegemónica del capitalismo. La autora menciona que en muchas ERT el estado de transición que vivieron en ese momento histórico determinado les hizo descubrir una solidaridad alternativa que les permitió explorar más allá de las fronteras de la realidad a la que estaban habituados, y esa solidaridad emergente junto con las prácticas de reciprocidad y cooperación fueron adoptadas como elementos constituyentes de sus nuevas relaciones laborales, no exentas de tensiones.
Asimismo, en las ERT se defiende el “derecho al trabajo” frente al “derecho de propiedad” y se descubre que el trabajo no es una actividad económica, sino una relación social que puede ser de dominación o de realización colectiva. En el caso de Tradoc, a pesar de su carácter sui generis, se reconoce como una experiencia de recolectivización del trabajo y de anteponer el interés colectivo al comercial.
Por último, dado que se trata de un libro orientado a la enseñanza universitaria, con el fin de facilitar la consulta y comprensión, se presenta, al final de la obra, un pequeño glosario con las categorías centrales. Entre estos conceptos se hallan los siguientes: organizaciones de trabajo colectivo y solidario, reciprocidad, Buen Vivir, desarrollo, subjetividad, imaginario histórico, memoria histórica, racionalidad, racionalidad instrumental, racionalidad económica, racionalidad liberadora, racionalidad solidaria, racionalidad campesina e indígena, entre otras. Como se puede advertir, muchas de estas categorías son discutidas con mayor detalle en las contribuciones del primer apartado, donde se presentan los elementos teóricos.
El presente libro ha sido posible gracias al apoyo de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGPA) de la UNAM, pues la investigación se realizó en el marco del proyecto PAPIME PE302410 “Racionalidades productivas en sectores sociales no asalariados o parcialmente asalariados y su aporte al ‘Buen Vivir’ ante la crisis ambiental actual”, desarrollado entre 2010 y 2012.
El financiamiento para la publicación proviene también de dicho proyecto. Agradecemos, además, la colaboración de Ninett Torres por las primeras revisiones del formato y contenido de este libro. Asimismo, a Marlene Gómez por la compilación final de la obra. Finalmente, un reconocimiento especial a José Gasca Zamora por sus valiosos aportes al proyecto de investigación y a este libro.
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también editado en https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2023/08/28/buen-vivir-y-descolonialidad/
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