La Ley Ómnibus impulsada por la Libertad Avanza quedó atascada en un escándalo debido a las irregularidades que ha tenido su tratamiento parlamentario. El dictamen aprobado fue reescrito después de la votación. Era miércoles por la mañana y circulaban dos borradores entre los bloques de diputados. Mientras, Federico Sturzenegger y algunos diputados reunidos en la casa de Cristian Caram, secretario del bloque libertario, continuaban retocando el documento público. El miércoles, cuando cientos de miles de personas comenzaban a movilizarse en el marco del paro nacional, se aprobaba en tres comisiones de Diputados un dictamen de mayoría. Lo que parecía un pequeño triunfo para el oficialismo pronto se volvió un problema. Los cálculos no daban. De los 55 votos obtenidos para su aprobación 34 habían sido “en disidencia”: la mayoría de los diputados que acompañaban desde la “oposición dialoguista” podían rechazar artículos y hacer tambalear toda la ley. La respuesta fue el fracaso de un tratamiento de la ley para este jueves y viernes. Se posponía recién para la otra semana. 14 horas después, los diputados, desconcertados, todavía no conocían cuál era el dictamen final. Ni oficialistas ni dialoguistas ni opositores. Nadie conocía el texto que recientemente había sido votado. Incluso circulaban versiones distintas. Lo que denuncian ya como “un delito gravísimo”.
En ese momento, La política online reveló que este miércoles 24 por la manaña, día del paro nacional, todavía se estaba retocando el dictamen en la casa del secretario del bloque de diputados libertarios, Cristiam Caram. Un grupo de diputados, con Federico Sturzenegger a la cabeza, se encontraban cambiando y reescribiendo el dictamen recientemente aprobado por 55 votos. Mientras, continuaban negociando y haciendo lobby los sectores afectados en cada articulo.
LA BANELCO DE MILEI y CAPUTO
Un grupo de diputados se reunieron en la casa del operador libertario Cristian Caram para cambiar y reescribir una Ley aprobada en general por 55 votos en una comisión de Diputados. Eso configura un delito y el acto es nulo de toda nulidad. pic.twitter.com/RJeOpPOs0z— Juan Alonso (@jotaalonso) January 25, 2024
“Ninguno conocía lo que estaba firmando, es un tema grave institucional y políticamente, ha sido una actitud vergonzosa”, señaló Germán Martínez, de Unión por la Patria. “Cuando creíamos que en el capítulo biocombustible se habían logrado las condiciones para alcanzar un acuerdo que contenga a todos los sectores, nos encontramos con que se realizaron modificaciones que nadie sabe ni quién ni cómo se hicieron, después de un dictamen firmado”, explicó, por su parte, el diputado Carlos Gutiérrez.
Cuando creíamos que en el capítulo #biocombustible se habían logrado las condiciones para alcanzar un acuerdo que contenga a todos los sectores, nos encontramos con que se realizaron modificaciones que nadie sabe ni quién ni cómo se hicieron, después de un dictamen firmado.
— Carlos Gutierrez (@Dip_Gutierrez) January 25, 2024
En tanto, el diputado nacional del bloque Hacemos Coalición Federal, Oscar Agost Carreño, por su parte, admitió que después de firmar desde el oficialismo lo invitaron a una reunión afuera del Congreso, a la que se presentó, pero luego se retiró cuando descubrió que se trataba de cambiar el dictamen que había sido aprobado.
“Vi que estaban Sturzenegger y algunos diputados y me fui”
El diputado del bloque Hacemos Coalición Federal Oscar Agost Carreño reveló que ayer asistió a una reunión a la que fue convocado: “Estaban punteando la ley y como no era el sentido del encuentro me retiré”. pic.twitter.com/ZV0wnLwb9Y
— Corta 🏆 (@somoscorta) January 25, 2024
En este marco, el bloque del Frente de Izquierda (FIT)-Unidad impugnó el trámite de la ley por su “enorme cantidad de vicios”, que “nulifican de manera insalvable, intrínsecamente, el tratamiento bochornoso e ilegítimo que se pretende dar a este proyecto de ley”.
Otro acuerdo que peligra
En este contexto, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, enfureció cuando se enteró del acuerdo entre Guillermo Francos y Martín Menem con los gobernadores de Juntos por el Cambio para que apoyen al proyecto de Ley Ómnibus. En el acuerdo alcanzado se remplaza la fórmula de actualización de jubilaciones de Alberto Fernández por una más costosa para el Estado. También, se elimina la suba de dos puntos en las retenciones y se licúa la tranferencia de los fondos de la Anses al Tesoro. La suba de las retenciones en maíz, trigo y soja del 31 al 33% como el resto de los puntos son objetivos claves que había alcanzado Caputo con el FMI. Esto era parte del acuerdo con la directiva del fondo y dependía del éxito del equilibrio de las cuentas públicas e incrementó de las reservas.
La urgencia es porque en 10 días vencen 2.800 millones de dólares y el FMI aún no ha liberado los fondos para pagar la deuda. A esto hay que sumar que todavía ni siquiera hay fecha para una reunión con el directorio en Washington para autorizar el giro acordado hace casi dos semanas con las autoridades argentinas durante la visita de una misión del organismo en Buenos Aires. Mientras, en el país continúan las disputas y los escándalos en torno al tratamiento de la Ley Ómnibus que miran con recelo desde las autoridades del FMI.