Camino a octubre, pasando por septiembre

Foto: Antonio Becerra.

Breves notas sobre la elecciones en CABA. 

Las recientes elecciones en CABA, legislativas de tercer orden por primera vez desacopladas de las nacionales, han tenido un fuerte impacto político, adquirieron una dimensión e importancia sin antecedentes cercanos, que va más allá del número de escaños logrado por las distintas fuerzas. Es que sus resultados tendrán influencia en las legislativas nacionales de octubre próximo y posiblemente se proyectarán hacia las presidenciales del 2027.

Las urnas arrojaron como ganador indiscutible a LLA. A diferencia de las cinco elecciones provinciales anteriores aquí perdió el oficialismo. La insistencia presidencial en nacionalizarlas y en darles a las elecciones de este año (especialmente a las nacionales de octubre)  un carácter plebiscitario sobre la gestión de su gobierno transformó estas legislativas locales en una suerte de caso testigo. Claro que antes deberá pasar por septiembre en PBA.

Los resultados de las otras fuerzas políticas, que necesitarían de un análisis aparte, permiten avizorar un macrismo que va perdiendo identidad y se desdibuja día a día y un peronismo que no hizo una mala elección pero que no logra superar su techo histórico en la ciudad. Dependiendo de los resultados de octubre, puede que se comienza a delinear el futuro mapa político.

Mientras tanto la economía sigue en modo electoral. Como señalé en nota anterior el gobierno necesita que el plan antiinflacionario funcione para ganar las elecciones, al mismo tiempo necesita ganar las elecciones para que el plan tenga posibilidades de funcionar más allá de octubre.

Tres aspectos emergentes de estas elecciones provocan controversias interpretativas y serios desafíos.

Foto: Antonio Becerra.

Sintéticamente:

1. Caracterización del triunfo de la LLA: quienes intentan bajarle el precio a este triunfo aducen que el 30% de los votos emitidos logrados por esa fuerza representan solo en 17% del padrón electoral. Que esa votación necesitó del apoyo del gran empresariado, del acuerdo con el FMI y de la presión del ministro de economía sobre los formadores de precios parta tener bajo control el dólar y la inflación. Que debió jugar en la campaña la figura presidencial ya que, efectivamente, el candidato solo atinó a decir “Soy Milei”.

Quienes le damos otra valoración a estos resultados electorales no desconocemos el impacto de esas variables y el peso del aparato del Estado, pero reconocemos que varias de ellas forman parte de juego preelectoral. Que el resultado le otorga un fuerte respaldo político al gobierno y que LLA puede asumirse como el representante dominante (no hegemónico todavía) de la derecha y ultraderecha nativa. En general y como queda señalado en un artículo de La Nación “La política sigue en estado líquido, aunque Milei y los suyos representan lo más sólido de esa escena”.

Este empoderamiento le permite afrontar las próximas elecciones nacionales con mayores posibilidades para su representación parlamentaria y sobre todo avanzar en las reformas estructurales comprometidas con el FMI y el gran empresariado, así como para encarar en los próximos dos años de mandato su proyecto de transformación radical integral (económica, social y cultural) de la sociedad argentina. Ya en esta misma semana ha avanzado con varias iniciativas regresivas, recorte de derechos, cambios en la política de DDHH y en los estudios históricos, junto con una nueva y más fuerte represión a la marcha de los jubilados.

Foto: Nico Solo ((i))

2. Baja participación: la concurrencia a las urnas es otro dato central de esta elección. Cayó 12 puntos respecto de la anterior elección local, y más de 20 respecto de la media histórica en este tipo de elecciones. Esto en el distrito electoral más politizado y con una ciudadanía de las más informadas del país. Lo que profundiza la tendencia nacional que se expresa elección tras elección desde hace varios años.

El voto ha tenido también un neto corte de clase. Esto lo diferencia de los tiempos del macrismo que ganaba en todas las comunas. Por el contrario ahora en las comunas del norte  donde se registran los mayores ingresos familiares ganó la LLA, mientras que en las grandes villas de la ciudad y en el sur donde se concentra la población más humilde y pobre ganó el peronismo, incluso en alguna  de estas comunas se registra el porcentual más alto alcanzado por el FITU. Pero también en estas comunas sureñas se registra el mayor porcentual de abstención. Los resultados en la Comuna 8 son emblemáticos en este sentido, según los analistas esta Comuna suele anticipar el voto en el Conurbano…

Foto: Mariano Fuchila.

La caída sostenida de la participación es vista por algunos sectores como un acto de rebeldía frente a la insatisfacción generalizada. Incluso algún programa la caracterizó como “Un que se vayan todos silencioso”. Esta caracterización parte de las elecciones previas al 2001 en que hubo abstención pero también mucho voto en blanco e impugnado. Y como sabemos hay diferencias cualitativas en uno y otro. El blanco e impugnado implica una actitud activa del votante, se molesta en ir a votar para manifestar su rechazo e indignación, mientras que el abstencionismo es en el mejor de los casos expresión de un inconformismo pasivo. Creo esto último es lo que ha predominado en estas elecciones, un inconformismo que también puede ser interpretado como resignación, como que vastos sectores de la sociedad se han instalado en la crisis y esperan que esta se resuelva sola. LLA se siente cómoda en este nivel de abstención. En contextos de apatía generalizada, quienes logran consolidar núcleos duros pueden imponerse sin necesidad de construir mayorías amplias. Me remito a lo que dice uno de los consultores consultados: “Se está viendo muy claro cómo la menor participación está beneficiando a La Libertad Avanza, que está consolidando núcleos duros y, con elecciones de entre 30 y 35%, se está imponiendo”, advirtió el consultor Santiago Giorgetta.

3. El problema democrático. El régimen de la democracia liberal está siendo puesto en cuestión por la lógica del gobierno. Esto es también una tendencia mundial. La desvalorización de las instituciones, el acostumbramiento a discursos violentos que desvalorizan o impugnan la política, el recurso a los DNU, la posibilidad de volcar dinero al mercado sin reconocer sus orígenes, la persecución a los periodistas, las represiones continuadas, la agresión a otras fuerzas política, ya no solo a la izquierda… Lo ocurrido con el falso video en el que Macri cambiaria su posición política es un llamado de atención, si esto ocurre en una elección de tercer orden, ¿que puede ocurrir en el camino a octubre, y aún más en unas presidenciales?

Lentamente se va imponiendo un sentido común que aceptaría el recorte de derechos civiles, lentamente se está diseñando un camino cada día más autoritario. Es parte de la batalla cultural que impulsa el presidente Milei. Una deriva por demás peligrosa sino no hay respuesta a tiempo.

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