Breves consideraciones sobre la vorágine política de estos días

Hay un nuevo escenario político. El fallo de la Corte Suprema de Justicia impactó fuerte en un escenario en curso de reconfiguración que ahora incorpora nuevas posibilidades y condicionamientos a ese curso que se irá definiendo en los próximos meses. En lo inmediato no hay dudas que esa reconfiguración alcanzará también a las estrategias electorales provinciales bonaerenses y nacionales de octubre.

Foto: Nicolas Solo ((i))

La pregunta que surge espontáneamente es si con todo lo acontecido en estos días se abre una nueva situación política. No es posible afirmarlo aún pero se perciben indicios tanto de ruptura como de continuidad con el presente que se verá cómo evolucionan, más aún en un marco global donde reinan la incertidumbre y las posibilidades de una guerra ampliada cuando el gobierno Milei ha reorientado la inserción internacional del país.

Lo que sí es posible afirmar que la prisión domiciliaria de CFK, y su inhabilitación de por vida, constituye un dato inédito de la política argentina.

La vorágine que nos desborda

A partir del 18 de mayo pasado se sucedieron vertiginosamente hechos políticos desatados por los resultados de elecciones legislativas de tercer grado en CABA. El triunfo poco esperado de la LLA dejó golpeado al peronismo porteño, que sin embargo no hizo una mala elección, pero quedó claro que el discurso lavado no alcanza para enfrentar los desafíos electorales del presente. Por otro lado empoderó a la LLA que destruyó prácticamente al PRO y rápidamente forzó una alianza en Provincia de Buenos Aires bajo la hegemonía de la ultraderecha.

En el otro campo los resultados acentuaron la disputa entre el cristinismo y el neokirchnerismo hasta que CFK, sea por la necesidad de ganar las elecciones de septiembre, sea por acentuar su rivalidad con Axel Kicillof o por buscar fueros frente a un fallo que daba por hecho la sentenciaría, se postuló para diputada provincial por la 3ra. sección electoral de la provincia. Esto provocó que la Corte Suprema de Justicia adelantara su fallo condenatorio. Este fallo sacudió al peronismo que salió de su modorra y rápidamente organizó una caravana masiva de acompañamiento a los tribunales donde se presentaría detenida. Pero otra vez la justicia se adelantó, buscando desactivar la caravana por presión del gobierno, le dictó prisión domiciliaria sin necesidad de presentarse a Tribunales. De inmediato la caravana de acompañamiento mutó en concentración en la Plaza histórica que terminó en una movilización masiva. Todo esto en apenas 30 días (del 18 de mayo al 18 de junio).

Vista área de la Plaza de Mayo contra la proscripción política y la condena a Cristina.

La plaza

Se trató de una de las grandes concentraciones de este tiempo (entre 150 y 200.000 personas), si bien no alcanzó el volumen de la marcha universitaria, del 1F o del 24M. Fue tan masiva como heterogénea, con un fuerte y diferencial componente plebeyo. Fue notorio que las columnas mayoritarias fueron las de La Cámpora y la del Movimiento Derecho al Futuro (MDF) que en cierta forma competían. Si bien la CGT decidió no participar como tal, sí lo hicieron gremios grandes como La Bancaria, la UOM y el SMATA, ATE y otros menores como los que conforman la Corriente Federal, seccionales de la UOCRA… Es indudable que en la Central Obrera se está gestando una crisis que, camino a la renovación de autoridades en octubre, puede incubar una fractura. El comunicado de la UOM así lo muestra. No se trata solo de una diferenciación de los sindicatos kirchneristas frente al gobierno, sino y sobre todo que este avanza no sólo sobre los derechos y las condiciones de explotación sobre los trabajadores, sino también sobre las propias estructuras sindicales.

En esta concentración masiva se expresó también cierta disposición a la lucha, algo que no estuvo presente en otras ocasiones, por ejemplo cuando el intento de asesinato de CFK. Queda por discernir si esta disposición es solo episódica, producto del impacto emocional que provocó el fallo o tiene raíces más profundas.

Foto: Nicolas Solo ((i))

La sorpresiva alocución a la distancia de CFK en un tono llamativamente calmo y sin sus tradicionales arengas no mostró interés en encauzar esa disposición, pareciera haber sido dedicado a recuperar la épica peronista y a establecer las bases de su relanzamiento político tras haber recuperado su centralidad en el escenario político nacional y también en el PJ. Si bien alentó la esperanza del “Vamos a Volver” y la perspectiva del 2027, no dio ninguna pista de cómo enfrentar las políticas antiobreras y antipopulares del gobierno, a pesar de que llamó a organizarse para debatir cual era el principal problema del país. Para concluir que el principal problema no era otro que el gobierno Milei…

La izquierda

La izquierda anticapitalista estuvo rápida de reflejos. El FIT-U emitió una clara declaración condenando el fallo y denunciando la proscripción. Ese mismo día dirigentes de tres de los cuatro partidos que integran el FIT-U se hicieron presentes en la sede del PJ para llevar la solidaridad y denunciar la acción legal como un arma política contra los opositores. Luego tres de los diputados que integran el bloque de izquierda en el parlamento llegaron hasta la casa de CFK y se entrevistaron con ella, ubicando el fallo en el marco de una política regional de EEUU y de la ofensiva capitalista. Finalmente una delegación del PTS se hizo presente en la reunión convocada por el PJ bajo la consigna “Todos con Cristina” luego mutada a “Argentina con Cristina” para volver a manifestar su solidaridad y su defensa de los derechos democráticos vulnerados pero planteando que la convocatoria debía ser más amplia. Por último tanto el PTS como el PO acertadamente participaron y llamaron a participar de la concentración en Plaza de Mayo.

Foto: Nicolas Solo ((i))

Más allá de las diferencia internas que muestra el FIT-U en sus posicionamiento políticos frente a la coyuntura inmediata, el accionar de la izquierda anticapitalista tuvo amplia repercusión en los medios y también en las redes sociales poniendo en evidencia que es un actor minoritario, pero actor al fin de la política nacional.

Todo deja abierta la pregunta si en lo que se supone será un marco de fuerte polarización se reabre el espacio electoral para la izquierda, que a juzgar por los resultados en las legislativa en CABA se había achicado. Caracterizar acertadamente esta situación no será un dato menor teniendo en cuenta que en la elecciones nacionales de octubre próximo buscará reingresar al parlamento la principal figura política de la izquierda de las últimas décadas. Por lo que las distintas fuerzas que se inscriben en el espacio de la izquierda anticapitalista, especialmente las que no están encuadradas en los partidos del FIT-U, deberán revisar sus estrategias de participación electoral y analizar que proponen para aportar a que la voz más potente de la izquierda reingrese al parlamento.

Mientras tanto

Mientras todo esto sucede la economía sigue en modo electoral. La economía está subordinada al control del tipo de cambio, vía nuevo ciclo de endeudamiento, y al descenso de la inflación, poniendo el mercado interno a disposición de los productos importados. Según distintos analistas “los mercados” se preguntan cómo seguirá el modelo Caputo luego de octubre.

En paralelo se anunció la modificación del Estatuto de la Policía Federal Argentina, lo que hace un año se haría por ley del Congreso ahora se hizo por decreto, autorizando medidas propias de un Estado de Sitio. Como complemento de un plumazo se transfirieron 160 viviendas del Plan Procrear a la policía, cuando ya tenían asignados otros destinatarios. Se habilitó a las FFAA para intervenir en zonas fronterizas y se flexibilizó la tenencia de armas automáticas para el uso de civiles. Se puso en marcha la política de privatizaciones junto con nuevas desregulaciones y la continuidad del cierre, reestructuración y/o fusión de organismos estatales. Enviarán al parlamento un proyecto de ley limitando el derecho de huelga, mientras que la Comisión de Valores ya reglamentó el sistema con que el que se busca reemplazar al régimen de indemnizaciones por despido.

Patricia Bullrich.

Todo avanza hacia la instalación futura de un nuevo régimen político en el país. La movilización popular masiva y continuada es lo que puede poner freno a este proceso reaccionario, pero esto no debe dejar de lado las elecciones nacionales de medio término de octubre próximo que son también un campo de lucha y que serán decisivas. El propio gobierno las ha propuesto como un plebiscito sobre la gestión y la orientación de su proyecto que no es otro que producir un cambio estructural priorizando un país exportador de materias primas y de servicios abierto al capital transnacional. Este modelo está cubierto por el FMI que impulsa las reformas jubilatoria y laboral para las que el gobierno necesita el consenso electoral que buscará en las elecciones de octubre.

Los campos se van deslindando el gobierno como viabilizador de las políticas reestructuradoras del gran capital y los sectores más conservadores y el campo de los trabajadores y los sectores populares. Las calles pero también las urnas pueden definir la situación.

Bs. As. 19.06.2025

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