El gobierno nacional festejó la inflación del 8,8% de abril publicada por el Indec aunque se trata de un índice mayor que el anteúltimo mes del gobierno de Alberto Fernández.
El informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec) mostró una desaceleración de 2,2 puntos en relación a marzo. La variación interanual -es decir, de abril 2023 al mes pasado- fue del 289,4%, mientas que la acumulada de 2024 alcanzó el 65%.
En declaraciones a Informativo FARCO, el economista Lavih Abraham aseguró que la inflación “sigue siendo muy alta, mucho más que cualquiera de todos los meses del gobierno de Fernández, con la sola excepción de los meses que siguieron a las elecciones de agosto pasado”.
El integrante del Mirador de la Actualidad del Trabajo y de la Economía (MATE) destacó que los números de inflación del gobierno de La Libertad Avanza “son más altos que cualquiera de los meses” del macrismo, e incluso de Cristina Fernández de Kirchner y Néstor Kirchner.
Abraham señaló que la inflación del mes pasado “se ve tirada para arriba por el aumento de los precios de los servicios, tanto de energía, transporte y gas en todo el país”. Por eso explicó que se mantiene en un nivel alto, “a pesar de que notamos que este mes, por primera vez, los alimentos y bebidas estuvieron por debajo de este promedio”.
“Esto implica que la inflación sigue en un rumbo muy alto, que no tiene una perspectiva clara de descenso, sino que justamente está en un nivel comparable a los peores niveles de inflación de otras épocas, de los 70 y 80”, indicó.
La categoría que más crecio en abril fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles con 35,6%. Le siguieron Comunicación (14,2%) y Prendas de vestir y calzado (9,6%).
Por otro lado, el economista de MATE dijo que si bien la inflación puede descender otro poco en los próximos meses debido a la caída del consumo pero “esto no quiere decir que los precios vayan a bajar, si no que van a moderar esta escalada que estuvimos viviendo en los meses pasados y que llevó a una enorme pérdida del poder adquisitivo de los salarios en general, jubilaciones y los ingresos de prácticamente toda la población”.
En conclusión, se trata de “una inflación que no se ha detenido, que en todo caso se ha desacelerado, pero que de ninguna manera significa que los precios bajen ni mucho menos”.