A un mes del inicio del brutal intento de ajuste en la Agencia Nacional de Noticias Télam, el Directorio encabezado por Rodolfo Pousá y Ricardo Carpena vuelve a dar señales del desconcierto que gobierna a la cúpula de la empresa. A través de una carta documento enviada hoy al Sindicato de Prensa de Buenos Aires, y demás representaciones gremiales, los directores del medio público se desentienden de los dictámenes elaborados por la justicia y del Ministerio de Trabajo intentando -nuevamente- vincular las medidas de fuerza con una supuesta “ocupación ilegítima” de los edificios de Télam.
Desde hace 30 días, los trabajadores y trabajadoras de esta agencia nos encontramos cumpliendo nuestro horario de trabajo, algo que contrasta con el flagrante abandono de tareas que realizaron directores, gerentes y obsecuentes de turno que desde el 26 de junio no asoman su narices en ninguna de las sedes de la empresa. No es una interpretación, es la conclusión a la que llegó la inspección policial ordenada por el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N° 8, en el que se tramita la denuncia interpuesta por el Directorio con la intención de aclarar la situación de las sedes de nuestro medios.
La justicia pudo constatar que en los edificios de Télam se encuentran los trabajadores, pacíficamente, sin que se haya afectado el patrimonio o los bienes de la empresa, lo que dejó en claro que los trabajadores no estamos cometiendo delito alguno. El tiempo ordena. Es de esperar que en los próximos días se archive la denuncia maliciosa.
No conformes con el bochorno judicial, Pousá y Carpena buscaron refugio en el Ministerio de Trabajo, un órgano político, para forzar una inspección que, sin embargo, tampoco los favoreció. El 20 de julio, la Subsecretaria de Fiscalización del Trabajo y de la Seguridad Social revisó los dos edificios de la agencia nacional y labró un acta en la que dejó constancia que “el ingreso y egreso al edificio es normal, no encontrando ningún impedimento para hacerlo”. Además, la cartera a cargo de Jorge Triaca certificó la “presencia de personal de vigilancia perteneciente a la empresa Gruspa” en los ingresos de ambos edificios.
Pese a estos informes, o quizás como consecuencia de ellos, la dirección de Télam apela ahora a una carta documento que carece de todo valor legal y que tiene cómo único objetivo cubrir sus propias espaldas, disimular su irresponsabilidad. La amenazas de estar imposibilitados de pagar los sueldos por las medidas de fuerza, choca de frente con la permanente liquidación de indemnizaciones que desde hace 15 días vienen realizando desde la Gerencia de Recursos Humanos, por no mencionar los telegramas recibidos y enviados en los últimos días desde el edificio de Bolívar 531.
Pareciera que los argumentos patronales responden más a hacer política de terror con el pago de salarios antes que a razones jurídicas.
Una vez más, el Directorio actúa al margen de la ley.
Renovamos nuestra invitación a las autoridades a comportarse con responsabilidad y a cumplir las obligaciones para las que fueron designados: respetar los convenios laborales, actuar conforme a los fallos judiciales y defender a los medios públicos.
De este conflicto se sale dialogando con los trabajadores, no con difamaciones, no con aprietes.
Entendemos que quizá es difícil cuando se hace por primera vez, pero ya es tiempo de haber realizado ese aprendizaje.