Se registran 117 comunidades Mbya Guaraní, con aproximadamente 14 mil integrantes en Misiones, y algunas en situación de “extrema vulnerabilidad” frente a la pandemia de coronavirus . El “Vasco”Baigorri, miembro del Equipo Misiones de Pastoral Aborigen (EMiPA), a través de una carta abierta que hizo llegar a la redacción de ArgentinaForestal.com , alertó sobre “la falta de información” y reclamó “mayor asistencia a las comunidades Mbya Guaraní en materia de prevención”, cuestionó Baigorri. Por otra parte, el cacique Eliseo Chamorro, de Tekoa Ka’aguy Poty –en el Valle de Kuña Pirú-, expresó que la situación tomó por sorpresa a muchas comunidades y se necesita de asistencia para sobrellevar el aislamiento, también les falta más información”, remarcó.
01/04/2020
MISIONES (1/3/2020).- El “ Vasco” Baigorri, miembro del Equipo Misiones de Pastoral Aborigen (EMiPA), destacó en una carta abierta la falta de información y asistencia a determinadas Comunidades Mbya Guaraní de Misiones, y que están más expuestas y demandan asistencia del Estado.
Si bien Baigorri expresó que los miembros del EMiPA se encuentran a disposición de las autoridades provinciales del Ministerio de Salud para todo aquello en que puedan ser útiles para informar a las comunidades Mbya guaraní en la provincia, como así también acercar todo el material informativo en Mbya con que se cuenta, en la carta difundida reflexionó sobre los aspectos que deben atenderse con urgencia en los pueblos guaraníes de la provincia.
“El gobierno misionero, que fue un adelantado en las acciones frente al coronavirus, debió haber actuado con la misma premura respecto a las más de 117 comunidades guaraníes, con aproximadamente 14.000 seres humanos, que habitan en Misiones. Este virus pone en riesgo la supervivencia guaraní ya que es un enemigo invisible, avanza silenciosa, no busca conquistar territorios, solo muestra la fragilidad humana”, expresó el comunicador de la organización”.
En su opinión, en Misiones aún no se considerado como debiera un protocolo especial a la población guaraní. “Las comunidades indígenas son una de las más vulnerables. Sin embargo, hemos consultado en diferentes localidades de Misiones, y la respuesta fue que no tenían ninguna información brindada desde el gobierno provincial y las autoridades de salud”, asevera Baigorri.
En esa línea, se refirió a la situación de Chaco, que ya vivió la experiencia con el cólera y no demoró 24 horas en hacer comunicados en lengua Qom y Wichí. Y en la presente emergencia sanitaria, ya presentó un caso de contagio de una niña toba con coronavirus.
En Misiones aún no se registraron casos de contagios en las comunidades indígenas
“El gobernador de Misiones es médico, conoce las comunidades, porque las recorrió como ministro de Salud, pero parece se olvidó de nuestros hermanos guaraníes, ya que nuevamente se evidencia la inacción del Ministerio de Derechos Humanos”, cuestionó Baigorri, reclamando mayor presencia de asistencia social en la actual emergencia sanitaria para asistir a las comunidades indígenas e implementar un protocolo de prevención en lengua guaraní.
En ese aspecto, pidió que se trabaje desde el Estado en comunicados en todos los medios radiales, televisivos y digitales en idioma Mbya, para explicar exactamente lo mismo que se hace en castellano, para la población Mbya Guaraní, ya que es una identidad cultural que tiene la provincia con comunidades asentadas en todo el territorio.
Propuso para ello, que “se utilicen los espacios publicitarios que la provincia dispone en sus respectivos medios de comunicación, esta vez, como un recurso solidario”, señaló.
Pedido de «más prevención de salud en las aldeas»
Los guaraníes también se ven obligados a salir de sus comunidades para alguna gestión o para cubrir las necesidades básicas alimentarias de su pueblo. “Hacen trámites como ir al banco por ejemplo, actividad necesaria porque el kiosko o almacén cercano por lo general no trabaja con tarjetas. Pero si alguno se contagiara de coronavirus, primero lo tratarán con sus sistemas propios de salud por parecer un resfrío común, con lo que se tendrá un grupo humano contagiado en horas y muy posiblemente una Comunidad que no podrá ser atendida y con las consecuencias previsibles”, explicó Baigorri.
Como un conocedor de las costumbres indígenas, explicó que “el aislamiento es casi imposible en ellos, el día se vive en comunidad. ¿Cómo se aísla a quien nada lo separa del otro, donde los niños y niñas comparten el oka -patio-, que están acostumbrados a compartir su comida? Claramente, el impacto puede ser devastador en las comunidades. Se me hizo imposible no pensar en las Comunidades que habitaban en el sur del país a las que se les repartió ropa contaminada con el virus de la viruela a principio del siglo XX”, concluyó en su misiva el periodista.
No generalizar las necesidades indígenas
“Mba´e achy va´ikue” sería en lengua guaraní la palabra “coronavirus”, según explicó el cacique de Tekoa Pindo Poty, Alejandro Benitez (56), desde el Soberbio, en el área de la reserva de Biosfera Yabotí. En su comunidad viven unas 24 familias, más de 130 personas, entre ellos, ancianos y ancianas.
“Por aquí está todo tranquilo de salud hasta ahora. Estamos cuidando a las personas. Solo por necesidad de mercadería o alguna urgencia, permitimos salir de la aldea. La gente ya no sale tanto afuera, por lo que estamos tranquilos haciendo todo para que no llegue el virus a la comunidad, ni a la provincia, porque es complicado para todos. Rezamos por todos”, expresó en un breve contacto con ArgentinaForestal.com el líder guaraní.
Por su parte, el cacique Eliseo Chamorro (39) de Tekoa Ka’aguy Poty (que traducido del guaraní significa Flor del monte), vive en el Valle del kuña Pirú, en el municipio de Aristóbulo del Valle, y explicó que en su aldea la situación de emergencia sanitaria los encuentra organizado. “Mi preocupación es por otras comunidades que ya se encontraban con muchas necesidades, que no tienen el monte sino que viven cerca de los pueblos, y se vieron sorprendidas con las actuales condiciones de aislamientos”, indicó.
En ese sentido, señaló que “hay algunas comunidades que no están preparadas para sobrevivir sin ayuda. Eso es porque están más asentadas en zonas urbanas o cerca de las rutas, y necesitan más asistencia que otras que vivimos de la selva, que tenemos nuestras plantaciones. Sería un error generalizar la situación de necesidades de las comunidades Mbya para afrontar la pandemia. Existe un factor fundamental con la que cuentan algunas comunidades y otras no: el monte“, expresó.
Para los guaraníes, la selva misionera es vida, agua, alimentos, casa, protección y es lo que les brinda la fortaleza espiritual de la cultura indígena.
En el caso de Ka’aguy Poty, es una aldea integrada por unas 93 familias, y tienen 10 ancianos que proteger. Eliseo prefirió no traducir el nombre de la enfermedad en guaraní, ya que en su forma y costumbre, se trata de algo “que es desconocido para nosotros, por lo que se llama a la enfermedad por su nombre en nuestra comunidad”, explicó respecto al coronavirus.
Es hermano mayor del cacique Epifanio Chamorro, de Tekoa Arandú, una comunidad en Pozo Azul, en el municipio de Eldorado, en la que viven unas 90 familias, en una superficie de 5.014 hectáreas.
Eliseo sostuvo que en su comunidad (Ka’aguy Poty), a pesar de todas las dificultades que se enfrentan, se encuentran “bastante bien” en cuanto a provisión de alimentos. “Creo que vamos a poder afrontar este momento, pero a muchas otras comunidades los tomó muy de sorpresa. Seguramente hay comunidades desinformadas o con necesidades de alimentos por no poder salir, medicamentos o artículos de higiene”, expresó.
En cuanto a las atenciones de Salud, en su aldea se encuentran contenidos. “Estamos asistidos en principio por la salud indígena, y cada tanto por el sistema de Salud de la provincia en otras enfermedades, pero no en estos momentos específicamente en la pandemia, y eso nos preocupa”, señaló el cacique.
Por su forma de vida y costumbre, alertó que “en las comunidades Mbya el aislamiento se desarrolla en el patio, y además muchas comunidades no cuentan con casas adecuadas para afrontar o resguardarse en las casas”, describió respecto a la complejidad que se enfrenta y que demanda de educación sanitaria indígena.