Violencia de género contra dirigente indígena

Privada de su derecho a vivir una vida sin violencia, con mecanismos de acceso a la justicia cargados de violencia institucional, Maribel Eloisa Morales, Atuniyku (autoridad tradicional) de la comunidad indígena “Ayllu Yacu Chiri” (diaguita cacano), Santiago del Estero.

Maribel Morales ha vivido graves situaciones de violencia física, psicológica y patrimonial, también bajo la modalidad de violencia institucional, por su lucha en defensa de los derechos territoriales de su comunidad y su familia.

El pasado jueves 28 de mayo Maribel Morales denunció en la Seccional 20° de Policía de Villa Atamisqui, Santiago del Estero, a Ríchard Ledesma por el delito de usurpación y estrago rural de su cerco de siembra y, amenazas de violencia física contra su persona. La misma denuncia fue presentada el mismo día ante el Ministerio Público Fiscal de la provincia (N° 519/2020), bajo la modalidad que ofrece la página web oficial (mecanismo para presentación de denuncias establecido por Fiscalía en el marco del aislamiento social obligatorio). La denuncia en sede policial fue tomada ese día por el Oficial Ayudante Leguizamón, quien se presentó en el lugar de los hechos y le comunicó a Ledesma que pesaba una orden de restricción contra él que le impedía acercarse a Morales y que debía cesar con sus actos usurpatorios.

Sin embargo, esta denuncia fue registrada en la policía, según información que la misma policía brindan, como realizada el día sábado 30, dos días después de los hechos, por el supuesto delito de amenazas contra Maribel Morales, ordenando la fiscal Lorena Nieva la prohibición de acercamiento del imputado Ledesma; sin consignar el delito de usurpación y estrago, también se habría alterado la verdad al informar que el policía que habría recibido la denuncia ese sábado era Miguel Bravo, falseando así el día, el nombre del personal policial y sesgando los delitos denunciados.

El domingo 31 Morales se dirige junto a miembros de su familia a su cerco de siembra y descubre al denunciado Ledesma y cuatro hombres más levantando un cercado de ramas dentro de su posesión. En respuesta al reclamo realizado por Morales para que deje de empostar, Ledesma se abalanza contra ella y con la concurrencia de su esposa y otras mujeres de su familia, la agreden violentamente tirándola al piso y golpeándola con golpes de puño, patadas y con garrotes. Mientras era castigada físicamente Richard Ledesma le gritaba “¡te voy a hacer c., así ya quedo preso de una sola vez!”. También fue agredida Yénifer Peralta, hija de Maribel Morales cuando intentó defender a su madre. Ante estos hechos se dirige a la policía de Villa Atamisqui a radicar una nueva denuncia, en esa ocasión es atendida por el Oficial Ayudante Bravo quien le dice que en ese momento no le tomarán la denuncia y que, “…cuando puedan hacer funcionar el móvil (policial)…” se dirigirán al lugar. Por las evidentes muestras de inacción policial Maribel Morales regresa a donde continuaban impunemente trabajando el grupo de hombres dirigido por Ledesma para defender su derecho y es brutalmente agredida por segunda vez, ella y su hija. Los agresores cesan con la golpiza cuando divisan que se aproxima un patrullero con cinco policías, entre ellos el citado oficial Bravo y, quien se presentó como Jefe de la Seccional 20°, quien mostrando molestia exclamó “…nos hacen perder el tiempo…”, trazó arbitraria y autoritariamente una línea en el suelo con su pie estableciendo una nuevo deslinde sin ningún fundamento, autorizó a Ledesma a continuar con el empostado y ordenó a Maribel Morales que regrese a su casa.

Herida y dolorida por los golpes recibidos Morales se dirige al Hospital de Villa Atamisqui donde constatan las agresiones y, con el certificado otorgado por el centro de salud vuelve a la Seccional 20° donde es atendida nuevamente por el oficial Bravo, le recibe la denuncia pero se niega a otorgarle una constancia argumentando desconocer el nombre del fiscal de turno.

Según información dada por la misma policía la denuncia es asentada ese domingo 31, pero consignan que la misma fue tomada por el oficial Leguizamón, caratulada como “lesiones leves”, entre los agresores de Morales se incluyen solamente los nombres de las mujeres y no figura la presencia ni el accionar de Ríchard Ledesma. No se informa a la fiscal Nieva, quien había librado contra Ledesma una prohibición de acercamiento y, en su lugar se instruye como una denuncia nueva en el ámbito de la fiscalía de Miguel Ángel Torresi. Al día siguiente, el policía Bravo se hace presente en el domicilio de Maribel Morales para informarle que por orden del fiscal Torresi tiene “prohibido acercarse” a sus agresores. Sorprendida por el accionar judicial le manifiesta a Bravo que tiene derecho a no firmar esa notificación y que se presentará ante el fiscal cuando éste la cite. Bravo le expresa que si no firma “…está cometiendo un grave delito…”.

Estos hechos fueron informados al Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y, al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas. Actualmente Morales sigue sin poder ir a su cerco de siembra, donde se cultivan los alimentos para la subsistencia básica de su familia; Ríchard Ledesma continúa impunemente usurpando su territorio sin que la justicia haya hecho nada por la violación de la orden de restricción.

No es la primera vez que Maribel Morales, Atuniyku del Ayllu Yacu Chiri sufre este tipo de violencia institucional y psicológica, por su condición de indígena y de mujer. Ya anteriormente vivió episodios similares cuando su comunidad fue privada de agua para consumo humano por el Municipio de Villa Atamisqui, cuando miembros de su comunidad fueron dejados sin trabajo por denunciar esta situación, cuando el mismo municipio intentó realizar un concurso de pesca en el territorio comunitario sin solicitar el correspondiente permiso, cuando se denunció el estado deplorable de la posta sanitaria, cuando se impide que se destruya el bosque nativo, etc.

Unión Solidaria de Comunidades

Del Pueblo Diaguita Cacano

Santiago del Estero – Argentina

Fuente: Diaguita Cacano usc_cacanos@hotmail.com

1 Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *