Como “la culminación de un trabajo colectivo entre Las Naciones originarias preexistentes y la nación chilena”, calificaron los Coordinadores de la Comisión de Participación y Consulta Indígena de la Convención constitucional, Wilfredo Bacián Delgado, del pueblo Quechua, y Margarita Vargas del pueblo Kawesqar, a la publicación del articulado del Reglamento de participación y consulta indígena.
Para el convencional quechua Wilfredo Bacián, “fue un arduo trabajo, pues recibimos mas de 70 solicitudes de audiencia, por razones de tiempo no pudimos escuchar a todos, pero privilegiemos comunidades territoriales y autoridades tradicionales de todos los pueblos originarios. Sólo al final escuchamos Ongs y académicos, que aportaron una valiosa visión, pero por cierto lo que más nos interesaba era que los naciones originarias hablarán por sí mismas, sin intermediario alguno”.
La convencional kawésqar Margarita Vargas afirma que “los convencionales del pueblo chileno miembros de la comisión tuvieron un comportamiento ejemplar, pues respetaron la libre determinación de los pueblos originarios que éramos mayoría en la comisión. Nuestro nombramiento como coordinadores incluso fue motivo de consenso y la mayoría de las decisiones fueron tomadas por esa vía, sin votación, salvo el texto final, donde hubo naturales diferencias, pero reinó el respeto y la mutua comprensión. Creemos que hemos logrado un acuerdo histórico, pues inclusive aprobamos una norma que ratifica a los mismos miembros de la Comisión transitoria de participación y consulta para la futura Comisión de pueblos originarios y plurinacionalidad, que será permanente”.
El Coordinador Bacián agregó que “la redacción del articulado final fue un trabajo colaborativo que involucró el trabajo de asesores y convencionales que generosa y desinteresadamente aportaron su visión. Sin ellos no hubiera sido posible contar con el en plazos tan acotados. Asimismo, contamos con el apoyo del profesor Victor Toledo Llancaqueo, desde México, como con la sistematización del PNUD. Estamos orgullosos de presentar este resultado, que entre otras cosas contempla consultas indígenas basadas en la Declaración de Derechos de los Pueblos indígenas de Naciones Unidas y otros instrumentos y tratados; acuerdos vinculantes entre el Estado y los pueblos originarios, así como una Comisión que consulte, redacte el estatuto constitucional indígena, y que finalmente informe al pleno sobre las normas que afecten a los pueblos y se vayan a votar en sala. Este es un reglamento robusto, creemos que uno de los más avanzados entre los procesos constituyentes latinoamericanos”.
Por su parte, Margarita Vargas, pidió a “todas las fuerzas políticas que respetan la libre determinación de los pueblos. Nosotros hicimos un esfuerzo por que la consulta indígena del proceso Constituyente sea ajustada al derecho internacional, alejándonos del decreto 66, es decir, lejos de las malas consultas que han hecho los gobiernos de lado y lado. Todas las organizaciones pidieron consultas de verdad, no simulacros, consultas fraudulentas o falsas, como ha sido hasta ahora”.
Wilfredo Bacián finalizó señalando que “la instancia que viene es el Pleno. Ahí podremos proponer avances que no logramos en la Comisión de Participación y Consulta Indígena, o corregir normas desfavorables, pero por sobre todo pedimos respeto. Hay fuerzas políticas que posan de progresistas, incluso convencionales que exhiben doctorados y gran prestigio académico, pero son profundamente colonialistas y racistas, y por tanto sabemos que tratarán de recortar nuestros derechos, desempoderar a los pueblos originarios, tal como cuando votaron contra las comisiones transversales de plurinacionalidad, o cuando dejaron los temas indígenas en una sub comisión de derechos económicos y culturales. Pedimos que respeten la autodeterminación que es nuestro derecho más valioso, y que aprueben los mecanismos que nos favorecen. Solo así dejaremos de tener una Constitución cosmética y colonial. Solo así podremos reconquistar nuestros derechos y liberarnos de la subordinación política a la que nos ha sometido la elite chilena, aun sobre representada en la Convención Constitucional”.