Estimado Juan Grabois
En primer lugar te pido perdón por escribirte públicamente pero realmente necesito contestar tus declaraciones, públicas, sobre el relevamiento de territorios indígenas realizado por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas donde trabajo con mucho orgullo desde el 2010.
Nos conocimos en territorio mapuche, en la radio comunitaria Pocahullo de San Martín de Los Andes hace ya 10 años, capaz te acordás, nos presentó un amigo en común el querido Roberto Arias.
Entonces te pedí un favor: que le acerques a Francisco, el Santo Padre, una carta de las comunidades de los pueblos Mapuche y Tehuelche del Chubut contándole sobre la lucha por la restitución de la familia del Lonko Inakayal, entonces prisionera de la Ciencia de Museo de La Plata. También pedían por la restitución del Tehuelche Liempichum prisionero aún del Museo del Hombre de París, Francia. Todavía estamos en deuda por tu predisposición y diligencias por eso el pedido de perdón por esta carta.
Ojala no te moleste como si nos molestó a nosotros, a algunos más a otros menos, tus declaraciones sobre que al relevamiento territorial de las comunidades indígenas lo hacían uds. en seis meses. Quedando el INAI como un organismo inoperante.
¡Sabés que te han informado mal!
Cuando comenzó el relevamiento teníamos casi 800 comunidades para trabajar pero se fueron sumando más de 1.000 con el transcurrir de los tres mandatos de los gobiernos de Néstor y Cristina.
No voy a enumerar hoy acá las razones pero en general el reconocimiento de derechos de nuestros gobiernos impulsó que las comunidades pre existentes den el paso de la inscripción en el Estado. Eso sumado al auge que el Evo y los pueblos de la hermana Bolivia impulsaron en todo el continente.
La idea básicamente es que el relevamiento seguirá por mucho tiempo más porque sabemos que hay comunidades que aún no han dado ese paso.
Tampoco nos parece justo olvidar qué pasó duramente los últimos 6 años. Los 4 años de macrismo fueron de retroceso para la política pública en general y de muertes violentas en las comunidades originarias en particular. Santiago Maldonado y Rafael Nahuel regaron con su joven sangre guerrera la prórroga de la Ley de Emergencia Territorial durante ese terrible 2017.
Y ni hablar del parate de la pandemia que dejó también centenares de muertos indígenas y entre ellos numerosos dirigentes como nuestro hermano Juan Chico a quien todos impulsamos como el primer indígena director de Tierras del INAI.
Si Juan Chico, el historiador Qom, luchador por la Memoria de la Masacre de Napalpí, fue el responsable del relevamiento y a mi humilde entender también dejó la vida llevando a cabo esa misión.
No quiero abusar de mi atrevimiento pero querido Grabois el INAI ya relevó 8 millones de hectáreas en manos de las comunidades o en conflicto y casi 2 millones en Salta.
Las guardias blancas han perseguido a trabajadores, las sociedades rurales y gobiernos provinciales han boicoteado o impedido el relevamiento durante años en Neuquén, Río Negro, y siguen las firmas.
Por último te cuento que en Tucumán también dejaron la vida trágicamente compañeros en ésta ardua misión.
Yo no trabajo en esa área pero tengo un profundo respeto por todos los trabajadores y compañeros de las comunidades que han dejado todo en este trabajo luchando así por un país más justo, comenzando por los últimos que serán algún día los primeros.
Ojala puedas aportar un nuevo granito de maíz a esta larga lucha. Tu trayectoria así lo indica y que tu humildad te permita comprender que el INAI no es una isla, sufrió, como todo el Estado, el vaciamiento PRO y que tus palabras abonan, si vuelven al gobierno, Dios no lo permita, nuevamente a catalogarnos como la grasa militantes o directamente como ñoquis e inoperantes.
Las comunidades están en emergencia, no solo territorial, las internas o chicanas no contribuyen, por eso espero que tomés esta opinión como una crítica constructiva de alguien que admira a los luchadores y luchadoras del pueblo que van para adelante pero si se equivocan saben reconocerlo.
Bueno si leés esta nota te mando un fuerte abrazo fraterno, y ojala nos encontremos, más temprano que tarde, en los territorios entregando ya no las carpetas técnicas del relevamiento sino los títulos de propiedad comunitaria, saldando así una tremenda deuda histórica para con los pueblos originarios y la democracia misma.
Atentamente.
Fernando Miguel Pepe, antropólogo y coordinador del Área de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas y Protección de Sitios Sagrados del INAI.