¡La Stasi electrónica, por fin! (continúa la avanzanda contra la ‘libertad humana’…)

Estamos en contra de los pedófilos, ¿no? Por lo tanto, no le importará que un robot abra su correo para asegurarse de que no contenga ningún mensaje o documento sospechoso. Este es esencialmente el espíritu de una propuesta de reglamento presentada por la Comisión Europea el 11 de mayo (1). El texto, que afecta tanto a sitios web como a servicios de mensajería cifrada como iMessage, WhatsApp, Telegram o Signal, introduce “una obligación para los proveedores de detectar, denunciar, bloquear y eliminar de sus servicios contenidos relacionados con la explotación sexual infantil”.

por Pierre Rimbert 
junio de 2022

Pero la propuesta también impone la “detección de pedotrapage”, es decir, la solicitud en línea de niños pequeños por parte de adultos con fines sexuales. Sin embargo, frustrar este tiovivo implica monitorear constantemente las comunicaciones. “El proceso de detección suele ser el más intrusivo para los usuarios, admiten los burócratas antipedófilos, porque requiere el escaneo automático de textos en intercambios interpersonales. Incluidos, especifica Bruselas, los mensajes encriptados.

En resumen, la Comisión Europea propone que un programa diseccione las comunicaciones privadas de 450 millones de personas para garantizar su legalidad: el sueño incumplido de la Seguridad del Estado de Alemania Oriental (Stasi). Para ello, un “Centro Europeo para la prevención y lucha contra la violencia sexual contra los niños” ofrecería a las empresas un software de vigilancia gratuito. Como señala el investigador de encriptación Matthew Green, “Al instituir estos sistemas de detección obligatorios en Europa, la Comisión finalmente los pondrá a disposición de todos los gobiernos”. Sea lo que sea, advierte Green, el programa cometerá errores. Y una vez que abres la puerta a ‘máquinas que leen tus mensajes’ para cualquier propósito, no hay límites” (Twitter, 11 de mayo de 2022).

Causa inexpugnable por excelencia, la lucha contra la pederastia ha dado lugar a una proliferación legislativa desde hace décadas. Delito excepcional, medidas excepcionales, nos tranquiliza. Sin embargo, la historia del derecho enseña que en materia represiva la excepción se convierte en regla (2). Desde el 11 de septiembre hasta el estado de emergencia sanitaria, a través del movimiento de los ” chalecos amarillos ” y el de los camioneros en Canadá, los llamados gobiernos “liberales” han recurrido sin temblar a medidas que atentan contra las libertades públicas. ¿Por qué no sería lo mismo con la confidencialidad de la correspondencia?

Gracias a un evento asombroso – atentado, motín, epidemia – el pretexto de la protección de los niños se extenderá a la lucha contra el terrorismo, el extremismo, la contaminación. Esta perspectiva no asusta a la Comisión: “Las medidas contenidas en la propuesta afectan al ejercicio de los derechos fundamentales de los usuarios, en particular el derecho fundamental al respeto a la vida privada (incluido el secreto de las comunicaciones, en el marco del amplio derecho al respeto para la vida privada y familiar)”, reconocen los redactores del texto. Quienes concluyen sin embargo: “Aunque de gran importancia, ninguno de estos derechos es absoluto, y deben ser considerados en relación con su función en la sociedad.»

Por suerte, el “mundo libre” ganó la Guerra Fría…

notas:

(1) “Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establecen normas para prevenir y combatir el abuso sexual infantil”, Comisión Europea, Bruselas, 11 de mayo de 2022.

(2) Leer Raphaël Kempf, “El retorno de las leyes canallas”, Le Monde diplomatique, enero de 2020.

Artículo traducido automáticamente por Google Translate.

fuente: https://www.monde-diplomatique.fr/2022/06/RIMBERT/64745

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