El espacio Basta de Asesinatos Laborales (BAL) presentará el próximo 2 de junio un nuevo informe, cubriendo el periodo 2021-2022. Según sus datos, en los últimos 5 años, al menos 5041 laburantes perdieron su vida por razones laborales.
El espacio Basta de Asesinatos Laborales (BAL) se formó en 2016, cuando se reunieron trabajadores y familiares ante tres siniestros ocurridos en rápida sucesión: el mecánico de la Línea 60 David Ramallo murió aplastado al ceder un elevador en la cabecera de la línea; Diego Soraire, trabajador del INTA falleció tras la explosión de una olla; y Richard Alcaraz, un albañil que perdió la vida en el derrumbe de una obra. Los tres casos tuvieron como punto común la desidia patronal, ámbitos laborales que no cumplían las condiciones básicas y la falta de elementos de seguridad.
El registro que lleva adelante el espacio difiere al de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT), que en el 2021 registro 3306 muertes, cuando BAL contabilizó 3330. Una de las razones es que la SRT solo abarca trabajadores formales y no tiene en cuenta el trabajo “en negro”.
Entrevistado en Enredando las Mañanas, el programa de la Red Nacional de Medios Alternativos, el obrero del neumático y activista sindical Ariel Godoy aseguró que el espacio Basta de Asesinatos Laborales (BAL) está compuesto por familiares y compañeres de las víctimas, y otros compañeros y compañeras de distintos sectores cansados de la negligencia patronal.
“A través de este agrupamiento exigimos justicia para las y los compañeros, denunciamos lo que los grandes medios callan, visibilizamos las muertes laborales y creamos espacios para formar a los delegados y activistas de base a fin de que puedan accionar más efectivamente en defensa de la vida de las y los trabajadores”, planteó.
Godoy señaló que “denunciamos la responsabilidad del Estado y las patronales, pero también a las burocracias sindicales que estamos acostumbrados que no hagan nada lamentablemente, jamás hemos visto que la CGT o la CTA hayan puesto sobre la mesa la situación de los asesinatos laborales cuando hay una discusión paritaria”.
El numero promedio es de alrededor de 400 muertes al año (aunque en 2021 se disparó con la pandemia, cuando BAL registró 3.330 muertes), y las ART quieren esconder estas cifras, sumado a un subregistro enorme y constante por los trabajos no registrados.
“Las ART es un gran negocio siniestro y multimillonario, porque juegan con la vida y la salud de los trabajadores. La ley de ART plantea la cuestión del resarcimiento antes que la prevención, porque les resulta más barato pagar algún muerto o accidentado, como si fuésemos un auto. La alícuota que paga la patronal es proporcional a los accidentes, por eso tienen una política de ocultamiento, para bajar los costos y maximizar sus ganancias. En medio de esas políticas estamos los laburantes, el cuerpo y nuestras vidas. Cuando no hay más vida, no se puede discutir nada”.
El próximo 2 de junio a las 18 horas en Ademys, Solís 823, CABA, se presentará el nuevo informe: “Estamos invitando a todxs lxs laburantes a que sean parte de esta presentación. Para demostrar que hay pelea, que hay organización”.