Brasil: Estamos condenados a sobrevivir
Anótenlo por allí: fuimos de los últimos países del mundo en abolir la esclavitud. Casi 300 años de tortura racista como forma de gobierno. Dicen que nuestro mar es salado porque fue inundado de lágrimas negras durante tantas travesías. Y es verdad. Antes de eso, el exterminio de la población indígena ya inauguraba una nación fundada en la violencia y el odio a la libertad. Los europeos nunca soportaron el carnaval y nunca comprendieron el cuerpo desnudo, el tiempo libre, nuestra escasa disposición al trabajo asalariado. Ellos trajeron un Dios triste para convencernos de la derrota, de la culpa cristiana, nos presentaron sus banderas y sus guerras. Ellos soñaban con una plantación, pero nosotros hicimos el carnaval.
El poder nunca tuvo otra estrategia que la de nuestro...