
Sin fórmulas para remontar el declive
Trump afronta las mismas contradicciones que sus antecesores y tiene pocos instrumentos efectivos para atemperar esas tensiones. Debe lidiar con el declive económico estructural, que Estados Unidos contrarresta con fallidas ofensivas geopolíticas y militares.
Esos contragolpes no logran recomponer la supremacía perdida. Son incursiones que destruyen países de la periferia, precipitando escenarios caóticos que impactan sobre Occidente, agravando el retroceso de la primera potencia. Esa secuencia erosionó a Clinton, Bush, Obama y Biden, socavó al primer Trump y tiende a frustrar el actual replay del magnate.
La regresión económica de Estados Unidos presenta controvertidos indicadores en la comparación con otros socios de la Triada. Pero el panorama de ese contrapunto es desolador...