Más del 45% de los empresarios augura un achique del mercado interno. La industria alimenticia cayó 5,4%, y acumula en el primer semestre una disminución de 0,5%.
El Indec confirmó la caída en picada de la industria durante junio, con una contracción interanual del 8,1% en donde la retracción alcanzó a casi todos los rubros, a excepción de las industrias de metales básicos. Además de la estadística que confirmó las peores presunciones que la UIA había alertado el año pasado sin intervención del Estado, los empresarios adelantaron que la crisis tendrá una continuidad a partir de un hundimiento aún más pronunciado del mercado interno.
El organismo estadístico señaló además que “la variación interanual acumulada del primer semestre del año 2018 muestra un aumento de 1,0% respecto al mismo período del año anterior”. Y que las previsiones que tienen para el tercer trimestre respecto a igual período de 2017 muestran que 45,8% de las empresas anticipa una baja en la demanda interna para el tercer trimestre; un 41,2% prevé un ritmo estable; y sólo un 13,0% espera un aumento.
La encuesta cualitativa del Indec además revela que casi la mitad de las fábricas prevé que las exportaciones se mantendrán en idéntico ritmo en los próximos tres meses, a pesar del objetivo del Gobierno de encontrar en ese rubro la salida de la crisis productiva. Un hecho que muestra la contracción del sector es que si bien el 70% no espera cambios en la dotación de su personal para el próximo trimestre (21% espera disminuciones), el 58,5% de las empresas no anticipa cambios en la utilización de la capacidad instalada; un 27,8% prevé una baja; y sólo un 13,7% vislumbra una suba.
Mientras la industria automotriz registró una disminución de 11,8% en junio de 2018 respecto al mismo mes del año pasado, las manufacturas de plástico presentaron disminuciones. En tanto que la metalmecánica -excluida la actividad automotriz- obtuvo un retroceso de 10,9%; la industria alimenticia mostró una disminución de 5,4% en comparación con el mismo mes de 2017, y acumula en el primer semestre de 2018 una disminución de 0,5% en comparación con el mismo período del año anterior. de 10,0%.
Este escenario fue adelantado por la UIA, pero esa postura le valió conflictos de alta tensión con el Gabinete económico. Hoy, además de ratificar las malas expectativas, se lamentan de estar frente a un Gobierno “autista”. “Este Gobierno es autista o te lo hace creer. O es muy optimista. Ya lo veíamos venir”, afirmó una fuente de importancia dentro de la entidad fabril más importante del país.
Si bien esperan que el ministro de Producción Dante Sica “tenga razón y que la recesión sea corta, dura pero corta”, dejaron claro que ese pronóstico no es uniforme en ninguna de las proyecciones de economistas. “Los presidente de los bancos decían que no tenían caídas de créditos. Pero va a pasar un tiempo para que se vean los resultados de algo que nosotros ya vemos como realidad”, aseguró la misma fuente.
El problema para los empresarios del sector es el círculo viciado de pesimismo que reina en los fabricantes nacionales. Se espera que la caída del empleo se mantenga en el ritmo de casi 4.000 puestos de trabajo menos por mes. La encuesta cualitativa reflejó parte de esta advertencia cuando señala que “respecto a la cantidad de horas trabajadas del personal afectado al proceso productivo, 63,4% de las empresas no anticipa cambios; 27,1% anticipa una caída; 9,5% prevé un aumento”.
Lo cierto es que el cambio en el ritmo confirmó que la marcha, lejos de las tres planteadas en diciembre del 2017 y de dos del primer semestre, es única: para atrás. “El Gobierno escucha pero no dialoga. Esperemos que se disponga a encontrar de manera conjunta las soluciones”, enfatizó un empresarios con fábricas en las economías regionales.