Unos 400 Trabajadores de la Planta Textil “Algodonera Avellaneda” decidieron desde este viernes 12 de junio al mediodía realizar un paro en las actividades y permanecer con piquetes y asambleas en las afueras de la empresa. Se trata de los sectores de Producción y Mantenimiento, que cobran bajo la modalidad quincenal.
Los delegados sindicales y el conjunto de los obreros y las obreras se encuentran trabajando al doble de lo normal y no son reconocidos económicamente en sus labores, pese a que la producción asciende a un 300% mensual, dado por la inversión en maquinarias y por la elevación del ritmo de trabajo en este último tiempo, lo que está generando situaciones estresantes y problemas de salud entre las obreras y los obreros.
Dada la actividad económica y el mercado tan variado que abarca el rubro textil, cuesta entender que un trabajador cobre entre 27 y 30 mil pesos mensuales y que el valor de la hora de trabajo sea de $116, según el convenio colectivo de trabajo.
Qué se reclama
Están reclamando mejoras salariales y que se respeten los acuerdos bajo convenio colectivo de trabajo teniendo en cuenta el contexto de pandemia, ya que la empresa aumentó el ritmo de trabajo y producción, por las condiciones de seguridad e higiene, como así también el reclamo de un trato más humano por parte de los dueños de la empresa y del personal jerárquico.
Entre las denuncias, también están las dirigidas al Sindicato (Asociación Obrera Textil) y exigen la renuncia de la comisión sindical, ya que no fueron acompañados en los diferentes reclamos y pedido de mejoras en las condiciones, a través de los años.
Un delegado de Ospit-AOT denunció en su intervención durante el bloqueo de planta que “estamos acá porque estamos disconformes con la forma en que se trabaja y el maltrato hacia la gente, además del sueldo porque estamos percibiendo una mejora económica y queremos una mejora salarial”. Además agregó que “del sindicato tuvimos poco apoyo y por eso le pedimos la renuncia a Lemos y Bandeo porque no nos sentimos acompañados por ellos”.
La salud en el foco del conflicto
Según pudimos hablar con una de las compañeras obreras el reclamo es también por la calidad del trabajo, el sobreesfuerzo y la discriminación. Una de ellas nos dijo:
“Yo estoy en hilado, es decir en Conadores. Pero los de continua trabajan peor ya que son dos máquinas largas a las que hay cargarles cien bobinas durante las ocho horas de trabajo y a una velocidad tremenda. Salimos todos los días doloridos y contracturados, en personas mayores como nosotros lo sentimos cada vez más por los problemas de cintura, de columna. Pedimos que baje el ritmo de trabajo, porque somos seres humanos, no robots.”
Cabe decir también que la obra social se encuentra cortada desde el comienzo de la Cuarentena por el Covid–19, aunque los descuentos por la misma no se hacen esperar.
Corría entre los grupos de trabajadores la anécdota de uno de ellos, Figueroa, que ya lleva 31 años en la empresa, y que cobra por antigüedad tan solo $10. También el hecho de que los obreros hayan alcanzado distintas bonificaciones y que se les abonara en enorme cantidad de cuotas. Se trata de aportes y sumas en negro que luego no se traducirán en mejoras.
Es a todas luces un escándalo y un desprecio por la vida y salud de lxs trabajadores.
Continuidad de la lucha
El viernes por la noche llegó el dictamen de conciliación obligatoria por parte del Ministerio de Trabajo, para que los obreros y obreras ingresen a la planta, cuestión que se votó rechazar en forma unánime y continuar con las medidas de lucha, como el piquete en las puertas de la planta, las asambleas y una movilización frente a la Secretaría de Trabajo para acompañar a los delegados representativos en la reunión que se adelantó para este martes 16 de junio, en la sede de trabajo.
Es importante que exista una gran deliberación en esta etapa, ya que Grupo Vicentin está siendo mirado mundialmente, por la estafa financiera al Estado y la posterior intervención al sector granífero.
Los trabajadores deben intervenir activamente por el reconocimiento de su trabajo porque son quienes generan la riqueza y reciben las migajas. Llamamos a la comunidad y al conjunto de organizaciones sociales, políticas, sindicales y de derechos humanos a apoyar a las trabajadoras y los trabajadores del algodón y por el triunfo de esta lucha.