El Plan Defensa y Seguridad PDS del gobierno colombiano es una amenaza para la paz en la región

Otra vez en Colombia, Estados Unidos utilizará el narcotráfico para escalar la guerra interna y justificar su agresión a Venezuela.

Colombia desde hace más de 30 años es el mayor productor y exportador de cocaína, principalmente a los EE. UU, el mayor consumidor.

En desarrollo de la guerra contra el narcotráfico los EE. UU desde el año 2000, ejercen en Colombia, la más prolongada y devastadora intervención militar ejecutada en Latinoamérica, direccionada por el Plan Colombia, como estrategia de su reposicionamiento en el Área Andina.

El plan Colombia, en vez de atacar los eslabones fuertes del narcotráfico, priorizó erradicar con aspersión aérea las plantaciones de hoja de coca. La hoja de coca la producen familias campesinas pobres en miles de pequeños cultivos.

Antecedentes de la alianza del narcotráfico y la contrainsurgencia

Antes, durante los últimos 10 años de siglo XX, en la misma guerra contra el narcotráfico, las fuerzas de seguridad del Estado colombiano, con luz verde de los EE. UU, habían hecho alianza con el cartel de Cali, de los Rodríguez Orejuela, para derrotar al cartel de Medellín de Pablo Escobar.

Antes, en los años 80, ambos carteles estaban   aliados con el estado, para conformar el grupo paramilitar muerte a secuestradores MAS, con el que asesinaron a más de 5.000 dirigentes políticos de la opositora Unión Patriótica, por cierto, los entrenó en las goteras del batallón Bomboná, el coronel israelí Jbair Klein.

¿Contra quienes opera el plan Colombia?

El Plan Colombia publicitado internacionalmente como un plan contra el narcotráfico, ha sido en su ejecución, sucesivas operaciones militares y paramilitares contra las zonas insurgentes en Colombia; en las que aplicaron la estrategia ejercida en Vietnam: quitar el agua al pez, vaciando la población de los territorios.

Para ello, cercaron las zonas, prohibieron el libre comercio de alimentos y medicinas, cerraron las escuelas y fumigaron la coca y además miles de hectáreas de cultivos de alimentos, obligando a los campesinos a desalojar sus tierras y propiedades.

Pero lo más dañino de esas operaciones de guerra fue que también incursionaron en zonas donde no había coca, con ejércitos paramilitares que a bala y motosierra quitaron la vida a miles de campesinos, Indígenas y Afros, aplicando una política de tierra arrasada.

¿Quienes apoyaron y financiaron el plan Colombia?

Para la financiación de la parte legal del plan Colombia, entre el año 2000 al 2016, EE. UU invirtió 10 mil millones de dólares. Para financiar la parte ilegal la DEA dio franquicia a los paramilitares para exportar cocaína, y la CIA para importar armas.

El ejército paramilitar fue apoyado por empresas, ganaderos, bananeros, banqueros, por funcionarios estatales, políticos de derecha y hasta por obispos de la iglesia católica.

¿A Quiénes favorece el Plan Colombia?

En febrero de 2016 los entonces presientes Obama y Santos se congratularon por el enorme éxito de las dos primeras fases del Plan Colombia.

Para los intereses de los capitalistas estadounidenses representa un gran éxito, sus empresas contratistas de seguridad hacen su negocio; sus empresas mineras han conseguido miles de hectáreas en concesión, con sus títulos y licencia; las transnacionales del agro negocio se hicieron a miles de hectáreas en la altillanura del oriente de Colombia; las fuerzas militares de EE. UU accedieron a utilizar indefinidamente bases militares colombianas. La fuerza militar colombiana quedó más subordinada al pentágono e incrustada en la OTAN.

El propósito del plan Colombia:   acabar con el narcotráfico, quedo bien lejos de ser logrado; en el 2000 había 200.000 hectáreas de coca, en el 2000 y produjeron para exportación   700 toneladas de cocaína, el informe de ONUDOC reportó en mayo de 2020, que en   2019 había 154.000 hectáreas de coca (más productivas), y una producción de 1.137 toneladas de cocaína.

¿A quiénes golpeó el Plan Colombia?

En el contexto del plan Colombia las fuerzas militares asesinaron a más de 5000 jóvenes, en los conocidos falsos positivos.  Y fueron causadas entre desterrados, despojados de tierras, asesinados y desaparecidos, más de 3.5 millones de víctimas.

Para cerrar la II fase del plan Colombia, en el 2016, el gobierno firmó el Acuerdo por el cual se desmovilizó las FARC y el correspondiente plebiscito que negó ese Acuerdo, así las élites en el poder se dedicaron a derruir los compromisos firmados por el Estado, para la Justicia, la Verdad y las reformas en los territorios, los planes de sustitución de cultivos de uso ilícito, la restitución de tierras, la reparación de las víctimas y las reformas políticas.

El PDS para la III fase del Plan Colombia

El balance de resultados de 20 años del Plan Colombia es necesario tenerlo presente   a la hora de analizar los asuntos gruesos del plan de   defensa y seguridad del gobierno de Duque 2018- 2022, porque es continuidad de la misma guerra.

En los 6 capítulos del PDS no hay referencia a la existencia de conflicto armado, ni al Acuerdo de paz del 2016, que el estado debe cumplir.

El plan abunda en propósitos generales, entre otros resguardar la soberanía nacional, la integridad territorial, la biodiversidad, el medio ambiente, la democracia, y la legalidad; pero encubre el verdadero plan de ataque a dos amenazas.

Las amenazas

El PDS determina dos amenazas una que llaman tradicional, caracterizada como terrorismo o GAOS, categoría en la que meten en el mismo paquete, a las bandas paramilitares y de narcotráfico y a la insurgencia armada.

Con esa distorsión quieren ocultar que las organizaciones de narco paramilitares actúan en función de la contrainsurgencia estatal y que sigue existiendo conflicto armado con las guerrillas revolucionarias del ELN, y una escisión de las FARC-EP que continua en armas.

Lo nuevo es que el Plan incluye una supuesta amenaza externa, que caracterizan, relacionadas con la intención de afectar la integridad territorial, el contexto de inestabilidad en países vecinos y la injerencia de potencias extra hemisféricas (…) tolerancia estatal con organizaciones terroristas y de narcotráfico en la región y la pretensión de despojar al país del territorio.”

Las Zonas de guerra

En el plano interno este plan define las Zonas Estratégicas de Intervención Integral (ZEII), o Zonas de Futuro- ZF, como espacios del territorio con precaria presencia estatal, ricos en recursos hídricos, biodiversidad y medio ambiente, o en franjas de frontera, lo cual les otorga un carácter estratégico, que están en alto riesgo.

Las ZF están conducidas por el Consejo Nacional de Seguridad y desde el alto Mando de las Fuerzas Armadas; su ejecución es liderada por el comandante de las Fuerza de Tarea Conjunta asignada a cada ZF.

Las fuerzas de tarea conjunta agrupan bajo un solo mando, Brigadas de Ejecito, batallones de Fuerza aérea y armada y Fuerzas de policía y llega a tener más de 11 mil efectivos militares y policías.

Para apoyar el Plan de Zonas de Futuro los EE. UU EE. UU invertirá, entre el año 2020 y 2022, 5.000 millones de dólares.

Con gringos a bordo y sin dialogo diplomático

En las ZF desde el 1 de junio EE. UU desplegó 4 Comandos Especializados en guerra de amplio espectro, para asesorar y adiestrar a las Fuerzas de tarea Conjunta Colombianas, en misiones multimodales conjuntas, bajo estándares de la OTAN.

En el nuevo enfoque de amenazas el PDS trazó el objetivo de hacer Acuerdos de  Planes binacionales de seguridad fronteriza, de ellos  Colombia ha suscrito acuerdos con Panamá, Ecuador, Perú y Brasil.

Aunque 2 Zonas Futuro, la de Arauca y Catatumbo, comparten frontera con Venezuela, con el gobierno de ese país hermano, el gobierno colombiano no tiene diálogo diplomático.

Conclusión: El gobierno de Colombia tiene andando un plan de guerra interna y contra un país vecino. Los militares y paramilitares a pesar de la pandemia, siguen desplegados en operaciones.   Por los antecedentes del Plan Colombia sabemos lo que les viene encima a los pueblos de ambos países. Nuestros pueblos merecen mejor presente, pongamos las alertas y actuemos, no más guerra, no a la agresión imperial.


Anaika Martin Borda: Investigadora dedicada a la educación popular, experta en territorios y conflictos.

Fuentes consultadas:

1. POLÍTICA DE DEFENSA Y SEGURIDAD PDS PARA LA LEGALIDAD, EL EMPRENDIMIENTO Y LA EQUIDAD: https://www.mindefensa.gov.co/irj/go/km/docs/Mindefensa/Documentos/descargas/Prensa/Documentos/politica_defensa_deguridad2019.pdf

2.  Hernán Muriel Pérez:  22 grandes masacres en el Gobierno de Álvaro Uribe

 www.laorejaroja.com/22-grandes-masacres-en-el-gobierno-de-alvaro-uribe3/

3. Los costos en derechos humanos durante el Plan Colombia: https://coeuropa.org.co/wp-content/uploads/2016/03/Los-Costos-en-Derechos-Humanos-durante-el-Plan-Colombia-Infogra%CC%81fico.pdf

4. EE.UU. invertirá US$5.000 millones en lucha contra el narcotráfico Bogotá enero 16, 2020: https://elnuevosiglo.com.co/articulos/01-2020-eeuu-invertira-us5000-millones-en-lucha-contra-el-narcotrafico

5. Basta Ya Memorias de guerra y dignidad, resumen: http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/descargas/informes2013/bastaYa/resumen-ejecutivo-basta-ya.pdf

6. Resumen ejecutivo: las hectáreas de coca bajaron, pero la producción de cocaína sigue en la parte alta de la serie histórica. https://www.unodc.org/documents/crop-monitoring/Colombia/Colombia_coca_survey2019_Fact-sheet_ExSum.pdf

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