Entrevistamos a Santiago Menconi, delegado de la Línea 60 y hablamos de cómo los trabajadores del transporte se pusieron a la cabeza de los protocolos de seguridad e higiene en este contexto de pandemia. Hay que sumarle además la disputa con los empresarios por querer aprovechar este panorama para imponer un proceso de reforma laboral por todos los medios posibles. Salarios adeudados, aguinaldos en cuotas, reducción salarial, despidos, subsidios del estado y sectores sindicales que mantienen sus privilegios, muchas veces como delincuentes y gángsters, a costa de los trabajadores y las bases, que intentan buscar nuevas alternativas de organización.
Parte Volador: Contanos cómo arrancaste el relevamiento de casos y que te posibilitó observar sobre la situación del transporte.
Santiago Menconi: La situación que muestra de los contagios de Covid-19 es que no se están respetando los protocolos en otras líneas. Aflojaron los controles preventivos en distintos puntos del país. En las líneas donde no hay organización sindical o están cubiertas por la burocracia sindical directamente no se cumplen los protocolos sanitarios. De hecho algo más alarmante muchas lineas donde hay casos positivos se están ocultando, no se cumplen protocolos de desinfección y aislamiento de la cadena de contagio y los trabajadores trabajan igual lo cual es un riesgo para los trabajadores del transporte y de los usuarios.
P.V. : ¿Qué tipo de protocolo vienen implementando en la 60 y qué le exigen a las empresas?
S.M. : Empezamos adoptando el protocolo propio discutido y votado en asamblea antes de que adopte la CNRT los puntos del protocolo sanitario. Este protocolo lo empezamos por la inquietud de los compañeros de cómo trabajar en un estado de pandemia, en un contexto excepcional que nunca nos había tocado. Empezamos formando cuadrillas con compañeros para realizar la desinfección del colectivo antes de ingresar al taller o a la unidad. Realizamos la limpieza con máquina hidrante del colectivo de todos los interiores una vez por día. La disposición de alcohol en gel en todas las cabeceras y en todos los espacios al igual del lavado de manos y toallas para que se sequen las manos. Dispusimos las licencias para compañeros. En la 60 salió un decreto para los mayores de 51 y los que tienen ciertas patologías además de los mayores de 60 años. La otra cuestión la cuestión de los hábitos, respetar la distancia, la limpieza, el compartir mate. Es excepcional. Hasta ahora hay 12 casos en la línea. En la 720 hay más de 10 casos. Se requiere una intervención excepcional.
P.V. : Los choferes sufren amedrentamiento de las empresas y del sindicato y siguen trabajando.
S.M. : Es un problema de la conciencia y roza con el problema de la organización. No hay conciencia en una línea donde se busca la salida individual. El problema de la salida colectiva nos concierne a todos. El hecho de realizar asambleas y tomar las decisiones de forma colectiva es un paso para reforzar la organización. Distinto, lamentablemente, es la forma en que se maneja nuestro sindicato totalmente ausente y la variante pro patronal de Bustinduy donde también se ocultan casos de Covid.
P.V. : Aumenta la cantidad de trabajadores que usan en el transporte de pasajeros, ya sea en trenes y colectivos. Es contradictorio con lo que dice el gobierno sobre los trabajadores esenciales.
S.M. : A nosotros nos pusieron el rótulo de esenciales porque el gobierno prioriza las ganancias de las empresas y por ende manda a trabajar a miles de choferes, del subte y ferroviarios. La situación no es ideal dado que nos rotulan de esenciales y queda en los trabajadores armarnos mejor en los lugares de trabajo. Los pasajeros también tienen que ir a trabajar porque la situación es óptima para despidos.
P.V. : ¿Cómo avanzó la reforma laboral en el transporte público, ya sea sobre tareas, horarios?
S.M. : Es fundamental que hablemos de reforma laboral porque esto no sólo está sucediendo en Buenos Aires sino que se hace más fuerte en el interior del país. Hace un mes y algo se desarticuló el paro nacional de los compañeros por el reclamo del interior donde la FATAP, UTA y el gobierno nacional acordaron uno de los ejes de la reforma laboral. Es el artículo 223 bis sobre preventivo de crisis donde no sólo se les concede el pago del 50% del salario mediante ATP sino que también habilita a las empresas pagar el 88% del salario en negro. Es una reforma laboral encubierta dibujada en contexto de pandemia y marca un antecedente nefasto en el transporte que los trabajadores no podemos permitir.
P.V. : Hay que tener en cuenta además los 9.700 millones de pesos que recibieron las empresas en mayo.
S.M. : Es aberrante y es una millonada de dinero para parasitar el servicio. Más que nunca es justo y necesario hablar de estatización del servicio controlado por sus propios trabajadores. Está muy fuerte la avanzada de las empresas.
El año pasado en la Línea 60, DOTA presentó un preventivo de crisis pero no se lo otorgaron porque movilizamos. Sin embargo, ahora estos meses los empresarios, alegando que no les habían abonado los subsidios, estaban planteando que no iban a pagar salarios y dijeron que no podían pagar la totalidad de aguinaldos. Al grupo DOTA le habían entrado por el Sistema Integrado de Administración y Liquidación de Subsidios (SISTAU) 119 millones de pesos sólo para la Línea 60. Tengamos en cuenta que el grupo DOTA es dueña de varias líneas y subsidiarias de otras tantas y es un número millonario para parasitar el servicio. Tengamos en cuenta que están trabajando al 20% de la capacidad operativa y la levantan en pala cuando lo que tendría que discutirse es condición de trabajo y seguridad de los trabajadores.
P.V. : Se pone en evidencia el uso del transporte público vinculado a la ganancia empresarial y la necesidad de un criterio más socializador y no sólo una caja de ganancias de privados.
S.M. : De hecho esta crisis muestra cuál es el sentido del transporte. Si es un bien público, si garantiza el derecho a la salud, el derecho a trabajar, el derecho a estudiar o si es meramente una empresa para que los privados se llenen de plata. Un trabajador hoy en día con la frecuencia que brinda la empresa tiene que esperar media hora y a la empresa le bajan subsidios y con esa plata se puede hacer que el transporte funcione cada 5 minutos, incorporando a más trabajadores para que los usuarios viajen mejor. Sin embargo este Estado garantiza la ganancia empresarial para que sigan parasitando el servicio.
P.V. : Además los empresarios no sólo se dedican al transporte sino que el transporte financia otros negocios, como el caso de la familia Trappa de Via Bariloche, Romero de ERSA, entre otras.
S.M. : Recordemos que Trappa despidió a más de 100 trabajadores de larga distancia en un contexto de prohibición de despidos. Mientras los trabajadores estemos vistos como costos van a seguir pasando estas cosas lamentablemente. Por eso dado que estamos en situación de crisis donde corren riesgo nuestras vidas y del salario, es una oportunidad para organizarnos mejor por fuera de la burocracia sindical y variantes empresariales.